El valor de encontrar un problema enorme
La ambición, control y generosidad son esenciales en el éxito de los emprendedores. La idea de negocio cobra valor después
Cada día está más claro: Los emprendedores españoles han superado su histórico complejo de inferioridad. Ahora, que es más fácil que nunca encontrar creadores de empresa de éxito dentro de nuestras fronteras, es también más fácil acceder a ellos. De eso podemos hablar nosotros en primera persona: nada que ver el empresario de hoy con el de hace 22 años, cuando lanzamos Emprendedores al mercado. El cambio de mentalidad es apabullante.
Los emprendedores de hoy son ambiciosos y cercanos, generosos y ávidos de aprender. Les gusta hablar (lo hacen mejor que nunca) y también les encanta escuchar y preguntar cosas (signo innegable de inteligencia). Aceptan de buen grado jugar con su imagen y hablar sin tapujos de cualquier cuestión. Y, aunque parezca que no encaja con lo dicho antes, también son modestos. Se ven en pie de igualdad con los emprendedores internacionales, conociendo nuestras diferencias y sabiendo gestionarlas. Y, por fin, se están decidiendo a lanzar proyectos a lo grande.
Hemos tenido la oportunidad de charlar de esto y de otras cuestiones con Bernardo Hernández, nuestro personaje de portada de este mes. Bernardo presenta un perfil completísimo: emprendedor, inversor y ejecutivo internacional. Él remarca la ambición, la generosidad, el control del ego y la capacidad de improvisación como elementos críticos en el éxito como emprendedor. Coincidimos en todos estos puntos. Aunque hay que admitir que hay uno en el que nos ha sorprendido: en el valor de la idea. Llevamos tiempo escuchando (y escribiendo también) que la idea no tiene casi importancia, que lo importante de verdad es la ejecución. Bernardo Hernández plantea otra cuestión a considerar: Pensemos en la idea cómo la elección del problema que queremos solucionar. Él recomienda pensar alto, buscar un problema importante y darle solución con nuestra idea. Ese es un modo, asegura, de buscar proyectos verdaderamente grandes, como hizo Google, por ejemplo, al plantearse organizar y hacer accesible toda la información del mundo. El primer paso para lograrlo fue propornérselo. Ahí queda... Y conviene decirlo. Hay una cuestión en la que no estamos de acuerdo. Hernández remarca que la ventaja competitiva debe ser tecnólogica y nosotros creemos que la verdadera ventaja está en conectar con las personas. Por eso, hemos dedicado nuestro Dossier de este mes a aportar ideas para que tus clientes tengan una experiencia ‘Wow’. Imposible lograr entusiasmo en los demás sin sentirlo uno mismo y transmirtilo a los clientes a través de nuestros equipos. ¿Suena fácil? Quizá lo sea. Depende de ti.