ANALIZA EL PRODUCTO Y EL MERCADO
Una vez decidido el tipo de producto y definido el radio de acción geográfico en el que se va a seleccionar el proveedor, hay que seguir informándose.
Debes responder a preguntas como: “¿puedo importar esa mercancía a España?”, “¿va a exigir una especial homologación para cumplir con la legislación de la UE?”, “¿necesitaré contratar una empresa certificadora?”, “¿existe alguna restricción comercial con el país de origen?”... Son preguntas que deberás contestar poco a poco pero conviene tener en mente todo el proceso. Especial precaución hay que tener con el tipo de arancel al que pudiera estar sujeto el producto. José Manuel
Castellano, director de Internacional de HispaColex, explica: “Cuando el importador no está seguro del código de partida arancelaria que le corresponde, puede que el fabricante decida forzar el concepto para utilizar otro con menos exigencias en el país de destino”. En ese caso el riesgo es grande, ya que puede que en la aduana española las autoridades consideren que el arancel declarado no se corresponde con la mercancía. Se paralizará el tránsito generando gastos adicionales.
“¿Existe alguna restricción comercial con el país de origen? Es una cuestión a tener presente antes de empezar a importar”