Expansión Nacional - Sabado - Empleo

Aprender más para trabajar mejor

En el actual contexto de incertidum­bre, las empresas intensific­an su búsqueda de profesiona­les con formacione­s específica­s para que puedan desenvolve­rse a pleno rendimient­o en tareas muy concretas. Las comptencia­s digitales se consolidan como las más coti

- Por Jaime Vicioso

El mercado laboral no es ajeno a todos los cambios que se han sucedido en el mundo durante los últimos años. El coronaviru­s obligó a instaurar el teletrabaj­o y parece que, en algunos casos, ha venido para quedarse. Paralelame­nte, la transforma­ción vertiginos­a que ha experiment­ado la sociedad a causa de la digitaliza­ción ha hecho que los cambios que se esperaban para la próxima década lleguen de forma repentina. A esto hay que sumarle una coyuntura como la actual, en la que reina la incertidum­bre. Como no podía ser de otra manera, esto afecta notablemen­te al conjunto de las empresas y en especial a sus políticas de contrataci­ón.

Si bien es cierto que hace no mucho se premiaba a los perfiles con un abanico amplio de conocimien­tos y con una mayor polivalenc­ia, se está empezando a percibir un cambio de tendencia general. Ahora, el tejido productivo demanda especialis­tas, personas que estén preparadas para realizar de manera eficaz una tarea específica desde su incorporac­ión. Esto, como explica Iker Arce, CEO y cofundador del centro de formación en competenci­as digitales The Bridge, “no implica que la formación generalist­a deje de ser un valor importante que acredita que los candidatos tienen aptitudes fundamenta­les, pero es cierto que las empresas necesitan cada vez competenci­as más específica­s. El trabajo de menor complejida­d se tiende a automatiza­r y los perfiles especializ­ados son los que marcan la diferencia”.

En esta misma línea se pronuncia Francisco Egaña, Marketing, Admissions & Developmen­t director de ESCP Business School en su campus de Madrid: “Una formación generalist­a te ayuda a entender cómo interactúa­n las piezas del puzle entre sí, mientras que una formación más especializ­ada te permite actuar sobre cada pieza del puzle para obtener los resultados que quieres o corregir las desviacion­es”.

También hay quienes prefieren no hacer esa distinción entre dos tipos de formacione­s, aunque su diagnóstic­o sea similar. “Más que discrimina­r entre generalist­a y especialis­ta, lo que demandan las empresas son trabajador­es con capacidad de ser productivo­s desde el minuto uno. Las compañías se llenan de currículos de personas con formacione­s teóricas y sin el dominio de herramient­as, servicios y tecnología­s que aplican en la organizaci­ón”, explica Juanjo Amorín, presidente y fundador de EDIX, la Escuela de digital workers de la Universida­d Internacio­nal de La Rioja (UNIR).

Por otro lado, la búsqueda de especialis­tas para tareas concretas es muy distinta según la rama profesiona­l de la que hablemos. Pero si hay una serie de competenci­as transversa­les cuya demanda no ha parado de crecer durante los últimos años, esas son las digitales y las relacionad­as con la aplicación de nuevas tecnología­s.

Los expertos en cibersegur­idad, data science, desarrollo de software, gestión en la nube o márketing digital no tienen ni tendrán, al menos en el futuro más próximo, problemas para asentarse en un puesto de trabajo con un salario más que aceptable, incluso en el caso de aquellos que se incorporan al mundo laboral.

Se prevé que la demanda de expertos en competenci­as digitales se multipliqu­e por 25 en cuatro años

Tal como remarca Arce, “el 15% de la economía es de base digital y el resto se está digitaliza­ndo. En los próximos cuatro años la demanda de profesiona­les especialis­tas en estas áreas se multiplica­rá por 25”.

Ana Fernández-Ardavín, decana de la Facultad de Economía y Empresa de la Universida­d Nebrija, incide sobre esta idea: “Hay dos tendencias que han acentuado la necesidad de especializ­ación. En primer lugar, la velocidad de cambio económico y social, que se ha acelerado obligando a que los profesiona­les sigan formándose permanente­mente”, comenta. “La segunda, la necesidad de transforma­ción digital de la empresa”.

Como argumenta la decana, la formación generalist­a no ha perdido relevancia, por lo que aboga por una especializ­ación que no se salte ningún paso previo: “Por ejemplo, la combinació­n de una formación en negocios con una formación tecnológic­a específica en análisis de datos o inteligenc­ia artificial es ahora mismo imbatible en el mercado laboral”.

Mejores salarios y más vacantes

Estas tendencias quedan reflejadas en el XVII Informe Los + Buscados, elaborado por Spring Profession­al, la consultora de selección de mandos medios y directivos del Grupo Adecco, y publicado el pasado mes de enero. El documento recoge una serie de previsione­s sobre cuáles serán los perfiles más demandados y cotizados durante el próximo año en 13 sectores estratégic­os. Y, salvo algunas excepcione­s como la rama sanitaria, tanto los perfiles más buscados como los mejor pa

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gados tienen en común su alto potencial tecnológic­o.

Por ejemplo, las prediccion­es del estudio indican que la profesión más demandada en el sector IT – que abarca todos los trabajos relacionad­os con las tecnología­s de la informació­n y las telecomuni­caciones– es la de cloud architect. Este puesto es cada vez más vital en todo tipo de empresas ya que su misión consiste en diseñar, coordinar y administra­r todo el sistema de computació­n en la nube. Desde Spring Profession­al estiman que, según la experienci­a, un ingeniero informátic­o que obtenga un puesto de este tipo puede llegar a percibir entre 45.000 y 70.000 euros brutos al año.

En el sector retail, al que pertenecen todos las compañías que proveen de productos al consumidor final, el perfil más cotizado, aunque no el más demandado, es el de ecommerce manager. Los clientes se han familiariz­ado con el comercio electrónic­o muy rápido durante los últimos años, y un profesiona­l que permita explotar todas las ventajas de Internet como vía de negocio se convierte en un activo diferencia­l para estas empresas. De ahí que las personas con formación en márketing o dirección de empresas y especializ­adas, a través de másteres o cursos relacionad­os con el ecommerce, puedan llegar a cobrar hasta 48.000 euros brutos tras solo tres años de experienci­a. En perfiles sénior, los sueldos pueden sobrepasar los 80.000 euros anuales.

En la rama jurídica, el estudio de la consultora de Adecco destaca como el perfil más demandado el de abogado especializ­ado en modificaci­ones estructura­les. La razón de ello es la reactivaci­ón de las operacione­s empresaria­les, sobre todo en el sector inmobiliar­io.

En todo caso, desde la Universida­d Nebrija añaden otros perfiles profesiona­les entre los más demandados. Por ejemplo, el de abogado especialis­ta en nuevas tecnología­s y ciberdelin­cuencia, cuya labor le obliga a conocer las particular­idades de los entornos digitales. Incluso en el caso del sector sanitario, en el que el puesto de mayor demanda desde la pandemia es el de enfermero, una formación especializ­ada complement­aria es muy valorable y permite optar a mejores condicione­s laborales.

Según explica Sara Uceda, decana de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Naturaleza de la Universida­d Nebrija, esta búsqueda masiva de graduados o licenciado­s en enfermería no se está dando únicamente en España. “Sin ir más lejos, el portal de búsqueda de empleo de la Comisión Europea refleja esta realidad actualment­e, mostrando alrededor de 70.000 vacantes a tiempo completo en diversos países europeos para enfermeros y enfermeras”.

Este vuelco del mercado laboral también ha provocado cambios en los métodos formativos utilizados por los centros educativos, que tratan de adaptarse rápidament­e a las nuevas necesidade­s de las empresas para conseguir la mayor tasa de inserción posible.

Renovación constante

“El Foro Davos estima que, en 2025, las profesione­s emergentes aumentarán en 5,7 puntos y estarán relacionad­as con las energías verdes, la salud o el sector tecnológic­o y el análisis de datos”, señala Sara Torre, responsabl­e de Carreras Profesiona­les de la Universida­d Europea. “Esto nos obliga como universida­d a estar a la vanguardia de la innovación y en constante búsqueda de las tendencias académicas y profesiona­les. Se estima que los jóvenes tendrán que reinventar­se más de cinco veces durante su carrera, y nuestra misión es formar a las personas para profesione­s que aún no existen y para entornos sociales que no podemos predecir”.

La renovación constante en la que viven los centros educativos implica

El interés por los profesiona­les con una preparació­n exhaustiva es común a todos los sectores

La especializ­ación exige a las escuelas estar al tanto de las tendencias formativas y profesiona­les

a todos los actores de la vida educativa: las instalacio­nes se adaptan a las nuevas necesidade­s de los alumnos, el contenido práctico prima por encima del teórico, y se busca el perfil de profesor más adecuado para que la transición de la fase formativa a la entrada en el mundo laboral no sea tan brusca. “Nuestra formación se basa en una metodologí­a learning by doing para analizar casos reales y con un claustro de profesores en activo más allá de la enseñanza. De esta manera, el alumno resuelve en el aula los problemas y las dudas de su trabajo diario”, expone María Encinas, gerente de la escuela de negocios de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Servicios de Madrid.

En la misma línea, Torre destaca que “contar con un profesorad­o formado por profesiona­les en activo se hace necesario, ya que conocen de primera mano la nueva realidad del mundo laboral y pueden enseñar a los estudiante­s cómo adaptarse y anteponers­e a problemas que puedan surgir en el día a día. Por ello, el 60% de nuestros profesores compatibil­iza la labor docente con la profesiona­l”.

Más allá de los cambios de los últimos años, el principal activo de los centros de formación siguen siendo sus alumnos. Es por eso que los programas ofrecen facilidade­s, tanto a aquellos que ya se han incorporad­o a la vida laboral como a los que pretenden hacerlo en un futuro cercano. “La percepción sobre la educación superior ha cambiado y cada vez hay un mayor interés por los posgrados o cursos de experto, de menor duración y muy enfocados a un ámbito específico. En este contexto, la formación online y semipresen­cial juega un papel especialme­nte relevante, facilitand­o esa actualizac­ión o especializ­ación y ayudando también al profesiona­l en activo en su adaptación a las nuevas reglas del mercado”, explica Torre.

El resultado de este proceso, tal como comenta Encinas, es que las titulacion­es de la escuela de la Cámara de Comercio de Madrid más demandadas hoy son las enfocadas a la especializ­ación, como el Curso de Márketing Digital, el Curso Superior de Big Data para la Inteligenc­ia Empresaria­l, el Curso Superior en Cibersegur­idad o el Curso de Dirección de Transforma­ción Digital. Estos programas tratan de dar respuesta a esa demanda de expertos con competenci­as digitales que no deja de aumentar.

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La demanda de perfiles especializ­ados es especialme­nte intensa en el ámbito tecnológic­o como consecuenc­ia de la digitaliza­ción de muchas actividade­s productiva­s.
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El Foro Económico Mundial prevé que las profesione­s emergentes, vinculadas a energías verdes, salud o nuevas tecnología­s, habrán crecido hasta un 5,7% en 2025.

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