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Pioneros de la renuncia laboral en Tiktok
Empresas como Shopify, Target o los Detroit Pistons están consideradas como pioneras en el uso de Tiktok como herramienta de selección de personal para la búsqueda de empleo.
Aparte de los bailes virales, hay quien piensa que la red social –como algunas otras no tan habituales– implica una oportunidad de aportar más valor a la experiencia de las personas. Y resulta fundamental cuando hacen falta estrategias diferentes de búsqueda.
Tiktok ha llegado a convertirse en un lugar en el que los reclutadores encuentran a personas con ideas frescas. Obviamente, esto no vale para cualquier perfil o profesión, pero tiene cierta utilidad cuando persiste la necesidad de distinguirse y hacerse visible en un mercado hipercompetitivo.
Más allá del reclutamiento y la selección, últimamente Tiktok ha adquirido cierta relevancia en todo aquello que tiene que ver con la ‘gran dimisión’, la frustración laboral, las soluciones para el equilibrio entre la vida profesional y la personal y, sobre todo, como altavoz con el que muchas personas hacen pública su experiencia de dejar el trabajo. Precisamente la actividad de Zaid Khan como ‘tiktoker’ ha dado relevancia al fenómeno de la ‘renuncia tranquila’ (’quiet quitting’), un concepto que habla de no rechazar directamente el empleo que nos frustra sino de renunciar a la idea de “ir más allá". Aprovecha las circunstancias de la ‘gran dimisión’, que lleva a millones de empleados a exigir más de sus experiencias laborales y pedir aún más equilibrio laboral.
Aunque algunos atribuyen al ‘youtuber’ Timothy Ward la autoría de este movimiento de “hacer lo suficiente para salir adelante y no ser despedido”, ha sido la actividad en Tiktok del indio Khan la que da relevancia mundial a esta renuncia tranquila... Mucho más tranquila y
prudente que la de otra ‘pionera’, Shana Blackwel, la primera en utilizar esta red social para anunciar que se iba de su empresa, añadiendo todas sus quejas.
Esta cajera del turno de noche de Wallmart en Texas rompió todas las reglas establecidas del ‘saber irse’ en octubre de 2020 dándole una vuelta de tuerca a lo que se conoce en el ámbito laboral como ‘vómito tóxico’, que es la queja furibunda contra el jefe, la empresa o los compañeros.