Expansión Catalunya - Sábado - Empleo
La necesidad de un marco legislativo más flexible
⬤ Uno de los asuntos que encorsetan la innovación en las políticas salariales tiene que ver con el marco legislativo. En opinión de Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados, “debe dejarse un mayor protagonismo a las decisiones empresariales en esta materia, al igual que a la negociación colectiva, que todavía tiene mucho margen de innovación por parte de los negociadores, incluidos los sindicatos y sus representantes”. Cree que “la política retributiva es uno de los epicentros de la atracción y retención del talento tan importante en estos momentos, y ahí las empresas deberían tener más margen de maniobra, sobre todo para adaptarse rápidamente a los vaivenes económicos”.
⬤ Para José Canseco, profesor de EAE Business School, “la función de los representantes de los trabajadores es clave en la búsqueda conjunta de soluciones empresa-trabajador que permitan gestionar esta situación, previsiblemente temporal. Es lógica y deseable la demanda de no perder poder adquisitivo, pero en situaciones como las actuales subidas salariales masivas, pueden llevarnos a una rampa de precios no deseada por nadie”. Desde el punto de vista de las administraciones, Canseco califica de decisivo “un apoyo decidido a pymes, autónomos –gran parte de nuestro tejido empresarial–, y a las compañías en general, con medidas que les permitan amortiguar temporalmente la situación. El tan comentado pacto de rentas, reflexionado y consensuado con los diferentes actores, podría dar soluciones intermedias que permitan amortiguar temporalmente la actual coyuntura”. ⬤ Jorge Herraiz, director de rewards & performance de Aon, propone un proceso de desindexación de los salarios en la negociación colectiva, para que los incrementos salariales no deban estar directamente relacionados con los índices de inflación existentes: “La parte social tiene que ser consciente del entorno en el que se mueven las empresas hoy en día, en el que la escasez de materias primas, los incrementos del precio de la energía y la subida generalizada de costes –incluyendo cotizaciones sociales y el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI)– están haciendo mella en las cuentas de resultados y en los márgenes, poniendo en riesgo su propia supervivencia. Y esto no es opinión, en estos momentos hay 13.000 empresas menos que hace 3 años, y un tercio de las que existen en la actualidad están en pérdidas”.