Acciones básicas

Encuentre el trabajo adecuado. La clave del éxito profesional, para cualquier tipo de personalidad, es encontrar el rol ajustado a sus necesidades. Así, un introvertido (no un raro) debería escoger un puesto que le permita operar de forma autónoma, en una organización que le brinde la posibilidad de trabajar en un entorno tranquilo.

Lo que se conoce como “trabajos cerebrales”, en lugar de los sociales, son más aptos para los introvertidos, que también funcionan mejor en aquellos equipos en los que cada participante tiene bien definido su rol.

La gestión de los compromisos sociales es la parte más difícil para un introvertido, que no debería comprometerse demasiado, aunque se sienta culpable por decir que no. Los expertos sugieren que es mejor ser selectivo y feliz que infeliz, o sentirse abrumado o agotado. Conviene establecer metas y expectativas realistas para los actos o eventos.

Queda demostrado que tanto la introversión como la extroversión no son sólo rasgos naturales de liderazgo; también se consideran inmensamente valiosos. Por eso se recomienda al introvertido que no sea tímido acerca de sus talentos.

Un estudio de Wharton revela que los introvertidos son en realidad mejores líderes debido a su capacidad para delegar con éxito. Es importante salir de la zona de confort de vez en cuando, pero lo primero debería ser “abrazar las propias fortalezas”. Los introvertidos son persistentes, diligentes y enfocados en el trabajo. Si se les da un problema difícil de resolver trabajarán más duro y durante más tiempo que los extrovertidos.