LAS ETAPAS CLAVE DE ESE VIAJE:
TODO EMPIEZA CREANDO EL EQUIPO
“En los primeros meses, es el momento de la formación del equipo. Entre los fundadores, lo habitual es mezclar dos perfiles, uno más operativo y otro más comercial. En las startups, además, al principio se suele tirar de talento joven. Suele ser un equipo súper pequeñito, en el que todos hacen un poco de todo y que progresivamente se va especializando. En lo emocional, es una etapa en la que todo cambia constantemente y la gente que participa en el proyecto va a impactar mucho en su desarrollo. La idea va creciendo, va tomando forma y todo el equipo, independientemente o no de que sean propietarios, la hacen suya. Se implican al máximo. Es también el momento de la definición del modelo de negocio, del branding… todo”, explica CEO de Sonar Ventures.
“Es la etapa de mayor incertidumbre y probablemente haya muchas tensiones por las diferentes visiones de los miembros del equipo. Sean o no fundadores. Habrá tensiones, pero es la etapa que más une. Por lo que decía, que cada uno hace suya la idea, se siente parte del proyecto aunque no sea propietario. En esos días también se crea la cultura, se definen los valores de la compañía, aunque no sea de manera formal. Y la gente que va entrando va absorbiendo esa cultura”, continúa Heredia.
Adrián Heredia, HAY QUE PROBAR SI LA IDEA TIENE ACEPTACIÓN EN EL MERCADO
Posiblemente cuando entres en el día a día del negocio, te vas a encontrar con muchos imprevistos. Aquí la clave es tener la mente abierta a cambiar lo que haga falta y no aferrarse a la idea inicial. “Cuando ideas un producto, tienes una visión muy general de adonde lo quieres llevar y de cómo quieres que funcione, pero no sueles entrar en más detalles. En mi caso, ha sido a lo largo del desarrollo cuando he ido entrando en los detalles y lo he hecho