Emprendedores

Francisco Polo

Francisco Polo montó en un fin de semana una startup que consiguió 450.000 usuarios activos en sólo diez meses (Actuable), un emprendimi­ento social que vendió antes de cumplir un año a una startup capaz de conseguir dinero de Bill Gates (Change.org). En l

- RAFAEL GAL ÁN

nos cuenta cómo pasó de montar (y vender) en un año su empresa Actuable a Change.org, organizaci­ón en la que hoy ejerce de director y que tiene por delante el reto de hacer rentables sus más de 12 millones de usuarios activos registrado­s.

Francisco Polo parece un púgil cuando entra en la luminosa sala de reuniones de las oficinas de Change.org en la calle Gran Vía de Madrid. Luce en el puente de la nariz una cicatriz fea, todavía fresca, que cuadra a la perfección con su complexión de deportista y, no lo niego, con la imagen de un emprendedo­r que ayuda a cualquier ciudadano a alzar la voz contra una injusticia desde una startup tecnológic­a que ofrece una plataforma desde la que organizar peticiones y conseguir firmas de apoyo. Un día antes nos pidió que aplazáramo­s la sesión de fotos porque el partido de rugby del sábado anterior fue de esos de los que no se sale de rositas. Polo forma parte desde hace cuatro años del equipo Madrid Titanes, el primer club gay inclusivo de rugby en España. “Ahora entiendo por qué querías aplazar las fotos”, le digo, y señalo, como un niño, la cicatriz.

“Eso no es nada”, me dice. “En un par de semanas esa cicatriz ya no está. Lo que me duele es el hombro. Casi no lo puedo mover. Llevo tres noches sin dormir...”.

Si esperas ahora volver a leer la historia del chaval que sufrió bullying en el colegio, dejó sus aspiracion­es a diplomátic­o después de cursar la carrera de Derecho en E SADE para promover en redes sociales que se prohibiera la fabricació­n y venta de las bombas racimo en España (lo consiguió) y que escaló puestos en el PSOE hasta llegar a ser responsabl­e de sus campañas en redes sociales y luego dejó el partido descontent­o con la política, quiso importar a España una startup de San Francisco y como esa startup no estaba preparada para dar el salto al otro lado del Atlántico decidió montar su propia startup, te has equivocado de artículo.

¿De qué va, entonces? De hacerse preguntas sobre un emprendimi­ento de éxito protagoniz­ado por un emprendedo­r español. Porque montar negocios va de hacerse preguntas. Las preguntas correctas.

¿Cómo consiguió una startup española con tan sólo nueve meses de vida que una startup estadounid­ense

la comprara, la misma que él había querido traer a Europa? ¿Por qué vendió un emprendedo­r español una empresa con un potencial de crecimient­o por encima de la media? Y la más importante de todas: ¿Habría sido capaz ese mismo emprendedo­r de sacar adelante el proyecto si no la hubiera vendido? Porque tiene sentido para una empresa extranjera comprar un negocio español que ha conseguido medio millón de usuarios en nueve meses. Pero, ¿tiene sentido deshacerse de algo que has sido capaz de hacer crecer tan rápido?

“En su momento tomé una buena decisión”, cuenta ahora Francisco Polo, director de Change.org en España y fundador de Actuable, la startup que montó en un fin de semana en un apartament­o del barrio de La Latina, estilo hackathon, junto a Álvaro Ortiz y Fernando Blat y que fue adquirida por la empresa matriz del negocio que ahora dirige .“Hoy, con 35 años, siete años después, si hubiera tenido este conocimien­to, no habría vendido. Con el conocimien­to que tengo ahora, con las habilidade­s que tengo ahora tomaría otra decisión”, reitera este emprendedo­r.

“TIENES QUE SABER EN QUÉ ERES BUENO” Entre abril de 2011, cuando Change.org le hace una oferta en firme para adquirir la empresa, y septiembre de 2011, cuando se hace efectiva la adquisició­n, Polo tiene tiempo de replantear­se si vende o no (vamos que tiene la oportunida­d de echarse atrás), así que la decisión final no es de las que se toman de cualquier manera, de un día para otro. ¿Por qué toma entonces la decisión de vender? Porque no es ni el tipo de empresa, ni el tipo de emprendedo­r, ni el tipo de operación que tienen como objetivo forrarse.

“Hay que saber en lo que uno es bueno y saber en lo que no. Era consciente de que era un chaval de menos de 30 años que no tenía ni idea de emprendimi­ento, que estaba haciendo algunas cosas bien sin saberlo, pero que también tenía muchas incógnitas acerca del futuro, que tenía que recorrer muchos caminos que no había transitado y cuyas probabilid­ades de fracaso existían... y la probabilid­ad era elevada. En ese momento decidí que lo mejor era vender a una organizaci­ón mucho más grande, con más conocimien­to en muchos terrenos. En algunos terrenos luego he visto que no era así, pero en otros muchos sí. Me permitía entrar en una senda de aprendizaj­e y de crecimient­o personal. Y resultó ser una buena decisión”, cuenta ahora.

Hablando de incógnitas... rebobinemo­s ahora hasta el 17 de noviembre de 2010, dos meses después de salir al mercado con la primera versión de Actuable para entender el crecimient­o de esa startup.

El inversor privado Iñaki Arrola( inversor en SinDelanta­l, The Mad Video, CartoDB, Promofarma, Chicísimo, Salupro, Hooks, o iContainer­s, entre otras, y fundador de Coches.com) escribe en su cuenta de Twitter (24.000 seguidores): “Cada vez que escucho en un pitch que los usuarios van a venir por viralidad, marketing de guerrilla y redes sociales...”.

Resulta que Francisco Polo, que le había conocido en un Iniciador a finales de mayo, se atreve a responderl­e casi de inmediato: “@ar rola Pues nosot ros lo hemos conseguido así. Bueno, y creando algo chulo. :)”.

Unos días después Polo y Arrola quedan a comer en el restaurant­e japonés Nagoya, un pequeño local céntrico de Madrid, con pocas mesas, demasiado pegadas las unas a las otras. Polo le cuenta a Arrola su proyecto. A Arrola no le convence lo que le cuenta, no le cuadran las cifras, no cree que el modelo tenga recorrido. El propio Arrola nos lo cuenta: “No me voy a tirar ahora una flor que no merezco porque sería mentira. Yo el modelo no me lo creía y tampoco creía no sólo que pudiera crecer tanto, sino que la empresa pudiera tener un impacto económico: vamos, que las ONGs le pagaran pasta. Cuando me fijé en el modelo de Actuable, pensé que no podía crecer. Pero luego ocurrió el 15–M... Hay muchos inversores que dicen: Esto va a pasar... Y la verdad es que no tenemos ni idea. Más adelante Paco me llamó para decirme: He vendido la empresa. Tengo algún amigo que invirtió y que todavía se ríe de mi... ”. Polo, por cierto, pagó la comida.

“TENÍAMOS 30.000 USUARIOS... EN TRES SEMANAS” ¿Qué es exactament­e lo que había conseguido? ¿Qué es a lo que se refería en su tuit? A esto: “En tres semanas habíamos conseguido ya tener 30.000 usuarios. En cuatro meses, 90.000; en ocho meses, 200.000, y a finales de mayo, casi medio millón. Cuando se efectúa la adquisició­n en septiembre de 2011, estábamos ya en 850.000 usuarios... en un año”, recuerda Polo.

El 15 M resultó fundamenta­l. Entres días duplicaron el número de usuarios. Hay una foto del ingeniero que diseñó la plataforma, Fer nando Blat, un habilidoso programado­r valenciano de back end, en una delas manifestac­iones del 15M en la puerta del Sol de Madrid tecleando en su portátil sobre el terreno para que no se cayeran los servidores.

Pero no es sólo que Ar rola no viera el modelo. Es que tampoco lo vio el socio de Polo en Actuable, Álvaro Ortiz, emprendedo­r (SinDelanta­l, Mumumio, CartoDB, Populate) y business angel, cuando le contó su proyecto por primera vez. Aunque Ortiz decidió ayudarle. Así lo recuerda Ortiz: “Me contó que tenía ganas de montar el proyecto y de ir a buscar dinero para montarlo. Le dije que no tenía ningún sentido que fuera a buscar dinero todavía porque no estaba claro si iba a funcionar. Le dije: No hay precedente­s, a ver hasta qué punto las ONGs van a estar dispuestas a invertir en online (porque hasta entonces no lo habían hecho). Tenía todo los ingredient­es para que no funcionara. Y le dije: Dado que el producto es sencillo, por qué no

CUANDO MONTÉ MI NEGOCIO ERA CONSCIENTE DE QUE LA PROBABILID­AD DE FRACASO EXISTÍA... Y ERA ELEVADA

nos juntamos con un programado­r que conozco desde hace muchos años, y por qué no montamos entre los tres un prototipo, lo ponemos en marcha y vemos realmente a qué velocidad somos capaces de captar usuarios y a partir de ahí ya vemos si vamos a inversores...”.

“Cuando creamos Actuable, me fui a hablar con quienes yo creía que iban a ser mis clientes, las ONGs. Efectivame­nte me mostraron un gran interés por solucionar su problema: generar ingresos para poder cumplir con su misión y poder tener gente que esté trabajando en el terreno yen las oficinas. Les planteé conseguir gente que quisiera ser socia por un coste inferior al que ya estaban pagando. El modelo de Actuable era ayudar a las ONGs a hacer socios. Funcionaba. Invertían en ese modelo. Y con seguían socios. Pero no podíamos hacerlo a la velocidad que nosotros queríamos –lo mismo que nos ha ocurrido ahora con Change.org–. Necesitába­mos que el crecimient­o fuera una curva casi vertical. Esto no ocurrió y, de hecho, cuando tenía que dar el giro a otro modelo de negocio, cuando iba a pasar de CPA, adquirir socios, a CPL, de generación de leads, fue cuando llegó Change.org y nos compró”, resume Polo.

Desde entonces, la filial española ha sido la que más ha crecido en toda la red, donde hay un mayor número de usuarios activos (recuerda, 12 millones), y donde hay un mayor número de victorias.

Para Polo, sin embargo, la pregunta no es si podría haber conseguido solo –lo de solo es un decir– lo que ha conseguido con el respaldo de una organizaci­ón mayor, sino si podría repetir la hazaña ahora.

“Si vuelvo a crear una empresa, tengo claro que mi empresa va a ser una empresa global, de Internet y con sede en España. Pero si quiero hacerlo, no puedo. Porque en España no puedo competir. En el próximo Actuable que yo cree, quiero tener al mejor ingeniero de Twitter y al mejor ingeniero de Facebook y al mejor ingeniero de Snapchat y al mejor ingeniero español. Le voy a ofrecer un sueldo, venirse a trabajar a España... pero hay una cosa en la que no puedo competir: el paquete de opciones sobre acciones. Cuando al ingeniero deTwit te r le ofrecen irse aun ast ar tup desconocid­a del área de San Francisco, le van a dar un buen sueldo y un plan de stock options: la promesa de que si esa empresa se vende algún día, o hay posibilida­des de generar liquidez, que se pueda ganar dinero por esas acciones, él va a tributar como lo que es, una inversión, una apuesta que puede funcionar o no. En España, las stock options tributan como rentas del trabajo”, desgrana.

“Y como no puedo tener a los mejores, ¿cómo voy a atraer a los grandes inversores si no tengo al mejor equipo?”, se pregunta. /

LA ACTUAL TRIBUTACIÓ­N DE LAS ‘STOCK OPTIONS’ EN ESPAÑA NOS IMPIDE ATRAER AL MEJOR TALENTO A LAS STARTUPS

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