“Es complicado que a una empresa le vaya bien si al planeta le va mal”
R U N A E M P R E S A S O S T E N IB L E P
Hijo de jinete y saltador olímpico, estaba predestinado a seguir los pasos de su padre en los hipódromos y, precisamente, su primera incursión empresarial tuvo su origen en el deseo de compaginar los caballos con un trabajo. “Necesitaba un poco de flexibilidad horaria ya que los concursos eran de jueves a domingo y yo quería seguir compitiendo. Pero la vida real te demuestra que, cuando emprendes, tienes cero flexibilidad. Llega un momento en que tu proyecto te absorbe, que te faltan horas, que estás todo el día dándole vueltas y con una carga de responsabilidad enorme hacia los inversores, hacia el proyecto, hacia los empleados, hacia los clientes, hacia tu gente, hacia todo… Y dejé de montar”.
La primera empresa que fundó era de pins. Luego vino Fun & Basic y después Ecoalf. “Fun & Basic empezó con problemas con la crisis y finalmente la vendimos a una empresa gallega. En ese momento estaba bastante cansado de la moda y quería trabajar en el mundo sostenible. Era 2008/2009. Estuve un año buscando un proyecto que me gustase, pero no encontré nada. Descubrí un mundo medioambiental de protesta, pero nada constructivo. Además, por aquel entonces habían nacido mis hijos y me planteé crear una marca que uniese sostenibilidad y moda con los nombres de mis hijos Alfredo y Álvaro. Así nació EcoAlf”.
Hoy es todo un referente en sostenibilidad, sus tejidos son 100% reciclados, ha logrado reunir a más de 3.000 pescadores para limpiar los océanos, ha desarrollado un hilo a partir de los residuos del mar con una textura y una calidad digna de reconocimientos y para el 2020 prevé facturar 24 millones de euros. Unos números y una filosofía que le han valido el Premio Emprendedores a la PYME Socialmente Responsable, que convocamos con la Fundación Educo, ONG de cooperación global para el desarrollo y acción a favor de la infancia.
Goyeneche Javier