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El peligro de caer en las redes del ‘jovialismo’
Lo que algunos denominan ‘jovialismo’ lleva a confundir la inteligencia emocional con ser simpático, alegre y positivo, cuando en realidad es la forma de gestionar nuestras emociones ante diferentes circunstancias. Andrés Pérez Ortega, consultor en estrategia personal, cree que este ‘jovialismo’ puede llegar a ser un problema si convierte la felicidad en un dogma, “y si la valoración de los jefes o compañeros de un profesional depende del buen ambiente que pueda crear en lugar de los resultados que pueda generar”.
La idea del ‘jovialismo’ puede parecer nueva, pero durante la pandemia de coronavirus, en el otoño de 2020, ‘The Washington Post’ se hacía eco de algunos estudios que criticaban el hecho de que las empresas y empleadores vivieran obsesionados con animarnos y hacernos felices. Algunas modas sobre el bienestar o la felicidad en el trabajo dan alas a los exagerados de la felicidad que viven en un estado de ánimo impostado que lleva a negar la realidad negativa y que hace que estos profesionales sean tan manipulables como otras tribus: como los cenizos o los pesimistas perpetuos.
Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, cree que “frente a los que son sinceros, claros, auténticos y asertivos están los que fomentan un conformismo o una felicidad fatua, no auténtica, que no es más que una pose que implica un querer agradar y ser aceptado por los demás... Y esto remite a una cuestión de falta de autoestima”.
Además, buscar una felicidad impostada y sobreactuada puede convertirse en una “positividad tóxica” dañina. Y perseguir la satisfacción laboral de esa manera aumenta la desdicha. Aparece así una tribu laboral decidida a ocultar sus preocupaciones y ansiedades, formada por optimistas hasta la médula que están dotados de un optimismo contagioso las 24 horas.
Muchos de esos profesionales adscritos a esta tribu pretenden parecer productivos en su trabajo. De la misma forma que se acuñó el concepto de ‘presentismo’, hay quien habla ahora de ‘pleasanteeism’ para identificar a este tipo de profesionales empeñados en mostrar lo mejor de ellos, justificar que están bien, independientemente del estrés, la presión excesiva, o la imposibilidad de adoptar los nuevos modelos de trabajo flexibles...