Los ‘caprichos’ de los directivos de grandes starpups engordan sus costes ocultos
Las grandes compañías esconden los altos costes de los “caprichos” de sus directivos: entradas para espectáculos y eventos deportivos, apartamentos o seguridad privada.
Los estratosféricos salarios de los altos directivos podrían sumarse ahora a una larga lista de gastos personales que las grandes compañías se empeñan en ocultar: entradas para espectáculos y eventos deportivos, apartamentos, seguridad privada, copiosas cenas sociales… La lista es extensa, y muestra la gran cantidad de complementos salariales de los gigantes del ecosistema emprendedor.
El ejemplo más claro de estas prácticas está en Facebook, que solo en 2020 gastó 24 millones de dólares en la seguridad privada de
Mark Zuckerberg. Desde la compañía argumentan que “es uno de los ejecutivos más reconocidos del mundo, debido, en gran medida, al tamaño de nuestra base de usuarios y nuestra exposición continua a los medios de comunicación globales”.
El caso de Zuckerberg no es para nada singular dentro de las grandes compañías. En otros casos, como el de la productora
Live Nation Entertainment, los “caprichos” de sus directivos tienen que ver con los eventos deportivos. Solo en 2020, la compañía gastó más de 100.000 dólares en entradas para sus ejecutivos. Una cifra llamativa, teniendo en cuenta que el 80% de los programas fueron cancelados a causa de la pandemia.
En otras grandes compañías, los apartamentos corporativos son la principal partida de gastos ocultos. Es el caso de Cognizant Technology Solutions, que solo el año pasado invirtió 217.000 dólares en alquilar un apartamento en Nueva York para Brian Humphries, su director ejecutivo. El caso es llamativo, pues la sede central de la compañía se encuentra a tan solo unos kilómetros, en Nueva Jersey.
¿CÓMO TRIBUTAN LOS GASTOS OCULTOS?
Estos gastos ocultos de las grandes compañías son completamente legales y esconden, en realidad, la intención de deducir grandes cantidades de dinero en las declaraciones de impuestos de estas corporaciones.
En España, se denominan gastos de representación, y abarcan todos los costes derivados de la actividad de la empresa para su desempeño. En este sentido, la Ley sobre el Impuesto de Sociedades contempla como deducibles los gastos derivados de las relaciones públicas con clientes y proveedores o los realizados conforme a los usos y costumbres respecto al personal de la empresa.
Así, por ejemplo, las grandes compañías -y las pequeñaspueden deducirse comidas con clientes concertadas para intentar vender un producto; regalos de empresa, entradas a espectáculos deportivos; o invitaciones a experiencias relacionadas con el bienestar. Eso sí, deben estar bien justificados, contabilizados en la cuenta de pérdidas y ganancias de la empresa y tener un justificante formal, como una factura completa.
Así, los enormes gastos de representación de las grandes compañías son totalmente legales, siempre que estén debidamente justificados. No obstante, cabe preguntarse si, en el caso de los emprendedores milmillonarios, atribuir a la empresa ciertos gastos puede esconder el verdadero objetivo de no tributarlos como lo que verdaderamente son: ocio y disfrute personal.
En España, la Ley contempla como deducibles los gastos derivados de las relaciones públicas con clienes
El respeto que los americanos tienen por sus veteranos militares es casi imposible de encontrar en ningún otro país. Todos hemos podido apreciarlo en las películas, pero es un sentimiento real donde Amazon ha intentado profundizar, a través de un ambicioso programa de contrataciones para estos profesionales. Este programa de contratación de Amazon nació en 2017 y, desde entonces, ha sumado más de 600 militares veteranos europeos, 47 de los cuales son españoles. A los que, por cierto, el gigante del comercio electrónico paga salarios estratosféricos: entre 50.000 y 200.000 euros netos anuales, en función de su puesto y capacitaciones. «Buscamos activamente líderes que puedan inventar, pensar a lo grande, tener una predisposición a la acción y ofrecer resultados en nombre de nuestros clientes. Estos principios resultan muy familiares a los hombres y mujeres que han servido en las fuerzas armadas, y consideramos que su experiencia en el liderazgo de personas tiene un valor incalculable en nuestro acelerado entorno de trabajo», explicaba Jeff Bezos, CEO de Amazon, cuando lanzó su programa. Los puestos que Amazon busca entre los militares son muy variados, pero suelen estar relacionados con la logística, la ingeniería o las misiones humanitarias. «Yo estaba muy a gusto en las Fuerzas Armadas, pero la oportunidad era buena», admite uno de los militares españoles contratados. La mayoría de ofertas de Amazon a los miembros de las fuerzas armadas suelen estar dirigidas a profesionales a partir de los 40 años, cuando algunos están a punto de acabar sus contratos con el Ejército o su salida no les penaliza, al haber cumplido 10 años de servicio tras salir de la academia militar.