Expansión C. Valenciana - Sabado Int - Empleo Int
Habilidades profesionales... suma y sigue
Cualquier avance o transformación del mercado laboral o de las nuevas formas de trabajar se topa con una necesidad detectada desde hace años: nada puede cambiar sin que generemos nuestra propia empleabilidad basada en un nuevo juego de habilidades.
Desde hace algunos años, cualquiera que persiga la reinvención profesional o un cambio de trabajo se habrá encontrado con un consejo recurrente por parte de los reclutadores: “genere su propia empleabilidad cultivando un nuevo juego de habilidades transversales que sirvan para adecuarse a un mercado laboral hipercompetitivo”. Resulta imposible diferenciarse y resultar atractivo a los reclutadores si no se aporta un nuevo valor. Y esto se consigue presentando nuevas credenciales profesionales a modo de capacidades distintas que sirvan para la adaptación a un nuevo escenario laboral.
La necesidad de adquirir las capacidades necesarias sigue presente, y hoy más del 75% de las compañías considera que hay un desajuste relevante entre las competencias que necesitan las empresas y la formación que reciben los candidatos. Un reciente informe del IESE pronostica que este desfase seguirá aumentando hasta 2025.
Las empresas tienen que seguir reforzando el reskilling de sus profesionales para eliminar la brecha en las competencias, sobre todo en las áreas de conocimientos específicos que el sistema educativo no cubre. Han de invertir en la formación continua de sus empleados.
La transformación inevitable
Los reclutadores buscan flexibilidad, agilidad y capacidad para elaborar estrategias, y en el fin de la pandemia las organizaciones necesitan personas que puedan aprender y adaptarse rápidamente. En esta actualización constante de las habilidades y capacidades profesionales exigidas por reclutadores y empresas, un reciente estudio elaborado por Zety a partir de los datos extraídos de más de dos millones de currículos revela que las diez habilidades blandas más utilizadas actualmente son, por este orden, comunicaciones (14%), servicio al cliente (9%), gestión de proyectos (7%), gestión del tiempo (6%), liderazgo (5%), resolución de problemas (5%), gestión de equipos (5%), aprendizaje rápido (4%) y trabajo en equipo (4%).
Las habilidades duras más utilizadas se refieren a Microsoft Office (7%), Microsoft Excel (5%), planificación estratégica (4%), Python (4%), Java
CARMEN POLO
Directora de personas, organización y cultura de AXA España (3%), SQL (3%), análisis de datos (3%), HTML5 (3%) y Microsoft PowerPoint (3%).
Carmen Polo, directora de personas, organización y cultura de AXA España, cree que una de las asignaturas pendientes para los candidatos en un mercado laboral como el de hoy es generar realmente lo que llama una skill based organization. Afirma que “las skills o competencias son la nueva moneda del futuro en un entorno tan líquido y volátil como el actual, en el que las empresas han de asegurar que tienen todas las habilidades necesarias en cada momento para seguir siendo relevantes en sus mercados. Esto implica transformar profundamente las estrategias de atracción de talento, pero también las de upskilling y reskilling, que más que nunca serán estratégicas, así como las de reconocimiento y otras”.
Para la directora de personas, organización y cultura de AXA España, la estrategia para afrontar este desafío pasa por conocer el papel que desempeña la dirección general de la organización a la hora de llevar a cabo ese reto. Añade que es necesario, por un lado, un “liderazgo ambidiestro” al más alto nivel de la organización: que sea capaz de sostener diferentes escenarios de negocio y de gestión de personas al mismo tiempo, estando preparados para poder actuar ante cualquier giro del entorno.
En el escenario de trabajo postpandemia y en tiempos de gran dimisión, resulta imprescindible tener en cuenta los logros tangibles. Cualquier candidato debe saber explicar cómo se va a anticipar a las demandas del mercado y cómo conseguirá los recursos necesarios para lograr esa anticipación. Ha de estar seguro de que cuenta con las capacidades profesionales adecuadas, algo que le proporcionará las ventajas competitivas que le diferencian del resto de candidatos.
ARANCHA BOAL
Responsable global de aprendizaje y desarrollo de Santander “
Las herramientas o competencias son la nueva moneda del futuro en un entorno líquido y volátil en el que las empresas deben asegurar las habilidades necesarias para ser relevantes”
Es necesario transformar las capacidades de las organizaciones para adaptarnos a un entorno cambiante, desarrollando una cultura de aprendizaje continuo basado en ‘skills”
Arancha Boal, responsable global de aprendizaje y desarrollo de Santander, apunta al reto de “transformar las capacidades de la organización para adaptarnos a un entorno cambiante, desarrollando una cultura de aprendizaje continuo basada en skills”.
El profesional toma conciencia de su responsabilidad sobre su propio desarrollo y ayuda a otros a aprender. Boal cree que esto requiere de un modelo de habilidades único para toda la empresa que nos focalice en lo que es prioritario, una visión holística del talento donde la promoción, la movilidad, la gestión de carrera son parte de un mismo proceso que permiten afrontar el reto de upskilling (mejora de las habilidades actuales) y reskilling (transformación de las habilidades) de la organización.
Boal explica asimismo que para lograr la transformación de las capacidades de la compañía apoyando una cultura de aprendizaje continuo, su organización ha apostado por un ecosistema digital abierto en el que la oferta de experiencias de aprendizaje está al alcance de todos, es decir, es para todos los puestos, niveles y áreas.
La responsable global de aprendizaje y desarrollo de Santander pone como ejemplo de valor añadido que impacta en la empleabilidad de los profesionales las certificaciones digitales (Digital Badges) de su organización, que define como “un reconocimiento global que permite construir un currículo personal dentro y fuera de la compañía”. También se refiere a otras experiencias, como los programas dirigidos a la mejora de habilidades estratégicas, las comunidades de práctica, mentoring, coaching, shadowing, participación en proyectos internacionales entre otros, que acompañan a los profesionales durante su desarrollo a lo largo de todo el ciclo de vida del empleado.