OPORTUNIDADES DE NEGOCIO A TRAVÉS DE LA TECNOLOGÍA
“La sociedad ha evolucionado y los consumidores también. Cada vez somos más exigentes y tenemos una mayor conciencia social y medioambiental. Nos preocupamos más sobre lo que consumimos y cómo lo consumimos. Los emprendedores de impacto tienen una gran oportunidad porque, como hemos visto a raíz del cambio climático y la crisis del Covid19, hay muchísimos retos sociales y medioambientales todavía por resolver. Y se está demostrando que esos retos se pueden afrontar a través de las tecnologías y con modelos de negocio que pueden llegar a ser rentables. Algunos ejemplos son Psious, Fiction Express o Qida”, afirma Maite Fibla, cofundadora y managing partner de Ship2B Ventures (www. ship2bventures.com) de Ship2B Foundation (www.
ship2b.org), que también gestiona los vehículos de inversión Impact Equity BF y Equity4Good y ofrece aceleración a través de los programas S2B Tech4Climate (sostenibilidad y medio ambiente) y S2B Health&Care (salud integral y calidad de vida). por el FEI, que es nuestro fondo ancla. Cuando vemos una empresa de impacto, nos preguntamos la teoría del cambio [metodología para presentar gráficamente los objetivos que se buscan y la forma de conseguirlos], cuál es el problema que existe en el mercado, qué solución aporta esa compañía, a quién y de qué manera beneficia esa solución, en qué cantidad, cómo crecerá, cómo se podría medir, de qué manera, qué dificultades habría… Esas reflexiones las hacemos nosotros y después, con el equipo en relación con su plan de negocio y con los datos de la compañía. Buscamos a más impacto, más ingresos, a más ingresos más impacto”. Para Ayanz, todo esto son muy buenas noticias para la startups, “porque el impacto crea valor. Vamos a un mundo donde, en las cuentas de resultados de las compañías, el impacto va a ser un generador de más margen, más ingresos, menos costes y de mitigación de riesgos (sociales, medioambientales, de plantilla…). Abrirá nuevos mercados, nuevos productos, en definitiva, va a ser una palanca de generación de valor”.
Mir asegura que ya existe una gran demanda hacia la sostenibilidad y hacia la lucha contra las diferencias sociales. “Esto es importante porque genera un efecto cadena y de impacto en las empresas. Si el consumidor te lo pide ‘verde’, pues o lo pintas verde o tienes un problema. Hay otra variable que vuelve a participar en la ecuación que es el regulador. De repente, no solo es el consumidor el que te pide que las cosas sean verdes, sino que además el regulador, la ley ‘te pregunta’ qué estás haciendo en el ámbito del impacto social y medioambiental. En ese sentido, la Ley 11 de 2018, del estado de información no financiera de las empresas, es clave. Así, para que haya una verdadera transformación del impacto social y medioambiental es imprescindible que las empresas estén obligadas por ley y también lo estén por determinación, por propósito, por conciencia a decir cómo impacta, de qué manera y qué están haciendo para cambiar ese impacto en el ámbito social y medioambiental”.
“Igual que nos estamos digitalizando a marchas forzadas, la siguiente gran revolución va a ser la del impacto. Debemos poner en valor el valor humano, porque es lo que va a marcar la diferencia”