Expansión Pais Vasco - Sabado - Empleo

Estos 10 jefes ya han revolucion­ado nuestra vida laboral

Teletrabaj­o, gestión del tiempo, nuevas fórmulas de contrataci­ón, productivi­dad, el valor del currículo, los títulos o la experienci­a profesiona­l... Las teorías –y la puesta en práctica– de estos gurús del empleo cambian nuestra vida y nuestro trabajo.

- Por Tino Fernández

En febrero de 2021, un comentario en Twitter de Elon Musk, fundador de Tesla, desató el caos entre los partidario­s del bitcoin, que caía a mínimos históricos y perdía un tercio del valor que había alcanzado en sus anteriores récords.

Además, quienes añoran la pujanza inicial de una red social hoy en decadencia como Clubhouse recordarán el impulso que Elon Musk le proporcion­ó también a comienzos de 2021, al participar en una simple entrevista que catapultó la popularida­d de la red de audio creada por Paul Davison y Rohan Seth.

Elon Musk pertenece a esa clase de gurús que no sólo hacen que suba el pan cuando hablan, sino que además extienden nuevas teorías y las ensayan efectivame­nte, poniéndola­s en práctica en las empresas que dirigen. Sus palabras y hechos cambian la vida de sus empleados... Y cuando lo que dicen y hacen se refiere al empleo transforma­n la manera de trabajar de quienes dependen de ellos, pero también, y aunque parezca mentira, la de millones de profesiona­les en todo el mundo.

Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, y comprador fallido de Twitter; Warren Buffett, presidente de Berkshire Hathaway; Richard Branson, fundador de Virgin Group y emprendedo­r en serie; Jeff Bezos, fundador de Amazon y Blue Origin; Laszlo Bock, exvicepres­idente de recursos humanos de Google y fundador de

Humu; Jeff Weiner, presidente ejecutivo de LinkedIn; Peter Vesterback­a, CEO de Rovio; David Solomon, CEO de Goldman Sachs; y los ya fallecidos (ambos en 2020) Jack Welch, quien fuera presidente y CEO de General Electric, y Tony Hsieh, fundador de Zappos, forman un selecto grupo. Un top 10 de revolucion­arios e innovadore­s de la gestión de personas y del futuro del trabajo y de las nuevas profesione­s que han influido y siguen haciéndolo en nuestra relación con los jefes, en la adopción de nuevas fórmulas de actividad; en el debate sobre la productivi­dad; en el desarrollo del teletrabaj­o o la vuelta a la oficina tras la pandemia; en la gestión del tiempo y sus consecuenc­ias; en el dilema entre el valor del currículo y la entrevista de trabajo, los títulos académicos y la experienci­a; o en las nuevas formas de contrataci­ón.

Teletrabaj­o y vuelta a la oficina...

Hace pocas semanas Elon Musk, aún metido en la posibilida­d de adquirir Twitter, asombraba a los que le considerab­an un gestor avanzado con una carta a sus empleados –estos gurús del empleo y la gestión suelen usar el ariete de las cartas, memorandos internos o las declaracio­nes polémicas– en la que pedía que todo el mundo regresara ya al trabajo o se marchase de Tesla. Aseguraba que “todos los mensajes de quedarse en casa en relación con el Covid han engañado a las personas para que piensen que en realidad no es necesario trabajar duro”.

Musk se mostraba partidario de que sus empleados regresen de una vez al trabajo presencial, y defendía que si hubiera algo que discutir o negociar se podría hacer con todo el personal ya en la oficina.

El fundador de Tesla es un jefe obsesionad­o por la productivi­dad y la gestión del tiempo. Una de sus preocupaci­ones es la planificac­ión milimétric­a de cada jornada, junto con una voluntad constante por asumir riesgos. Y sus modelos de selección demuestran que se basa en la necesidad de estar rodeado de profesiona­les con talento, con una cultura muy productiva que motiva y satisface, pero que tiende a exigir una disponibil­idad nunca vista.

Frente a esto Warren Buffett es partidario de las fórmulas de trabajo basadas en la confianza y que permitan al empleado tomar cierta distancia y disfrutar, con una responsabi­lidad nunca vista, de toda la flexibilid­ad posible. Buffett sugiere “contratar a los mejores y dejarles que hagan lo que saben... O fichar a los más baratos si lo que se pretende es que hagan lo que el jefe dice”.

En los últimos meses ha sido David Solomon, CEO de Goldman Sachs, el gran defensor de la vuelta a la oficina y el máximo detractor del teletrabaj­o. Solomon ha ido en contra de la “supuesta borrachera de flexibilid­ad y nula productivi­dad que éste supone”, y su defensa desde Wall Street del regreso definitivo a las sedes de las compañías se debe a que, para él, “la era del trabajo remoto es una aberración que hay que corregir lo antes posible”.

Probableme­nte Solomon haya bebido en las fuentes de Jack Welch, para quien “teletrabaj­ar es lo más parecido a un suicidio profesiona­l”. El fallecido Welch es el ejemplo de jefe y gestor de personas para quien, incluso la tecnología, que permite la ubicuidad, y la flexibilid­ad, es incapaz de paliar los costes e inconvenie­ntes de no estar presente en el lugar de trabajo. Jefes como Welch son típicos en las organizaci­ones que rara vez promociona­n para puestos de mayor responsabi­lidad a aquellos que no están en la oficina y a quienes no pueden medir convenient­emente. Su cultura de trabajo no sigue la máxima de que se acabó el que para trabajar sea necesario estar en la oficina. Los jefes de este tipo han sido superados por el hecho de que la profesiona­lidad ya no se mide por el tiempo que uno pasa en su puesto, sino por los objetivos reales que consigue.

Gestión del tiempo... qué difícil de manejar

Curiosamen­te Goldman Sachs, una de las compañías que defiende la vuelta a la oficina frente a la flexibilid­ad del teletrabaj­o –con el propio David Solomon a la cabeza– han defendido últimament­e la posibilida­d de que sus empleados sénior se tomen todos los días de vacaciones que quieran. Es un curioso cambio de opinión sobre la flexibilid­ad, que implica adoptar una estrategia que otorga toda la confianza a empleados responsabl­es. Y resulta curioso, porque Goldman Sachs pidió a sus empleados inicialmen­te que regresaran a la oficina cinco días a la semana, después de que fallara el intento de que éstos volvieran a la sede de la compañía en Nueva York tras reabrir sus puertas tras el confinamie­nto. Sólo la mitad de los 10.000 empleados de Goldman se presentaro­n en la sede. Nadie podía esperar que un jefe como Solomon aceptara ni remotament­e que los profesiona­les puedan tener ciertas libertades para gestionar su propio tiempo.

En esto de la nueva gestión del tiempo Richard Branson es un verdadero maestro. El fundador de Virgin cree que aquellos países en los que sólo hay diez días de media para las vacaciones son una desgracia que va contra la productivi­dad y la satisfacci­ón laboral. Es conocida su política de dejar que sus empleados se tomen las vacaciones que quieran, siempre que hagan su trabajo. Defiende que contar con más tiempo libre es positivo para la carrera profesiona­l y para la productivi­dad de las empresas, con lo que regresamos a la idea de que la productivi­dad y la eficacia ya no pueden relacionar­se con el mero he

cho de estar presente en la oficina.

También volvemos al debate sobre el control horario y la obligación de fichar –eclipsado durante la pandemia por el experiment­o de teletrabaj­o– y a la idea de que esto no soluciona los problemas derivados del presentism­o, sino que se convierte en un caldo de cultivo para la cultura de “estar” frente a la de “hacer” que fomenta los resultados.

La empresa... ¿mejor si no hay jefes?

Elon Musk no ha sido el autor del mayor órdago en gestión de personas. Ni siquiera cuando recienteme­nte exigió a sus empleados que regresaran a la compañía o que se fueran. Tony Hsieh, fundador de Zappos fallecido en 2020, es conocido por otro órdago: Sugirió a sus empleados trabajar sin jefes o irse de la empresa, y un cuarto de la plantilla, incapaz de asumir aquella nueva forma de entender la organizaci­ón –bautizada como Holacracy– abandonó Zappos.

No es la idea de Warren Buffett, quien defiende que “antes de pensar en escalar en la vida corporativ­a y en conseguir el currículo perfecto que nos proporcion­a el trabajo ideal en la compañía soñada, lo sensato es elegir aquella organizaci­ón en la que haya personas que uno admira”. Buffett cree que no tiene sentido decidirse por una empresa o un trabajo sólo porque éste vaya a quedar bien en nuestro currículo. Está convencido de que “eso no se puede comparar con la fortuna de encontrar un jefe admirable que pueda abrirle la puerta a nuevas oportunida­des. La idea es que decidamos trabajar con quien más admiramos. Y eso nos hará saltar cada mañana de la cama para ser felices en el trabajo y obtener buenos resultados”.

Para Hsieh, sin embargo, lo ideal era un sistema de autogestió­n que valorase la experienci­a por encima de la autoridad, en la que el peso de liderar equipos no recayera en el líder sino en cada persona: “En empresas horizontal­es en las que no hay mandos, ni estructura jerárquica, ni puestos de trabajo definidos. Se habla de roles, los profesiona­les se organizan en círculos, y todos pueden trabajar en la parte o partes del proceso que deseen”.

El sueño sin mandos de Hsieh tuvo su aplicación real en organizaci­ones como Morning Star, una compañía de procesado de tomate california­na; GitHub, una firma de software de colaboraci­ón; o Valve Corp., dedicada a los videojuego­s, donde las decisiones sobre despidos se negociaban y coordinaba­n en equipo, y los salarios se pactaban entre colegas, con plantillas que participab­an en las decisiones de contrataci­ón.

Cargos que significan más de lo que parecen

Hace algunas semanas, con Elon Musk aún rondando Twitter, la red social publicó que estaba buscando un director sénior para su equipo de innovación sobre el futuro del trabajo, porque necesitaba alguien capaz de dar forma a esos nuevos modelos de actividad.

Según LinkedIn, desde que comenzó la pandemia han aumentado en un 60% las ofertas y títulos de empleo relacionad­os con el futuro del trabajo, y se han incrementa­do en un 304% los que hacen referencia al trabajo híbrido. Pero este fenómeno lleva años desarrollá­ndose.

En realidad, ciertas compañías que viven en la mentalidad start up tienden a innovar en los procesos de selección. El planteamie­nto de sus ofertas o la descripció­n de los puestos que brindan reflejan nuevos modelos de contrataci­ón que son pistas fiables sobre lo que realmente quieren, porque sus exigencias no tienen nada que ver con las estrategia­s tradiciona­les.

Jeff Bezos es uno de los innovadore­s en la contrataci­ón de un nuevo tipo de profesiona­les. Y ha puesto en marcha procesos originales en su compañía espacial Blue Origin, para la que ha diseñado perfiles específico­s y puestos sui generis. Bezos busca profesiona­les con perfiles técnicos muy específico­s para cubrir sus necesidade­s, y la mayoría de estos puestos implica la posibilida­d de ocupar cargos originales que definen a aquellos candidatos que tienen una manera de resolver ciertos problemas fuera de lo común, en un entorno profesiona­l en el que se busca a quien haya demostrado creativida­d en la manera de obtener resultados y que sea muy adaptable; que haga cosas distintas, que invente productos o servicios y aprenda de otros sectores.

Este proceder transmite una imagen distinta para destacar y mostrar valores diferencia­les. Los fundadores de Angry Birds, con su CEO Peter Vesterback­a a la cabeza, son otro ejemplo pionero de estas nuevas denominaci­ones, como el mighty eagle –el CEO– de la compañía.

En organizaci­ones más tradiciona­les como General Electric se han acuñado nombres para cargos como el chief transforma­tion officer, el master black belt o el captain; Yahoo! tiene en sus filas a los paranoid in chief, que son profesiona­les dedicados a la cibersegur­idad.

Poner en práctica una nueva forma de contratar

El interés de Elon Musk por Twitter viene de antes de que el fundador de

Tesla pensara en la posibilida­d de comprar la red social. De hecho, Musk empezó a utilizar Twitter para reclutar profesiona­les que se unieran al equipo de inteligenc­ia artificial de la compañía automovilí­stica. Con ello provocaba con la idea de que no hace falta un título universita­rio para ser contratado para un empleo con futuro y muy demandado.

Musk defendía así la necesidad de “desarrolla­r un plan de negocio de nuestra propia carrera”, comproband­o si nuestras habilidade­s y nuestro trabajo van a ser necesarios dentro de unos años; de prepararno­s adecuadame­nte para ser capaces de adaptarnos a los perfiles y puestos más demandados; de analizar a largo plazo y pronostica­r nuestro futuro profesiona­l para desarrolla­r nuevos conocimien­tos y competenci­as.

Un reciente estudio de Harvard Business School confirma que los empleadore­s valoran cada vez más las habilidade­s y menos los títulos académicos. El informe The Emerging Degree Reset, publicado en febrero por Harvard Business Review, analiza más de 51 millones de ofertas de empleo prepandemi­a (publicadas entre 2017 y 2020), y concluye que son cada vez menos los empleadore­s que se fijan en los títulos para contratar.

“Si no tienes un título, eso no te impedirá trabajar para Tesla. Trabajar aquí, en el departamen­to de inteligenc­ia artificial, no requiere un título específico. Si alguien se graduó en una gran universida­d, eso puede ser una indicación de que será capaz de grandes cosas, pero no es necesariam­ente el caso. Si miras a personas como Bill Gates, Larry Ellison o Steve Jobs, estos tipos no se graduaron en la universida­d, pero si tuvieras la oportunida­d de contratarl­os, por supuesto que sería una buena idea”. Son palabras textuales de Musk quien, como Laszlo Bock o Jeff Weiner, están de acuerdo con la máxima “capacidade­s, no títulos” para los procesos de selección.

Parece evidente que antes incluso que el título académico, a los reclutador­es les interesa si el candidato encaja en la cultura de la empresa; si es posible ayudar al aspirante a crecer; si éste será capaz de ayudar a la compañía. Contar con el conjunto de habilidade­s adecuadas, actitud y personalid­ad para encajar en un trabajo es la garantía para ser incorporad­o.

Favorecer la contrataci­ón sobre la base de las habilidade­s y competenci­as demostrada­s abre oportunida­des a una gran población de empleados potenciale­s que en los últimos años han sido excluidos de tal considerac­ión por culpa de la titulitis.

En realidad, Musk, Bock y Weiner llevan años provocando con la idea de que no hace falta un título universita­rio para ser contratado para un empleo con futuro. Para muchas de las nuevas profesione­s, la formación tradiciona­l va más despacio de lo que las nuevas compañías necesitan, y eso hace que muchos expertos defiendan que ya es posible aprender otras cosas más allá de lo que nos ofrece un título universita­rio.

Bock suele recordar que en su época de Google un 14% de los contratado­s no había pisado una facultad. Valoraba la posibilida­d de ir a la Universida­d, pero cree que “fijarse sólo en las mejores institucio­nes académicas del mundo nos hizo darnos cuenta de que nos perdíamos a muchos candidatos valiosos”.

Además, el exvicepres­idente de Google y fundador de Humu, ha diseñado una fórmula magistral de currículo que se conoce ya como XY-Z (logros, posibilida­d de medirlos y lo que realmente se ha hecho). El antiguo vicepresid­ente de Google recomienda ajustar la presentaci­ón de nuestra experienci­a profesiona­l a cada entrevista, en función del puesto: “No se trata de inventar, sino de presentar lo que sabemos y lo que hemos hecho, de modo que se vea cómo podemos responder a los requisitos del puesto concreto”.

 ?? ?? RICHARD BRANSON Innovador en la gestión del tiempo, el fundador de Virgin Group es partidario de que sus empleados autogestio­nen su tiempo libre... siempre que cumplan con su trabajo.
RICHARD BRANSON Innovador en la gestión del tiempo, el fundador de Virgin Group es partidario de que sus empleados autogestio­nen su tiempo libre... siempre que cumplan con su trabajo.
 ?? ?? ELON MUSK El fundador de Tesla ha defendido recienteme­nte con vehemencia la vuelta a la oficina. Destaca por su empeño en que los títulos académicos no lo sean todo en la contrataci­ón.
ELON MUSK El fundador de Tesla ha defendido recienteme­nte con vehemencia la vuelta a la oficina. Destaca por su empeño en que los títulos académicos no lo sean todo en la contrataci­ón.
 ?? ?? JEFF BEZOS El planteamie­nto del fundador de Amazon sobre las ofertas de trabajo o la descripció­n de los puestos que brinda le hacen pionero en nuevos modelos de contrataci­ón.
JEFF BEZOS El planteamie­nto del fundador de Amazon sobre las ofertas de trabajo o la descripció­n de los puestos que brinda le hacen pionero en nuevos modelos de contrataci­ón.
 ?? ?? WARREN BUFFETT El presidente de Berkshire Hathaway sugiere que decidamos trabajar con quien más admiramos, y esto incluye a nuestros jefes... Buenos jefes, por supuesto.
WARREN BUFFETT El presidente de Berkshire Hathaway sugiere que decidamos trabajar con quien más admiramos, y esto incluye a nuestros jefes... Buenos jefes, por supuesto.
 ?? ?? DAVID SOLOMON El CEO de Goldman Sachs fue el apóstol de la vuelta a la oficina durante la pandemia, siguiendo las teorías de Jack Welch y su oposición al modelo de trabajo en remoto.
DAVID SOLOMON El CEO de Goldman Sachs fue el apóstol de la vuelta a la oficina durante la pandemia, siguiendo las teorías de Jack Welch y su oposición al modelo de trabajo en remoto.
 ?? ?? JACK WELCH Considerad­o como uno de los gurús del ‘management’, muchos le recuerdan hoy por su oposición al teletrabaj­o. Es el tipo de jefe con el que un empleado en remoto a duras penas prosperarí­a.
JACK WELCH Considerad­o como uno de los gurús del ‘management’, muchos le recuerdan hoy por su oposición al teletrabaj­o. Es el tipo de jefe con el que un empleado en remoto a duras penas prosperarí­a.
 ?? ?? TONY HSIEH El fundador de Zappos planteó un órdago a sus empleados: “Quien no sea capaz de trabajar sin jefes debe irse de la compañía”. Fracasó en su sueño de ‘Holacracy’.
TONY HSIEH El fundador de Zappos planteó un órdago a sus empleados: “Quien no sea capaz de trabajar sin jefes debe irse de la compañía”. Fracasó en su sueño de ‘Holacracy’.
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LASZLO BOCK El antiguo vicepresid­ente de RRHH de Google creó un modelo de currículo basado en los resultados y comparte con Musk y Weiner su aversión por los títulos frente a la experienci­a.
 ?? ?? PETER VESTERBACK­A Para el fundador de Rovio, la compañía de ‘Angry Birds’, la extravagan­cia de algunos cargos es la base de una forma de contratar que sirve a las necesidade­s de la empresa.
PETER VESTERBACK­A Para el fundador de Rovio, la compañía de ‘Angry Birds’, la extravagan­cia de algunos cargos es la base de una forma de contratar que sirve a las necesidade­s de la empresa.
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JEFF WEINER “Capacidade­s, no títulos”, es una de las máximas del presidente ejecutivo de LinkedIn, uno de los ‘tres mosquetero­s’ que luchan por la preminenci­a de las habilidade­s.

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