No es oro todo lo que reluce...

parte de este proyecto, quiere ofrecer títulos en los que los estudiantes puedan recibir todas sus clases en realidad virtual a partir de 2027, aprovechando ventajas de una metaversidad como el aprendizaje visual en 3D, una interactividad más realista y un acceso más fácil para los estudiantes que se encuentran a distancia.

En realidad, las metaversidades son plataformas de realidad virtual inmersivas en la que profesores y estudiantes remotos utilizan cascos de realidad virtual y se reúnen sincrónicamente como lo harían en un campus físico.

Así, en las aulas de una metaversidad los estudiantes pueden aprender literatura mientras están sentados en el banquillo de los acusados de la sala del tribunal de Matar a un ruiseñor, la novela de Harper Lee llevada al cine.

Una de las ventajas que se atribuye a este nuevo modelo de aprendizaje es la mejora del rendimiento de los estudiantes. La metaversidad brinda la oportunidad de “aprender haciendo”, y la inmersión en los juegos puede aumentar la participación en las actividades de aprendizaje, así como la satisfacción, el compromiso y los logros de los estudiantes en comparación con los formatos tradicionales.

Otra ventaja es que las interacciones virtuales se parecen más a las reales. Algunas universidades usan tecnologías del metaverso para superar las limitaciones de Internet y de herramientas como la videoconferencia.

Cabe destacar ejemplos como el del espacio de reunión virtual Gather de las universidades de Chicago y Pensilvania, que imita las características de las interacciones de la vida real.

Además, las metaversidades facilitan que los recursos educativos sean asequibles, lo que supone una ayuda para afrontar las restricciones presupuestarias. Por ejemplo, Fisk University (Tennessee), ha decidido usar las ventajas del metaverso para ahorrar costes en su facultad de Medicina, y utiliza cadáveres de realidad virtual para sus prácticas de Anatomía, que son una alternativa más asequible.

En el laboratorio de realidad virtual se puede extraer un corazón humano de la cavidad torácica de un cadáver, y eso crea la sensación de sentir el peso del corazón en las manos de los estudiantes que pueden examinarlo. Es posible comparar diferentes órganos para comprender los resultados de las decisiones de salud que tomaron los humanos cuando estaban vivos, y permite una participación diferente en el diagnóstico correcto.

Las posibilidades que abre el metaverso para crear un nuevo tipo de Universidad son enormes, pero habrá que superar algunos obstáculos:

⬤ Construir y lanzar ‘metaversidades’ implica cambios drásticos en el enfoque de enseñanza y aprendizaje que modifican los procesos de evaluación y seguimiento.

⬤ Aunque el metaverso proporciona una alternativa de aprendizaje asequible, las universidades deben tener en cuenta el coste de las licencias para contenido de realidad virtual, la construcción de campus gemelos digitales, las cuotas de suscripción anual que cobran compañías como VictoryXR y otras inversiones. Sin olvidar el tiempo y recursos para capacitar a los docentes que impartirán cursos en el metaverso.

⬤ Hay que tener en cuenta la privacidad de los datos y ciertos problemas de seguridad. Los modelos comerciales de las empresas que desarrollan tecnologías para el metaverso se basan en la recopilación de datos personales de los usuarios. Quienes usan los auriculares de realidad virtual‘Oculus Quest 2’, de Meta, deben tener cuentas de Facebook, y los auriculares pueden recopilar datos personales y confidenciales, como la ubicación, las características físicas o los movimientos de los estudiantes y grabaciones de voz. También se puede recopilar una gama de datos del usuario, como la frecuencia cardíaca, el tamaño de la pupila, la apertura de los ojos e incluso señales de ciertas emociones.