Registra y protege tu marca
Si has dedicado tiempo a pensar en tu marca, no debes pasar por alto el proceso de protegerla legalmente aquí y en todos los mercados en los quieras tener presencia a medio y largo plazo. –
Cuando se crea una startup a menudo se pone el producto por delante y se descuida la marca. En la decisión del nombre y en su protección legal: muchas veces quien hace el registro de la marca es un amigo, un empleado o uno de los socios, lo mismo da. Son personas que en un momento dado se pueden marchar de la empresa, llevarse la marca y dejarnos sin nada.
MARCA, NOMBRE COMERCIAL Y DENOMINACIÓN SOCIAL
Otro error habitual es registrar el nombre comercial, y no la marca, con lo cual “no están realmente protegiendo esa distinción de sus productos o servicios. El nombre comercial es el nombre que utiliza la empresa en el tráfico mercantil para su relación con las otras empresas. No es ni siquiera la denominación social. La denominación social es el nombre que se le pone a la sociedad a nivel de registro mercantil. Que es otra cosa. La marca no tiene por qué coincidir con el nombre comercial y con la denominación social. Pero el único elemento de esos tres que te permite distinguir tus productos o servicios es la marca. De hecho, fuera de España el nombre comercial no existe. Fíjate la poca importancia que tiene. La marca registrada es lo único que prohíbe a terceros utilizarla para productos o servicios similares y que pueden inducir a confusión. O que una empresa se aproveche de la reputación ajena o haga un mal uso de la marca y la desprestigie”, advierte Isabel Soler, abogada de Marina de Empresas.
EL REGISTRO DE LA MARCA
Cuando vas a registrar tu marca, tienes que tener claras tres cosas: el tipo de marca que vas a escoger, para qué la vas a utilizar y dónde la vas a utilizar.
Tipo de marca. “Hay marcas que son denominativas, que son simplemente palabras, sin características gráficas, ni color ni nada. Otras que son figurativas: imágenes y elementos gráficos. También hay marcas mixtas, que tienen una palabra
y un elemento gráfico. Y después existen marcas un poco diferentes, como son marcas sonoras, que son una combinación de sonidos, marcas tridimensionales, etc. Las más típicas son las denominativas y las figurativas y nosotros siempre recomendamos tener por lo menos y cuanto antes la marca denominativa, que no suele cambiar con el tiempo. Registrar la marca denominativa por un lado y, si te interesa registrar también el logo, registrarlo aparte como marca figurativa porque el logo sí suele evolucionar con los años. La marca mixta no la recomendamos nunca, porque si cambias el logo tienes que hacer un nuevo registro. Tampoco recomendamos incluir colores en el registro, porque así pueden utilizar el color que quieren conforme cambie el fondo”, comenta Isabel Soler.
Uso de la marca.
O en qué productos y servicios la vas a utilizar. “Las marcas se registran por clases. Hay una clasificación que se llama Niza que divide los productos y servicios en 45 categorías, 34 de productos y 11 de servicios, que describe qué se protege en cada clase, el tipo de productos y servicios de cada una de las clases. Es una clasificación armonizada en todas las oficinas de la UE. Para elegir la clase en la que el emprendedor quiere registrar su marca, recomendamos utilizar el buscador de la Oficina Española de Patentes y Marcas, buscando un equilibrio entre pensar a lo grande y ser realistas. Es decir, es recomendable proteger no sólo las clases que estoy utilizando, sino también las que creo que voy a utilizar en el corto plazo. Si ahora estoy vendiendo ropa pero creo que voy a vender sombreros también, incluirlo”.
Países de protección.
Las marcas se pueden registrar a nivel nacional en países concretos. En España, a través de la Oficina Española de Patentes y Marcas. A Nivel europeo, a través de Euipo, que protege la marca para todos los estados miembros. Y a nivel internacional, a través de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) o Wipo, en inglés. “Como tal, no existe una marca mundial. La protección se hace registrando la marca en un único expediente, al que se le van designando países. Si hay algún país que no está en este tratado, debes ir a registrarte a nivel nacional en ese país”, comenta Soler.
De nuevo aquí la recomendación es mirar a medio plazo.
“Lo que recomendamos es no solo proteger en el espacio territorial donde estamos ahora, sino también donde pretendemos estar a corto plazo. Aunque aquí también depende del nivel de desarrollo de cada startup. Si son proyectos que se acaban de lanzar, les decimos que empiecen con un registro nacional porque muchas veces no validan el negocio, o pivotan o modifican los servicios que ofrecen o cambian incluso el nombre porque se dan cuenta que no llegan al cliente. En fase start, que no gasten mucho dinero, pero en fase de tracción y crecimiento, que ya tienen validado el modelo, si el objetivo es ir en un año o dos a Europa, que vayan directamente al registro europeo”, recomienda Isabel Soler.
¿Y si ya existe mi marca?
Para evitar conflictos legales y pérdidas de tiempo, antes del registro conviene que mires en el buscador gratuito TM-view. “Es un buscador que incluye las marcas registradas en la mayoría de las oficinas nacionales e internacionales. Sólo tienen que poner la palabra que hayas elegido, las clases a las que quieras ir y el territorio que quieres pro
Registra la marca a nombre de la empresa y no de uno de los fundadores. Así nadie podrá llevársela si finaliza la relación contractual
teger, tanto a corto como a largo plazo. Aunque ahora solo vaya a registrar la marca a nivel nacional, hay que asegurarse de que no existe en otro país al que queramos ir más adelante. Si no puedo salir a Europa con mi marca, porque ya existe, igual me interesa cambiarla antes. Además, es recomendable incluir en la búsqueda palabras que sean similares o que fonéticamente sean similares. Un ejemplo real: si voy a registrar un proyecto que se llama Cynkus, lo lógico es Cinkus Cunkus, para asegurarnos de que no haya nada parecido fonéticamente porque de lo contrario se pueden oponer”.
Debes proteger tu marca pensando a medio plazo en cuántas clases de productos o servicios la vas a utilizar y en cuántos países
MARCA, NOMBRE COMERCIAL Y DENOMINACIÓN SOCIAL
“El solicitante de la marca puede ser una persona física o una empresa. Nosotros recomendamos que, si el proyecto ya tiene la sociedad constituida, sea la empresa el solicitante, porque así el activo aparecerá a nombre de la sociedad. En los casos en que los emprendedores empiezan sin tener la sociedad constituida, obviamente la tienen que registrar a su nombre, y lo que les decimos siempre es que es muy importante que aporten a la sociedad la marca. Cuando constituyes la sociedad el capital social mínimo son 3.000 euros, en una SL, pues una parte puede ser aportar esa marca que ya previamente tienes registrada. Si no lo hacen así les decimos que lo cedan a la empresa porque es muy importante que la empresa sea el titular de todos los activos y especialmente de la marca que es uno de los activos más importantes que tiene la empresa. Nos ocurre en todas las ediciones que al final hay muchos emprendedores que vienen con la marca registrada a nombre de un socio, incluso a nombre de un trabajador o colaborador. Mientras se llevan bien no hay problema, pero el problema puede venir porque no siempre las salidas son amistosas. Si un socio se va de la empresa a malas y la marca la tiene a su nombre, la empresa puede tener un problema”.
EL COSTE DE PROTEGER TU MARCA
“El coste varía en función del número de clases que quiero proteger y el ámbito territorial. Pero no es nada relevante si tenemos en cuenta el perjuicio que puede causar no tener una marca registrada o estar utilizando una marca que tiene registrado otro y que me puede pedir indemnizaciones”, comenta la abogada de Marina de Empresas.
“En España, el registro de la primera clase son unos 150 euros y tienes un descuento del 15% o del 20% si lo haces online en lugar de presencial. Después por cada clase extra que añadas se suman unos 90 euros. Con 250 euros tienes una marca protegida para dos clases de artículos, que es lo habitual. Tampoco la gente registra una marca con seis o siete clases. Si la registras con todas las clases, aparte de que cuesta mucho más, tendrás una marca global que nadie la podrá utilizar para nada. Pero bueno, ahí el inconveniente es que si no la utilizas, porque no vas a vender todo ese tipo de productos y servicios, a partir de cinco años, otros se podrán oponer y te la quitarán. Lo lógico es registrarla con dos, tres o cuatro clases, lo que vayamos a comercializar”.
Si quieres proteger tu marca a nivel europeo, “el registro online cuesta unos 850 euros, y en papel 1.000 euros. Después, la segunda clase son 50 euros. Y si registras tres clases o más, a partir de la tercera 150 euros”. No es una protección para toda la vida: sirve para diez años, y la puedes ir renovando de forma indefinida siempre por periodos de diez años.