LA GRAN APUESTA DE LIMPIAR LOS OCÉANOS
las prendas. Nosotros utilizamos hilo reciclado que ahorra miles de litros de agua, pero es un hilo muy complicado, muy pequeño y muy difícil de trabajar. Antes lo mezclábamos con poliéster: teníamos un hilo 100% reciclado que era 50% poliéster reciclado y 50% algodón reciclado. Cuando tú quieres reciclar otra vez esta hilatura, el mezclarlo con poliéster lo complica muchísimo. Tanto es así que estamos ahora valorando mezclarlo con algodón orgánico. Es decir, desde el primer momento en que estás desarrollando una prenda tienes que pensar en cuál va a ser su vida útil y cómo la vas a poder reciclar. Otro de los retos interesantes en los que estamos involucrados es el de los microfilamentos: hoy en día al lavar, tanto los materiales sintéticos como los no sintéticos, sueltan microfilamentos al sistema. Los que más sueltan son los llamados filamentos rotos, como el de forro polar, pero los microfilamentos del algodón, la lana, etcétera, llevan tantos tintes que también son tóxicos y sueltan mucho cuando los lava. Así que estamos involucrados en un proyecto a dos años de I+D con unos científicos de Valencia para introducir una estructura dentro del polímero del poliéster que eliminaría la salida de los filamentos.
EMP. ¿Está la industria preparada para asumir las necesidades técnicas que implican muchos de estos cambios?
J.G. Cuando vas a las cumbres de cambio climático es un poco frustrante porque los objetivos los fían a 2050 y ese plazo es demasiado lejano. Hay que ser más agresivo. Lo hemos visto en la pandemia: cuando todos nos unimos para conseguir un objetivo común los progresos son muy rápidos. Pero hay muchos intereses particulares, mucha gente vetando acuerdos y los acuerdos cumpliéndose en un 15% o 20%... Así las cosas, el resultado es mínimo. Si seguimos destrozando el océano al ritmo al que lo estamos haciendo, en el 2050 será un vertedero. Con la pandemia lo que también hemos visto es la capacidad de regeneración del planeta. En apenas dos meses de repente veíamos delfines entrando en los puertos, jabalíes y ciervos bajando a los pueblos, cielos azules, estrellas en Madrid… Hoy en día las grandes fundaciones y los grandes donantes están invirtiendo en crear zonas reservadas en el mundo con el objetivo de ampliar el porcentaje de áreas protegidas desde el 5% hasta el 15% porque está demostrado que cuando acotas una zona protegida, en cinco años se recupera el 98% de las especies. Es decir, si le dejas tranquilo, el planeta tiene una capacidad de recuperarse brutal.
EMP. ¿Qué consejos crear le darías a quien quiera crear una empresa sostenible?
“El 80% de la basura está en el fondo del mar y me planteé ¿cómo puedo sacar toda esa basura de los océanos? A través de la pesca de arrastre. Y empezamos Upcycling the Oceans en 2015, convenciendo a tres pescadores de Villajoyosa para que nos dejaran poner contenedores en sus barcos para que pudiesen recoger esa basura que captaban con sus redes y en tierra yo recogería el contenido de los contenedores. Hoy son ya 3.000 los pescadores que participan de este programa y más de 1.500 toneladas de basura extraídas del mar. Y lo hacemos también en Tailandia. Ahora queremos expandirlo a todo el Mediterráneo: alcanzar los 10.000 pescadores y reciclar más de 1.000 toneladas de residuos al año. En octubre empezamos con otro proyecto en tierra relacionado con el mar que consiste en limpiar los ríos de principio a fin. Es un proyecto a tres años de hacer una limpieza de tramos del río cada dos semanas durante tres años. Son 150 km del río Jarama hasta que desemboque en el mar.” ..................................
J.G. Primero, que lo que tú quieres crear tenga una coherencia con un mundo a largo plazo, que valores tu impacto a futuro. Segundo, que tenga algo diferente. Ya hay muchas personas haciendo lo mismo, así que es fundamental que tu concepto aporte algo, independientemente del sector, que tenga un punto diferenciador hacia el exterior sobre todo si quieres ser una marca internacional.
EMP. Cuando disteis el paso de crear vuestros propios tejidos, se habló de que os íbais a convertir en proveedores de tejidos reciclados, algo que finalmente no habéis hecho…
J.G. Eso es un proyecto que está encima de la mesa desde el principio y hay mucha gente que considera que nos habría ido mejor vendiendo tejidos que vendiendo la ropa final ya confeccionada porque los volúmenes son enormes. Pero eso sería crear otra compañía completamente distinta, que necesita una estructura y mucho circulante. Ecoalf ha experimentado un crecimiento muy grande en los últimos años y tenemos muchos problemas de circulante. En una compañía de moda ya de por sí el circulante es largo porque produces mucho antes de vender. Pero en nuestro caso que empezamos el proceso desde la basura es brutal: nuestro circulante se va a diez meses. Nosotros hemos pasado de facturar en 2017 tres millones de euros a los 24 millones que vamos a facturar en este 2020, es decir hemos multiplicado por diez en tres años y para financiar eso necesitas muchísimo circulante y eso lo que más te complica el crecimiento…
E
Idili Lezcano
Drolma Lizcano