Expansión Nacional - Sabado - Empleo
Un puesto que sigue acumulando jerarquía
Actualmente se buscan gestores de personas empáticos, comunicativos, resilientes y provistos de una alta tolerancia a la frustración. Su figura ha adquirido mucha relevancia durante los últimos años, por su rol estratégico y generador de valor para las or
La función de los gestores de recursos humanos es una de las que más ha evolucionado durante los últimos años, situándose entre las más relevantes para muchas compañías. Ya no se trata sólo de ese departamento responsable de ejecutar las nóminas, velar por la formación de los empleados, negociar convenios o intermediar con los comités de empresa. Ahora, sus labores son más amplias y complejas. La principal: atraer, desarrollar y fidelizar el talento, el principal activo de un creciente número de empresas y un desafío que muchas afrontan ahora como en su momento hicieron con la digitalización o la sostenibilidad.
“Durante los últimos años ha habido una tendencia global a poner cada vez más a las personas en el centro de la estrategia de las organizaciones”, explica Juanvi Martínez, director de RRHH y de consultoría de capital humano en Mercer Consulting. Según el reciente Estudio Global de Tendencias de Talento 2022 de esta firma, ocho de cada diez altos ejecutivos afirman que las agendas del negocio y de las personas nunca han estado más interrelacionadas. Asimismo, nueve de cada diez responsables de RRHH afirman elaborar ahora más estrategias con los ejecutivos sobre los riesgos del capital humano.
Los cambios que han acontecido en la economía y las empresas a nivel mundial han traído perfiles profesionales y un mercado laboral cada vez más dinámico y exigente. A esto hay que añadir una volatilidad de profesionales jamás vista hasta la fecha, en el marco de lo que se ha definido como la Gran Renuncia. “Todos estos efectos han obligado a las empresas a cuidar el talento más que nunca y a reforzar su gestión a través de políticas cada vez más avanzadas y personalizadas”, explica Jordi Berenguer, general manager de AdQualis Executive Barcelona. “Por fin se ha entendido que tal como cuides a las personas así te irán los negocios. La experiencia del empleado impacta directamente en la del cliente y, en consecuencia, en la cuenta de resultados”, afirma Mar Cárdenas, directora del Máster en Dirección de Personas y Gestión de Recursos Humanos de ESIC.
La nueva gestión del talento
La forma de trabajar ha cambiado, pero también lo que las personas valoran de las organizaciones. El informe de Employer Brand Research 2021, elaborado por Randstad, muestra que lo que buscan los trabajadores en un empleador es un salario atractivo, conciliación profesional y personal, seguridad laboral, ambiente de trabajo agradable y condiciones flexibles.
“La globalización, la transformación de la movilidad, la importancia del propósito en las organizaciones, el foco en el bienestar, la flexibilidad (incluyendo el teletrabajo) y el aprendizaje continuo hacen que la gestión del talento sea muy diferente a como se perfilaba hace unos años”, afirma Martínez. De hecho, la prioridad actual para un 63% de directivos es preservar la salud y el bienestar físico y emocional de sus empleados, según el informe Skills Revolution Reboot 2021, de ManpowerGroup. “Hoy el reto es ser una empresa donde todo el mundo quiera trabajar”, asegura Cárdenas.
Ese desafío recae sobre el responsable de recursos humanos, cuya función, según Martínez, se ha convertido en “crítica para la competitividad presente y futura de las organizaciones”, algo que la crisis sanitaria ha acelerado. Todo ello ha hecho que su figura haya ido escalando peldaños en las organizaciones, hasta convertirse en uno de los perfiles más demandados actualmente por las empresas.
Cada vez más empresas entienden que el rumbo de sus negocios está ligado al cuidado de su talento
Conocimientos y habilidades
Administrar el talento implica gestionar diversidad, necesidades personales con un elevado componente emocional, carreras profesionales diversas, ambiciones y desempeños. Personas, al fin y al cabo. Para ello, las organizaciones necesitan más
que nunca actualizar sus estrategias. “Hay que saber escuchar, tener empatía, mostrar resiliencia y adaptabilidad ante los cambios, una alta tolerancia a la frustración y grandes dotes comunicativas y de relación interpersonal, sin olvidarnos de la capacidad para gestionar el negocio. Hoy, los profesionales de recursos humanos deben tener unas soft skills muy desarrolladas para enfrentarse con éxito a los innumerables retos que plantean las organizaciones en entornos tan dinámicos y cambiantes”, cuenta Berenguer.
En resumen, se busca un perfil trasversal capaz de liderar la gestión del cambio. “En muchas ocasiones, hemos leído esa frase de si cuidas a tus empleados, ellos cuidarán de tus clientes. Y así es en el sentido más amplio de la palabra. Cuidar es atraer, retener y desarrollar el talento. Velar por que las personas encuentren un propósito para hacer lo que hacen a diario, se sientan arraigadas a la compañía y disfruten de su labor profesional. Esa es, precisamente, la magia de los gestores de talento, muchas veces desde la sombra y con menos reconocimiento del que merecerían”, concluye Berenguer.