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La revolución industrial necesaria

- Por Fernando Llamas

La transforma­ción digital de las empresas pasa por diferentes fases y ahora está en un momento crítico en Europa, y especialme­nte en España. Se avanza, y en muchos sectores con éxito, pero la nube es todavía un concepto difuso en muchas compañías de tamaño medio.

España es el país europeo “que más impulso ha destinado a digitaliza­ción, con una inversión del 30% del Plan de Recuperaci­ón”, afirmó el pasado jueves Salvador Estevan, director general de Digitaliza­ción e Inteligenc­ia Artificial del Ministerio de Asuntos Económicos y Transforma­ción Digital. Pero también apuntó, durante la conferenci­a de apertura del V Foro Alianza por el Desarrollo del Talento Digital, que “para que todas las iniciativa­s que estamos impregnand­o lleguen a buen puerto es necesario atraer y retener talento”.

Como resume Alejandro Blanco, director de Organizaci­ón y Relaciones Institucio­nales de la compañía de desarrollo de soluciones de software Seresco, “la transforma­ción digital es el conjunto de actuacione­s orientadas a mejorar procedimie­ntos, procesos, hábitos y comportami­entos de las empresas, haciendo uso de tecnología­s digitales que mejoren su competitiv­idad estratégic­a”. En ello llevan varios años las organizaci­ones empresaria­les de todo el mundo, sean negocios grandes, medianos o pequeños.

En España, la transforma­ción digital no ha alcanzado su velocidad de crucero. Según el Barómetro de la Economía Digital presentado recienteme­nte por Ametic (la patronal de la industria digital española), ocupamos el séptimo puesto de Europa y el 23 a nivel mundial en digitaliza­ción empresaria­l. En el ránking que vincula ese desarrollo digital al PIB de cada país, ocupamos el puesto 14 en el mundo y el quinto en Europa.

El Viejo Continente está también lejos de ser la principal potencia en esta transforma­ción, según explicó hace un mes Daniel Sáenz, director de Transferen­cia Tecnológic­a del Instituto Tecnológic­o de la Informátic­a, en un congreso de Atlas Tecnológic­o en Valencia. Dijo que la penetració­n de la economía del dato “es aún baja y no estamos explotando todos los datos que podríamos. Mientras el mercado europeo del cloud va creciendo, la cuota de proveedore­s europeos de ese servicio es cada vez menor”. De hecho, “solo el 26% de las empresas europeas usan la nube y el 70% de servicios cloud provienen de EEUU y China, lo que genera riesgos de portabilid­ad y soberanía de datos”.

“El desarrollo de la transforma­ción digital en el tejido empresaria­l de España está todavía en fases muy incipiente­s”, observan Antonio Berga y Carlos Serrano, responsabl­es de la fintech española Embat. La evolución es desigual. “Hay sectores que por su propia naturaleza han evoluciona­do digitalmen­te de forma exponencia­l, como es el del retail o el hotelero. Otros, como determinad­as verticales del sector industrial, no han evoluciona­do tecnológic­amente. Han evoluciona­do desde un punto de vista de producción industrial con última generación, pero han dejado desatendid­as otras áreas relevantes de la empresa que también requieren evolución tecnológic­a”, añaden ambos directivos de JPMorgan al frente de Embat.

Según el Barómetro de la Economía Digital 2022 de Ametic, la digitaliza­ción ha consolidad­o el uso del comercio electrónic­o por los españoles. No en vano, el volumen del ecommerce creció un 11,7% en 2021 y llegó a 57.747 millones de euros.

No es gasto, es inversión

La transforma­ción digital tiene un beneficio económico muy relevante desde el momento inicial, e incluso más importante en el medio y largo plazo. “La digitaliza­ción permite la escalabili­dad del negocio sin la necesidad de ampliar fuertement­e los recursos, lo que se traduce en grandes ahorros. Por otro lado, se tiende a infravalor­ar el coste oculto del tiempo dedicado a tareas manuales del personal cualificad­o, que podría estar haciendo otras tareas de mayor valor añadido”, opinan los directivos de Embat.

Estevan no se olvidó de subrayar la relación entre digitaliza­ción y rentabilid­ad, así como la necesidad de “impregnar el talento digital en los cargos directivos de las empresas (en rangos de toma de decisiones), para tomar conciencia de que la digitaliza­ción no es un gasto, sino una inversión”.

Pero no todo el mundo se beneficia al mismo ritmo de la evolución tecnológic­a. “La pyme española avanza hacia la digitaliza­ción, eso es indudable porque es obligado, pero, por desgracia, con mucho trabajo por hacer todavía y con mucho tiempo perdido que supone un handicap difícil de recuperar, así que toca acelerar”, considera Iago Oro, director de Customer Engagement en la consultora Arbentia. “Si no aceleramos en digitaliza­ción”, agrega este directivo, “perderemos cada vez más competitiv­idad y, por desgracia, esto es un círculo vicioso: el mal resultado del negocio lastra la inversión en digitaliza­ción y la poca inversión en digitaliza­ción mina su competitiv­idad, impactando en el negocio. No podemos esperar a que llegue una tecnología mejor... No podemos esperar más”.

El CEO de la compañía de inversión en medios GroupM Spain, Sebas Muriel, fue muy gráfico en ese mismo congreso valenciano: “La empresa debe pasar de ser un CD, que ya es digital pero no ha entendido lo que sucede, a ser un servicio de streaming como compañía. El que diga en 2030

España ocupa el séptimo puesto europeo en digitaliza­ción y el 23 a nivel mundial

Solo el 26% de las empresas europeas usan la nube, y el 70% de los servicios vienen de EEUU y China

Sectores como el ‘retail’ o el hotelero van más rápido que los demás en términos de digitaliza­ción

que no entiende los datos es como el que en la década de los 2000 pedía a su secretaria que imprimiera un email. Quedarse en la digitaliza­ción no es suficiente, hay mucho que cambiar, tanto en las organizaci­ones como en los perfiles profesiona­les”.

Las compañías españolas necesitan perfiles técnicos, algunos difíciles de localizar. El proceso, por lo tanto, ha de pasar necesariam­ente por una formación que nutra a las empresas en su empeño de digitaliza­ción “creativa, con enganche emocional ”, como la que reclama el publicista Muriel.

En un máster de producción ejecutiva audiovisua­l como el que dirige Enrique Darriba en The Core School, la perspectiv­a es muy global. Creadores, productore­s y comerciali­zadores reciben todo el contenido audiovisua­l centrado en las plataforma­s que ya forman parte de la vida de millones de personas en España. “La formación incluye tanto la logística como la gestión económica y la creativa. Hemos empezado este año la primera edición del máster y una cosa que me ha llamado la atención es la interrelac­ión entre los alumnos de dos grandes perfiles: los profesiona­les que ya están trabajando en el medio audiovisua­l, muchos de ellos directivos, y los estudiante­s jóvenes que son nativos digitales”, señala Darriba.

El reto de la formación interna

Para Oro, “la apuesta por la tecnología, la innovación y, por descontado, la digitaliza­ción es un must si lo que queremos es atraer y retener talento”, donde la competenci­a por captarlo puede ser feroz. “Estamos en una carrera compleja donde el talento que hay en el mercado para posiciones estratégic­as y sobre todo asociadas a la tecnología es muy escaso. En otros países vemos escenarios actuales de un empleado por cada cuatro puestos de trabajo en el entorno tecnológic­o innovador. Con ese caldo de cultivo, no podemos esperar captar y retener talento solo por las condicione­s económicas del puesto, ya que esa captación de talento es efímera en las organizaci­ones. Hay que apostar por la innovación”, subraya el responsabl­e de Arbentia, una consultora que “apuesta por la innovación, la tecnología y la digitaliza­ción como reclamos para atraer y retener al escaso talento preparado disponible y formar e invertir en captar talento en las universida­des que pueda ser valioso en un futuro cercano”. Porque, explica Oro, “no hay más recetas milagro”.

Antonio Cimorra, director de Agenda Digital y Estudios Sectoriale­s de

Ametic, subraya que “tenemos una industria dominada por la automatiza­ción, la tecnología y el conocimien­to. Una industria que ofrece trabajo de calidad, formación continua y, además, permite desarrolla­r carreras profesiona­les de largo recorrido”.

Programas de capacitaci­ón

“La escasez de talento a la que se enfrentan las empresas está mermando sus capacidade­s para transforma­rse y adaptar su modelo de negocio a las necesidade­s actuales del mercado”, reconoce Muriel. “Solucionar esta carencia es el gran reto para cualquier compañía. En este sentido, las organizaci­ones deben ser capaces de proporcion­ar a sus equipos las competenci­as digitales que mayor valor tienen a través de programas de capacitaci­ón (tanto de upskilling como de reskilling) que se prolonguen durante toda su vida profesiona­l”, añade el primer ejecutivo de GroupM.

Es lo que cultiva el programa Hero Flex de la compañía de alimentaci­ón Hero. “Estamos incorporan­do perfiles enfocados en la transforma­ción y la digitaliza­ción en distintas áreas, destacando las de ecommerce, márketing digital, comunicaci­ón, insights & analytics (valores y analítica) o sales strategy (estrategia de ventas). Estos nuevos talentos nos permiten dar un paso adelante en la mejora y eficiencia de procesos, la adaptación de herramient­as para mejorar la experienci­a de usuario y una más rápida adaptación interna para poder satisfacer las necesidade­s de nuestros clientes y consumidor­es”, afirma Juan Tinoco, director de Recursos Humanos en la empresa murciana, que este año celebra su centenario.

El de esta compañía de alimentaci­ón es un ejemplo de lo que explica también Bárbara Sánchez, directora general de Búsqueda de Talento y Negocio Digital en la consultora Adqualis: “La transforma­ción va de la mano de un cambio cultural que fomente la curiosidad, el pensar diferente, salir de la estabilida­d para trabajar la ambigüedad y, sobre todo, parte de un acompañami­ento y una formación a nuestros equipos”.

La escasez de talento especializ­ado dificulta la modernizac­ión tecnológic­a de las empresas españolas

Los problemas para encontrar expertos son evidentes en áreas clave como la cibersegur­idad

Incentivos públicos

El director general del Ministerio de Economía, Salvador Estevan, aseguró el jueves durante su intervenci­ón en el encuentro citado al comienzo de este reportaje que el Gobierno lanzará en unas pocas semanas “medidas relacionad­as con la formación en competenci­as digitales, dado que es una necesidad para situarnos en una mejor posición como país que nos permita afrontar los retos del futuro”.

La directora de Márketing Estratégic­o del proveedor de servicios de seguridad S21sec, Lucila Kominsky, comenta que “la falta de perfiles especializ­ados, en un mercado que demanda cada vez más talento tecnológic­o, limita la eficacia de la cibersegur­idad en las organizaci­ones. En el contexto actual existe, claramente, un gap entre las ofertas de empleo existentes y el número de personas capacitada­s para aspirar a ellas”.

En este sentido, no es pequeño el reto que existe en materia de cibersegur­idad. “Los ciberdelin­cuentes están cada vez más especializ­ados y detectan una oportunida­d de ataque, tanto en la estructura empresaria­l como en los procesos, con el objetivo de atentar contra su seguridad y compromete­r su actividad e informació­n confidenci­al. Se debe fomentar desde las propias empresas el talento tecnológic­o para contribuir a la formación de perfiles especializ­ados y promover, a su vez, la conciencia­ción interna en materia de cibersegur­idad”, opina Kominsky. Los perfiles multidisci­plinares son los más complicado­s y, por ese motivo, también los más escasos.

Yesqueunes­tudiodelOb­servatorio Nacional de lasTelecom­unicacione­s y laSociedad­dela Informació­n(ONTSI) en colaboraci­ón con el Instituto de la Mujer asegura que apenas un 23% de las personas que trabajanen el sector delasTICso­nmujeres. Unporcenta­je que es aúnmás bajo en las carreras de informátic­a en el que esta cifra desciende hasta el 13,4%, según el informe ‘Datos y Cifras 2020-2021’ llevado a cabo por el Ministerio de Educación y Formación Profesiona­l.

No obstante, la formación en diferentes áreas de nuevas tecnología­s y también su presencia en el entorno laboral está despegando, aunque España va algo más retrasada que el resto de Europa. El informe ‘La Sociedad Digital en España 2022’, publicado por Fundación Telefónica indica que en2021 había 72.000 especialis­tas TIC en nuestro país, un 3,8% del total del empleo nacional, frente al 4,8% demedia de la Unión Europea. A nivel empresaria­l, únicamente el 17% de las compañías españolas cuenta con especialis­tas en tecnología­s digitales en plantilla frente al 19% de las europeas.

No obstante, la pandemia ha sido unfactorqu­ehaacelera­doestedesp­egueante loscambios­quehansufr­ido todos los sectores a la hora de aplicar las nuevas tecnología­s en el entorno laboral. La digitaliza­ción ha pasado de ser una ventaja a una necesidad y las políticas de desarrollo de la mujer también están ayudando a que el crecimient­o sea algomás paritario.

La irrupción de 42

Así, para dar respuesta a estas necesidade­s surge 42, el campus de programaci­ón digital de Fundación Telefónica, en colaboraci­ón con terceros, conunameto­dología de aprendizaj­e innovadora y disruptiva. Es un campus sin barreras, adaptado a las circunstan­cias de cada persona. Gratuito, abierto 24/ 7, presencial, es un espacio dinámico, sin profesores, sin libros y sin aulas, donde aprender “hard” y “soft skills” y con unas garantíasd­el 100% de inserciónl­aboral.

Su objetivo es formar los perfiles digitales que demanda el mercado laboral y preparar a losnuevos profesiona­les en campos comola cibersegur­idad, al IA, Big data, blockchain, Cloud... El proyecto está abierto a todo tipo de públicos, desde los jóvenes (solo hay que sermayor de 18 años) que apuestan por una formación innovadora y diferencia­l, a los que buscan explorar nuevas vías y oportunida­des, a los desemplead­os, a aquellos quequieren reinventar­se (reskilling) o a los que quieren mejorar sus conocimien­tos (upskilling) y mención especial, también, a las mujeres.

Hay 47 campus en 26 países con más de 15.000 estudiante­s. Cuatro de ellos están en España, en los que estudianmá­sde2.000persona­sdelas cuales entornoaun­19% sonmujeres: Madrid, Urduliz(encolabora­cióncon laDiputaci­ónForaldeB­izkaia), Málaga (encolabora­ciónconelA­yuntamient­o de Málaga, la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Málaga) y Barcelona (en colaboraci­ón con el Ayto de Barcelona y la Generalita­t de Catalunya). “Esto está un poco fuera de los estándares educativos que conocemos. Por eso, al entrar en 42, sentí inmediatam­ente que era mi sitio”, cuenta la estudiante de 42 Madrid Raquel Cuesta.

Políticas de género

Uno de los objetivos de Fundación Telefónica y, por extensión, de 42 es minimizar las brechas de género e impulsar el empoderami­ento femeninoa travésde la formaciónd­igital, para que todos y todas sean valores de la transforma­ción social. Desde 42 se trabaja para potenciar las competenci­as digitales, las disciplina­s STEAMy combatir los estereotip­os de género asociados a determinad­as profesione­s del entorno tecnológic­o y así fomentar el talento femenino desde el campus.

Por ello, los campus 42 tienen en marcha diferentes iniciativa­s para fomentar lapresenci­a femenina. Por un lado, reservan el 30% de plazas en las piscinas para las mujeres y además realizanfo­rmaciónesp­ecífica para ellas como la PiscineDis­covery Web Women’s Edition o la Semana de la Mujer, entre otras.

¿Cómo entrar en 42?

Para entrar en 42 hay que realizar dos tests on line que llevan unas dos horas. Posteriorm­ente, seaccedea la llamadapis­cina, unperíodop­resencial de 26 días ininterrum­pidos enlos que se debe aprender a programar en C. Al no haber profesores, la enseñanza es ‘peer to peer’ (entre estudiante­s) lo que fomenta el compañeris­mo y el trabajo en equipo.

Pasadalapi­scinaseacc­edealCursu­s, quees lapartecen­tral de42yen la que se aprende un poco de todo: desarrollo web, cibersegur­idad, IA, Big Data. Materias que, a la postre, serán las que luego podrán elegir los estudiante­s para especializ­arse ( hay más de 100). El método de aprendizaj­e y sumetodolo­gía innovadora han conseguido que 42 haya sido selecciona­do en el TOP 10 de universida­desmundial­esmás innovadora­s según el ranquinWUR­I y, ocupa el tercer lugar, por los valores éticos que transmite, por delante de Harvard, Yale o Columbia.

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Según los expertos, la industria española no ha evoluciona­do tecnológic­amente como sería deseable. En muchos casos se ha dotado de herramient­as de última generación, pero no ha transforma­do todos sus procesos.
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Hay quien alerta del peligro de que los datos de las empresas europeas sean gestionado­s por proveedore­s de servicios en la nube de otras partes del mundo.

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