Negocios que ya triunfan y otras ideas que lo harán en un futuro inmediato
Nos hemos dado una vuelta por medio mundo para saber cuáles son los proyectos y las oportunidades que están apoyando los principales inversores internacionales. El viaje ha sido extenso e intenso. Hemos puesto los cinco sentidos en más de 200 institucione
Por ejemplo, en el caso de la tecnología basada en big data, son y serán importantes todos aquellos proyectos dirigidos, principalmente, a empresas que generen valor y proporcionen inteligencia procesable tanto en las decisiones empresariales como en el manejo de la información en tiempo real, así como predicciones a través de la inteligencia artificial para áreas como el marketing, las ventas, la ciberseguridad, la salud y un largo etcétera.
No obstante, como señaló Sharon Biggar, chief analytics officer de Social Point, en el pasado Big Data Congress de Barcelona, el principal reto es “destilar los datos y discernir aquello que es importante, dado que la tecnología actual permite recopilar una gran cantidad de información pero sigue siendo difícil aislar el ruido”.
O como afirma Luis Peñaloza, profesor del máster de analítica web y big data de Spain Business School, “las soluciones big data penetrarán cada vez más en todos los sectores económicos y productivos, desde la venta al por menor hasta las administraciones públicas. Así, las empresas con entornos complejos y heterogéneos ya no desean contar con tecnologías para una sola fuente de datos, porque las respuestas a sus preguntas se encuentran en el interior de un conjunto de distintas fuentes que abarcan desde sistemas de registros y almacenes de datos en la nube hasta datos estructurados y no estructurados incluidos en diferentes fuentes de información”.
Es evidente que la gestión de los datos marcará la forma de generar negocio. Como asegura Mark
Bregman, responsable tecnológico de NetApp, en un informe sobre predicciones tecnológicas, “los datos se convertirán en elementos conscientes de sí mismos: los metadatos permitirán a los datos transportarse, categorizarse, analizarse y protegerse por sí mismos de forma proactiva. El flujo entre datos, aplicaciones y elementos de almacenamiento se mapeará en tiempo real y los datos proporcionarán la información exacta que necesitan los usuarios en el momento que lo requieran. Eso incluye la posibilidad de autogobierno de los datos. Éstos determinarán por sí mismos quién tiene derecho de acceso, de compartirlos y usarlos. La gestión de datos cada vez será más rápida, barata y cómoda usando máquinas virtuales aprovisionadas en infraestructuras de escala web (tecnología sin servidores), en lugar de máquinas físicas”. En esta línea, desde Minsait, unidad de negocio de Indra, apuntan dos tendencias. Una está relacionada con el big data y la inteligencia aplicada al dato, “que redundará en
mayores niveles de eficiencia y automatización mediante modelos predictivos y de ayuda a la toma de decisiones”.
Y la segunda está vinculada con la conectividad total gracias
al Internet de las Cosas (IoT en inglés), “lo que permite el intercambio constante de información en tiempo real a través del despliegue masivo de sensores inteligentes en viviendas, edificios, infraestructuras, medios de transporte, plantas industriales, tiendas y centros comerciales”. Deloitte, en su informe Emerging forms of innovation in the Internet of Things, sostiene que “la vinculación de los dispositivos a Internet cambia la naturaleza de las ‘cosas’ en dos sentidos. Uno es que hasta ahora la información y los datos que se obtenían de los productos y servicios se empleaban para mejorarlos, es decir, se observaba la conducta de los consumidores y se mejoraba el producto. Sin embargo, el IoT permite que esa información se convierta en parte de los propios objetos. Y en segundo lugar, los objetos, al estar sincronizados e interconectados entre sí, acaban siendo productos en sí mismos.
Por ejemplo, hablamos, entre otros, de casas y ciudades inteligentes y de la oportunidad que pueden suponer estos productos para determinadas compañías, que puedan convertirse en proveedores de datos”.
Antony Bourne, global industry director of industrial & high tech manufacturing de IFS, subraya que, a finales de 2018, más del 50% de los fabricantes incluirán la tecnología IoT en la fase de diseño de sus productos. “Los fabricantes se están dando cuenta de que al integrar esta tecnología en los productos y equipos, se podrá monitorizar, no sólo el rendimiento del equipo para predecir cuándo necesita una reparación, sino también cómo y cuándo se está utilizando, lo que da una importante ventaja competitiva”. En ese sentido, nos hemos fijado en empresas como Arundo Analytics (www.arundo.com), que trabaja en el análisis de big data enfocado al mantenimiento predictivo para industrias intensivas en activos. O en Cohesity (www. cohesity.com), que ayuda a empresas de cualquier tamaño a poner orden en su caos de datos. Su plataforma de datos inteligente converge flujos de trabajo de almacenamiento secundario para transformar silos de datos dispares en conocimiento de negocio. Sus clientes pueden almacenar y proteger datos sin problemas, usarlos de manera eficiente y aprender de ellos al instante.
También en CrowdFlower (www.crowdflower. com), que trabaja en una plataforma que ayuda a las empresas que realizan análisis de opinión, relevancia de búsqueda o clasificación de datos comerciales a entrenar, probar y ajustar sus algoritmos de aprendizaje automático. La consultora Sistel (www. sistel.es) busca optimizar la experiencia de los clientes a partir de datos sobre sus comportamientos en el punto de venta y hábitos de consumo. “A través de los beacons (sensores bluetooth), podemos detectar presencia y recorridos dentro de una tienda o entradas y salidas de coches en un taller”, explica José León, director del área de business software solutions de Sistel.
El objetivo son proyectos dirigidos a empresas que generen valor y proporcionen inteligencia procesable