El inmenso valor de lo intangible
La digitalización ha traido cambios esenciales al mundo de los negocios. Uno de los más palpables es el enorme impulso de las métricas. La generación de datos se ha vuelto más profunda, fiable e instantánea que nunca. Su impacto está provocando una transformación sin precedentes en el modo de hacer negocios y de interactuar con los clientes. Desde luego, los datos son una herramienta fabulosa para mejorar la competitividad de cualquier tipo de negocio y su uso se extenderá seguro a empresas y profesionales de todas las dimensiones.
El valor del dato ha impactado tanto en la cultura empresarial que parece estar dejando de lado momentáneamente a la parte intangible de los negocios. “Lo que no se mide no tiene valor” se está convirtiendo es un mantra para muchos.
Pues bien. Sin restar importancia al dato, desde aquí queremos poner en valor lo intangible como clave en el éxito empresarial. Ya hemos remarcado en otras ocasiones que la base de los negocios es un elemento que no se mide: la confianza. Algo que se gana a cucharadas y se pierde a cubos...
En este número de EMPREN
DEDORES hemos dedicado nuestro dossier a dar claves para crear y hacer grande la marca de tu empresa. Algo fundamental y que no se puede medir.
No hemos resistido la tentanción de hablar de esto con Ignacio Rivera,
CEO de Estrella Galicia, la cerveza que más ha crecido en la última década a base de un destacable impulso a su marca. Rivera nos contó que el propósito de su empresa es ser la cerveza más querida, no la más vendida. Un intangible que se ha traducido en resultados contantes y sonantes.
Tener una marca cercana, amable, querida, dinámica... es un objetivo más concreto de lo que parece. Está vinculado, lo dice Rivera pero también muchos otros emprendedores, al propósito de la empresa. Lo que se ha pasado radicalmente de moda es la pregunta ‘¿por qué emprendes?’, hay que sustituirla por el ‘¿para qué?’.
Si tu propósito es claro y está enfocado a dar un beneficio a tus clientes y a la sociedad, todo lo demás vendrá detrás con mayor facilidad: el producto, los procesos, cómo tratas a los proveedores, qué clima generas dentro de la organización, cómo eres de innovador en tus propuestas...
La clave de que todo funcione está de nuevo en algo intangible: la consistencia. Si lo que dices te lo crees y eres capaz de transmitirlo a la organización (por pequeña que esta sea) darás el paso decisivo para generar confianza. Y ya está dicho, la confianza es la madre de los negocios.
Si el propósito de tu empresa es beneficiar a la sociedad, todo lo demás será mucho más fácil de decidir