EL ‘DICHOSO’, PERO NECESARIO PAPELEO
Esta es la documentación básica asociada a un proceso de inversión, según Luis Gozálbez, fundador de Metricson (https://metricson.com).
En la toma de contacto entre emprendedor e inversor, “lo habitual es que el primero haga una presentación esquemática (deck o
one-pager), para explicar sus principales cualidades para generar interés en el inversor y conseguir otra reunión o que le pida información adicional”. Después, “suele entregar un investor deck, una presentación de 6-12 páginas, que detalla las métricas del negocio, el equipo y la oportunidad, para explicar qué quieren conseguir y por qué creen que el equipo podrá hacerlo”. Una vez que ambas partes muestran interés, llega la carta de intenciones,
“un documento que recibe nombres como LOI
(letter of intent), MOU (memorandum of understanding)o term sheet. Es un resumen ejecutivo de las condiciones asociadas con la ejecución de la inversión: importes, valoración de la empresa y cláusulas que, después, formarán parte del pacto de socios. También se regula el reparto de los gastos de estudio de la operación o los gastos legales del inversor”. Una vez firmado este documento, se inicia la due diligence, “un proceso de análisis en el que un tercero revisa los puntos críticos de cumplimiento legal: contratos con clientes,
empleados y proveedores, obligaciones fiscales y laborales, protección de datos… Finalizada la due
diligence, negociarán el pacto de socios, que regula su relación, la forma de tomar decisiones y el proceso de transmisión de las acciones o participaciones sociales, entre otras”. Una vez acordado el contenido del pacto, “que puede firmarse en documento público o ante notario, se hará la operación de inversión, en la que habrá acuerdos de junta general y/o de consejo de administración. En ocasiones, se firman
side letters o anexos, para regular relaciones particulares entre socios”.