EL SOLAR MÁS CARO DEL MUNDO SOLO TIENE 70 CENTÍMETROS DE LADO
En pleno Nueva York, en la esquina oeste de la calle Christopher con la Séptima Avenida, un pequeño edificio sobresale menos que los demás. Se trata de una tienda de cigarros, Village Cigars, y ocupa el solar más caro del mundo. Si no se conociera su historia, podría llegar a pensarse que sus dueños pronto venderán la propiedad a una multinacional para construir un nuevo edificio. Pero nada más lejos de la realidad. La historia del Triángulo de Hess comienza en 1910, cuando el Ayuntamiento de Nueva York comenzó una remodelación urbana que transformó sus estrechas calles en grandes avenidas. Para ello, solicitaron el derribo de algunos edificios, a cambio de una compensación a sus dueños.
Todos aceptaron, menos uno. Un promotor de Filadelfia, David Hess, se negó a vender su solar. A pesar de los esfuerzos del consistorio, que llegó a subir la puja, el emprendedor nunca admitió el traspaso. Pero, como en todos los contenciosos-administrativos de este tipo, la propiedad privada queda supeditada al interés público. El edificio de Hess fue expropiado y derruido. En 1916, la negativa del promotor no era más que un recuerdo. O no…
En 1921, los herederos de David Hess descubrieron un pequeño solar edificable que había resistido a la reforma de la Séptima Avenida. Tan pequeño, que apenas forma un triángulo de 70 centímetro de lado. Aunque el Ayuntamiento solicitó su donación a la ciudad, la familia hizo honor al promotor y se negó a realizar cualquier transacción. Así, la familia decidió conmemorar la batalla legal del promotor, colocando un mosaico que rezaba (aún hoy existe) “propiedad de la finca Hess, que nunca se ha utilizado para fines públicos”. Al poco de la instalación del mosaico, en 1938, una tienda de cigarros que aún hoy se mantiene en pie, Village Cigars, compró el solar por 1.000 dólares.