VENTAJAS DE UN FORMATO VERSÁTIL Y ECONÓMICO
“Gran flexibilidad, rapidez y versatilidad, con inversiones, gastos de explotación, tiempos de construcción y costes de alquiler más competitivos que los modelos de restauración tradicionales”. Así resume Rousset los beneficios de un concepto que, por su propia naturaleza, “está abierto tanto a candidatos que buscan autoempleo como a inversores más grandes”. Y en el caso de las Dark Kitchen–Service, “no requiere inversión inicial, al optimizar las cocinas ya existentes, con lo que reduce su capacidad ociosa y garantiza una mayor rentabilidad, sin incrementar los costes fijos”. Ruiz incide en su versatilidad, “ya que pueden implantarse tanto en cocinas habilitadas para este servicio como en negocios ya operativos”. En línea con lo anterior, Antelo explica que en un inicio se necesitan unos 20.000 euros para montarla y en menos de dos semanas ya puedes estar funcionando como marca. “En términos de costes, por otro lado, es un elemento clave para reducirlos de forma significativa. Con este modelo, puedes ofrecer la cocina e iniciar una producción colaborativa con otras marcas para compartir gastos”.
Como aspectos a valorar al impulsar un proyecto de este tipo, “la calidad del producto, cubrir la demanda en el mercado, conocer al público y ofrecer una propuesta de valor interesante, es decir, algo nuevo”.