Por qué cambiar...

Que formen parte de los planes de acción y que ayuden a liderar estos planes”.

Álvarez añade que “la pandemia ha demostrado que el mercado es ágil y que está muy activo. Hay cada vez menos temor al cambio constante y a formar parte de las transformaciones. Ya no estamos estáticos en los puestos que ocupamos; y hay que escuchar a las personas para que formen parte de las decisiones”.

Así, parece que el dilema sobre si es conveniente marcharse de una compañía o irse de un trabajo y tratar de regresar pasado cierto tiempo, sigue presente.

Para muchos expertos, esta renuncia rápida es típica del sector tecnológico, en el que la rotación es proporcional a la cantidad de ofertas que reciben los profesionales. Hasta podría decirse que es un fenómeno típico de Silicon Valley, donde los trabajadores de este sector dinámico aprenden tanto como es posible, forjan nuevas relaciones, pasan a otros roles en otros lugares y repiten este proceso varias veces.

Sin embargo, un reciente informe de LinkedIn muestra que todo esto no es un fenómeno aislado en Silicon Valley, y asegura que las personas en una variedad de industrias, como las artes, la recreación, los medios y la administración, siguen este ejemplo de renuncia rápida.

Permanencia corta

Hace ahora una década, un estudio de Forbes en Estados Unidos concluía que los trabajadores que menos tiempo aguantan en sus puestos son aquellos que trabajan en empleos relacionados con la hostelería o la restauración. La media de estancia en esos trabajos era de 2,3 años, muy cerca de los 2,9 años que aguantaban aquellos empleados en trabajos que tienen que ver con administración y gestión o servicios.

Forbes aseguraba que los empleados del sector de gas y electricidad eran los que más resistían en sus puestos de trabajo, una media de 9,1 años. En el caso de las telecomunicaciones y los bienes de consumo duradero (el segundo sector que mejor fideliza a sus empleados), estos permanecían más en sus puestos (una media de 6,6 años) por las posibilidades de desarrollo profesional y promoción.

Diez años más tarde, los investigadores de Economic Graph de LinkedIn

han calculado la tasa de permanencia breve para medir la fracción de puestos que ocuparon los miembros de LinkedIn durante menos de un año.

Según esto, los periodos cortos de trabajo en una empresa a la que un profesional se ha cambiado iniciaron una racha de crecimiento en agosto de 2021, alcanzando el punto máximo en marzo de 2022.

La investigación recuerda que algunos sectores están experimentando un aumento más frecuente en el abandono rápido que otros. La tasa de permanencia corta (short tenure rate o STR) en la industria de las artes y la recreación, por ejemplo, aumentó un 11,63%, año tras año, en agosto.

Los profesionales también pasan menos tiempo en cada trabajo en industrias que tradicionalmente se consideran de cuello blanco, como la tecnología, los servicios financieros y los servicios profesionales, en su mayoría firmas de contabilidad y consultoría.

El crecimiento de la STR en el sector de la atención de la salud alcanzó su punto máximo en septiembre de 2021 con un 9,4 % en comparación con el año anterior, y se ha ido reduciendo año tras año desde enero. El estudio añade que “al principio de la pandemia, las enfermeras en particular abandonaron este sector en masa después de padecer condiciones de trabajo precarias, con escasez de perdos sonal e incluso mal retribuidas”. Y según LinkedIn, “la promesa de un mejor salario también podría estar frenando a quienes trabajan en el comercio minorista, un sector que está experimentando una disminución de la STR”.

En realidad, que haya profesionales que creen haberse equivocado al cambiar de trabajo y que desean regresar a la compañía de la que se fueron o que buscan una nueva alternativa no es algo nuevo.

Taylor Borden, editor de LinkedIn, explica que los datos de la red profesional muestran que los empleados están dejando sus puestos más rápido que en años anteriores: “La idea tradicional de que conviene permanecer en un empleo nuevo al menos un año ya no parece suficiente para muchos profesionales”.

Gary Mullan no cree que exista un fenómeno tan evidente de renuncia rápida, ni que la gente se esté yendo a los seis meses: “Si ocurre esto no es agradable para los reclutadores, a quienes no les gusta que sus empleacambien cada muy poco tiempo”.

Por su parte Javier Caparrós, head of professional recruitment en ManpowerGroup, cree que “la tendencia a trabajar por proyectos hará que se vea como algo cada vez más natural el cambio de empresa y de trabajo”, pero recomienda que un profesional trate de quedarse al menos dos años en un puesto, ya que “para el candidato tiene mala venta estar poco tiempo en un puesto”. También sugiere “que desde el punto de vista del reclutador haya total sinceridad. No se pueden vender cosas que luego no van a encajar, y la mayoría de los candidatos suele quejarse de que no les han dado toda la información”.

Añade que “hace veinte años estaba mal visto aquel que se movía mucho, y se valoraba al que se mantenía 45 años en la misma empresa. Eso se acabó, y hoy se aprecia que un profesional pase por diferentes entornos, compañías y sectores”.

La gente puede equivocarse, y Caparrós es consciente de que hay candidatos que buscan un reto y que se encuentran con que aquello que se les promete no es lo que esperaban.

Volver a marcharse una vez que uno ha cambiado o regresar a la compañía de la que se ha ido puede ser un fracaso... Caparrós concluye que “depende de cómo se justifique ese cambio en una entrevista de trabajo: Si uno es coherente, no tiene por qué tener repercusión”.

⬤ Una de las primeras cuestiones que debe plantearse es por qué va a trabajar cada día a su puesto, y qué es lo que espera. Puede ser el salario, el desarrollo profesional, los proyectos en los que está trabajando, el reconocimiento, la cultura de la empresa, las posibilidades de conciliación o la flexibilidad. Incluso pueden motivarle sus colegas de trabajo, o su jefe...

⬤ Debe plantearse qué teme cada día de su trabajo. Si detecta aquí un problema, ha llegado el momento de actuar.

⬤ Analice cuándo fue la última vez que pensó en dejar la empresa; qué situación le hizo pensar en marcharse –quizá ya no considera que su trabajo sea un desafío, o tal vez no se sienta valorado y reconocido; o piense que está mal pagado–; y también si recomendaría su empresa a amigos que buscan empleo.

Se acabó el empleo para siempre, y hoy se valora pasar por diferentes sectores, entornos y compañías

⬤ Sería bueno que estuviera seguro de qué le tentaría para dejar su empresa.

⬤ Analice qué parte de su trabajo eliminaría si pudiera; cuál de sus talentos no está utilizando en su puesto actual; qué haría que su puesto fuera aún más satisfactorio; si siente que tiene metas y objetivos claros, o qué piensa de las oportunidades de desarrollo que tiene a su disposición.

⬤ Pregúntese si se siente valorado en la compañía en la que trabaja y cómo le gustaría ser reconocido por la actividad que realiza.

⬤ Reflexione sobre el ambiente de trabajo en su organización y qué debería cambiar o agregar ésta. Analice las medidas y estrategias que está implantando su empresa acerca de la vuelta y los modelos híbridos.

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