CAFÉ SAULA
Mimo en la selección y el tostado
Esta empresa nació en 1950, cuando el negocio del café era un monopolio estatal. En los años 80, con la liberalización del mercado, entraron las grandes multinacionales (General Foods –Saimaza–, Nestlé –La Estrella– y Douwe Egber ts, actual JDE –Marcilla–) que compraron las principales compañías de nuestro país, acaparando alrededor de dos tercios del mercado. “Las empresas que quedamos nos refugiamos en la hostelería”, explica Lluís Saula, director general de la compañía e hijo de los fundadores. La segunda generación llegó a la empresa en 1989 y a finales del siglo pasado decidieron reorientar su negocio, apostando por el segmento premium. “No es sólo hacer un producto de calidad superior, sino que toda la empresa tiene que estar orientada a la alta gama, desde la administración hasta la fábrica”, puntualiza Saula. La compañía invir tió en máquinas decimétricas para cribar de nuevo el café (seleccionado ya en los países de origen) y fue de los primeros tostaderos que se centró en la variedad de café arábica, más aromático y suave al paladar que la variedad robusta. Así, empezó a rotular sus envases con la leyenda 100% arábica. Otra diferencia que añaden valor a su café es que se realiza un tostado lento (17 minutos frente a los dos que emplean habitualmente las multinacionales) y un enfriado sin agua. También se decantó por un envase en latas metálicas para proteger el café del oxígeno, “que es lo que lo estropea”, precisa. Café Saula hace hincapié en el ser vicio, con un taller para la puesta a punto de las cafeteras de los establecimientos. Incluso tiene a dos baristas que ayudan a ajustar el punto de óptimo de molido y enseñan a decorar el café mediante latte ar t. “Hay que buscar al cliente que quiere algo diferente y mejor. Se trata de encontrar tu segmento: la cafetería interesada en fidelizar a su público con un café de calidad”, declara. Ofrece café en grano, molido y en cápsulas para máquinas profesionales, con cinco gamas premium. Incluso cuenta con café Kopi Luwak, el más caro del mundo. El 90% de sus ventas se canalizan a través de la hostelería. El resto se vende a través de super e hipermercados como Carrefour, El Cor te Inglés o Caprabo. Tiene distribuidores en Reino Unido, Noruega y Polonia, y también expor ta a Chequia, Eslovaquia, Holanda y Andorra.