Analizamos modelos de negocio que están surgiendo al calor del delivery, focalizados en dar soluciones de proximidad y con un intenso componente tecnológico.
Están emergiendo proyectos en cadena que ponen el foco en los servicios de proximidad. Y para ello se valen de un modelo de franquicia ideal para ganar penetración en el mercado. _
En la era del delivery están emergiendo proyectos que adaptan esta actividad a las particularidades del sistema de franquicia, dan una vuelta de tuerca al modelo tradicional y con ello responden de un modo diferente a las nuevas necesidades del consumidor. Profundizamos ahora en dos de las iniciativas más recientes en esta dirección.
Quiénes son. Atajo’s es una franquicia 100% española, creada por Tomás Bersunses y Alejandro Barcia, ambos con unos 20 años de experiencia en el sector de la hostelería y las nuevas tecnologías. Yallego, por su parte, nació –como recuerdan desde la central– con el horizonte de acercar un “food delivery de proximidad, cercano y centrado en potenciar la hostelería local”. En línea con su estrategia, apuesta por estar en aquellos municipios y poblaciones donde los grandes operadores tienen presencia limitada y residual. “La importancia que otorgamos al servicio rápido, económico y de calidad se ha convertido en uno de los pilares de nuestro desarrollo”, resume su cofundador, Ismael Martínez. Qué hacen. Aunque principalmente se focaliza en la restauración, en Yallego responden a cualquier demanda del cliente, como servicio
de entregas y recogidas en Correos o en lavanderías. En el caso de Atajo’s, su servicio B2B les permite entregar todo lo que quepa en sus mochilas, cajones o coches, “adaptado a cualquier comercio”, explican Barcia, CEO de la firma, e
Ileyn Hernández, CFO. “Disponemos también de un servicio click&pick para programar entregas en la franja horaria que seleccione el comercio”. Qué tecnología utilizan.
Atajo’s es una aplicación web con geolocalización en tiempo real, a lo que suman una app propia para sus ‘atajeros’ [así denominan a sus repartidores], en la que se hace seguimiento de los pedidos. “Nuestra tecnología permite al comercio solicitar un ‘atajero’ en menos de 30 segundos, con tiempos de entrega de 30 a 35 minutos”.
Yallego ha implementado “una plataforma web muy visual y una app para fidelizar a los usuarios”.
Factores diferenciales. Martínez no identifica una competencia nítida. “Existen pequeños emprendedores con un concepto similar, pero no poseen el software ni nuestra experiencia. Respecto a los grandes agregadores, estos tienen unas tarifas muy altas, al ser su coste de estructura muy grande. Nuestro caso es distinto. El emprendedor es el propio dueño del negocio y nosotros podemos dar unas condiciones económicas óptimas a los establecimientos para que estos puedan, a su vez, ofrecer el delivery a sus clientes. La calidad es otra máxima. No dejamos ningún pedido sin entregar y, si hay algún error, lo solucionamos, al tener un contacto muy directo tanto con el cliente final como con el establecimiento”.
Desde la central señalan que Atajo’s se diferencia por su capital humano. “Nos desmarcamos de polémicas legales y todos los ‘atajeros’ están en plantilla y reciben incentivos adicionales. Otro factor competitivo es que el software realiza el cálculo en linea recta, lo que permite al comercio reducir los costes por servicio y a nosotros ofrecer tarifas muy económicas respecto a otras empresas del sector, además de poder integrarnos con cualquier software TPV o agregador externo”.
Expansión. Atajo’s presta servicio en Barcelona, Madrid, Valladolid, Zaragoza, Málaga, Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria y Cantabria. “Próximamente iniciaremos operaciones en Valencia, Murcia, Tarragona, Girona, Bilbao y con miras a comenzar la expansión internacional en el último trimestre del 2021”. Una estructura, por otro lado, en la que se integran 70 repartidores y que entrega unos 10.000 pedidos al mes.
Presente en Colmenar Viejo y Tres Cantos (Madrid), Yallego prepara varias aperturas inminentes, como adelantan desde la central.
Su objetivo es democratizar el delivery, con tarifas económicas y una atención cercana