La reinvención del saxo electrónico
Para eso, tendría que ser pequeño y que me permitiera utilizarlo con auriculares. Travel Sax surgió como una necesidad”.
Se define como un friki de la música. Empezó a tocar el piano a los cuatro años y después, la batería y el saxofón. En 2015, Ramón Mañas se fue a Berlín a estudiar música y se llevó el saxo de un familiar. “Vivía en un piso pequeño y no podía practicar las horas que me hubiera gustado. Me iba a la universidad, donde tenía la suerte de que había salas de ensayo, pero eso implicaba salir de casa, coger el tren, cargar con el saxo, que hubiera disponibilidad de salas libres, pagar, etc., era un poco pesado y yo quería practicar mucho más. Disponía de un instrumento, pero no podía tocar a cualquier hora para no molestar a los vecinos”, recuerda. Mañas, que había estudiado ingeniería en diseño industrial pensó en fabricarse algo con lo que poder practicar cuando quisiera sin molestar a nadie. “Y
PROTOTIPOS HASTA EL PMV.
Analizó lo que había en el mercado en ese momento y eran instrumentos muy grandes. “Dejé los estudios de música y volví a Barcelona en 2016. Empecé a trabajar para HP en el departamento de impresión 3D. Tras dos años aprendiendo esa tecnología, y junto a Guillem
Magdaleno, actual CTO de la compañía, empecé a hacer los primeros prototipos, y hasta llegar al actual Travel Sax de 22 centímetros y 300 gramos de peso diseñamos una treintena de prototipos”. Cuando tuvieron un producto mínimo viable (PMV), empezaron a enseñarlo a saxofonistas profesionales y amateurs para que lo probaran. “Recabamos feedback para mejorar el producto. Así, hasta que llegamos a una versión muy mejorada y que ya vendemos a través de nuestra página web”. Hace unas semanas incorporaron a su canal de ventas una tienda física de Barcelona, Sax On (https://sax-on.com), “porque nos ayudaron y vieron crecer todo el proyecto, pero es una excepción, porque nuestro objetivo es venderlo nosotros”. Mañas, que ha conseguido que su proyecto entre en la aceleradora Lanzadera, subraya que Travel Sax es un controlador MIDI, que por su tamaño y peso se puede utilizar en cualquier lugar y momento y “que no pretende sustituir al saxofón tradicional, sino complementarlo como herramienta de estudio”. Su tecnología permite utilizarlo con un smartphone a través de bluetooth y auriculares, gracias a la aplicación que ellos mismos han desarrollado. Además se puede utilizar con otras como Logic, Ableton, Protools, Live o GarageBand. “Hemos conseguido que la embocadura, la posición de las llaves y la presión necesaria para hacerlo sonar sean idénticas a la de un saxo convencional. Además, incluye un adaptador, para que se pueda utilizar con las boquillas de soprano, alto, tenor y barítono”.
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