¿A que no te atreves a replicar una de esas ideas?
Un representante de mascotas en Instagram, una agencia de plañideras exprés y un móvil de plástico que te echa una mano con tu adicción a tu smartphone.
AGENCIA DE REPRESENTANTES DE MASCOTAS INFLUENCERS.
Desconocemos por completo lo que has tenido que hacer tú para conseguir tus 85.800 seguidores
en Instagram. No tenemos ni idea. Pero sí sabemos lo que ha tenido que hacer Chase, Carl, un simpático pitbull, en Instagram: ser, sencillamente, adorable y hacer todas esas cosas que hacen los perros que le gustan a la gente que le gustan los perros. Bueno, y contratar a un manager. Sobre todo, contratar a un manager, porque entendemos que todos los perros hacen, eso, el perro. Y para ser más perro que el resto de perros es necesaria una dirección, una estrategia, un objetivo. Y, claro, de eso los perros no entienden. Pero sus amos, está claro que sí. Y hablamos de un manager como el personaje de Woody Allen en Broadway Danny Rose, que representaba, básicamente, a quien nadie más representaba en el mundo del espectáculo. Ahora que Instagram es la nueva fórmula de espectáculo, han comenzado a llegar sus managers. Ahora cualquier influencer que se precie tiene un manager. En cuanto superas la barrera de los 100.000 no vas a hablar directamente con el influencer en cuestión. El caso es que Lonie Edward se le ocurrió que los perros necesitaban representación en Instagram y montó The Dog Agency. Ella es la responsable del exitazo mediático de Mervin, el chihuahua más chihuahua del mundo. O eso es lo que nos quieren hacer creer a través de su cuenta de Instagram.
UN SERVICIO DE PLAÑIDEROS
Antes de nada, piensa que no es posible importar este negocio.
Te pongas como te pongas. No al menos tal y como ha sido concebido en Japón, su país de origen. Ikemeso Danshi ofrece algo así como plañideros a domicilio. Bueno, exactamente plañideros no, sino expertos en provocar el llanto en sus clientes. Porque ellos no van a llorar a tu casa, sino que te garantizan que van a tu casa o a tu oficina y consiguen que si tienes ganas de llorar, pues eso, que llores y te desahogues, que tanta falta te hace. Eso, dirás tú, es tan fácil como incrementar un 20% la factura a un cliente cuando menos se lo espera, pero eso no es elegante. El negocio está pensado para personas que no tienen tiempo material para llorar porque se pasan la vida trabajando. Los empleados son expertos en dirigir sesiones para llorar: ponen vídeos (de esos de mucho sufrir y superar adversidad, tras adversidad en la vida; mucho perro tuerto, mucho gato cojo...). En Japón, y ahora viene por qué te decimos que es difícil de importar, el servicio está dirigido exclusivamente a mujeres y les atiende en su puesto de trabajo. Ofrecen sus servicios a las empresas para hacer grupo y dar estas mini-conferencias emocionales.
EL SUSTITUTO DEL MÓVIL.
Todavía no está a la venta desde su presentación en octubre de 2018, no sabemos si por la avalancha de peticiones o, sencillamente, porque alguien ha entrado
en razón. Klemens Schillinger, un diseñador sueco, ha creado un dispositivo, al que ha bautizado como Móvil Sustituto, que tiene el mismo tamaño y forma que un smartphone real, pero con cuentas redonditas en lugar de una pantalla. Las cuentas (tipo ábaco) están dispuestas de tal forma modo que los dedos al moverse encima de ellas simulan los gestos para controlar una pantalla táctil en un teléfono inteligente. A ver, que negocio no es. Ni aunque lo compraran las clínicas que tratan las adicciones a granel. Básicamente porque no hay suficientes como para que esto sea rentable. Y el mercado, el gran mercado, lo que quieren son móviles, no sustitutos. Además siempre queda la pregunta: ¿Somos adictos a consultar Facebook en nuestro móvil o somos, sencillamente, adictos a nuestros smartphones? Ahí queda la duda.