EL CONSEJO EXPERTO
En el ámbito educativo se han utilizado diferentes tecnologías o plataformas que permiten llevar a cabo una formación, crear grupos virtuales, etc. Pero tenemos que adelantarnos y diseñar experiencias de aprendizaje más enriquecedoras con las ventajas que nos proporcionan las tecnologías emergentes. Por ejemplo, en cuanto a la metodología Design Thinking en la que se trabajan soluciones para retos propuestos en diferentes sectores. ¿Qué ocurre si tenemos que hacer un proceso de Design Thinking en remoto? Al utilizar herramientas de videoconferencia al uso, el trabajo en equipos virtuales es mejorable, los equipos van perdiendo motivación y creatividad. Carecen de los denominados ‘project rooms’ pizarras, materiales, post-its etc. para poder proponer un sinfín de ideas y ordenarlas. Para solucionar lo anterior, estamos trabajando es en el diseño de un ‘Project Room Virtual para Design Thinking’, donde gracias a gafas de realidad aumentada y un software que las acompaña, el alumnado puede adquirir experiencias en remoto más cercanas a la realidad.
JANIRE GORDON ISASI
Doctora en Marketing y Comunicación de la Universidad de Deusto
La inteligencia artificial, la habilidad de una máquina de presentar las mismas capacidades de los seres humanos, ha llegado al sector educativo, pero ¿estamos implantando correctamente esta tecnología? Queda claro que el potencial de la IA en la educación es innegable, pero no se trata solo de incorporar tecnologías, sino de formar y dar a conocer su uso a docentes y alumnos. Que puedan servirse de la IA para evaluar el progreso de los estudiantes y adaptar el aprendizaje a cada uno de los alumnos; desarrollar plataformas propias (como chatbots) que estimulen el aprendizaje con nuevos retos, preguntas y propuestas que vayan más allá de lo pautado en el programa educativo; o, incluso, optimizar el trabajo de los docentes, reduciendo el tiempo que tiene que dedicar el profesorado a tareas repetitivas que no aportan valor a la educación.
Es momento de aprovechar las oportunidades que ofrece la IA, que permita que la educación en España sea innovadora y flexible, y pueda competir con sistemas educativos más avanzados.
JUAN RIVA DE ALDAMA
CEO y fundador de IMMUNE TECHNOLOGY INSTITUTE
La necesidad de que las aulas incluyan las tecnologías que el alumnado utiliza en su vida cotidiana es un aforismo presente en cualquier debate educativo. En los próximos años debemos desarrollar un enfoque pedagógico y holístico hacia estas tecnologías. Por ejemplo, la inteligencia artificial será la tecnología que transformará más profundamente las relaciones personales, sociales e institucionales en los próximos años. Es imprescindible formar, no sólo técnicos, sino personas capaces de comprender los algoritmos que permiten que un ordenador desarrolle lógica propia. Esto rompe la barrera tradicional entre ciencias y letras. Debemos enseñar a programar a todo el mundo, por humanista que sea su formación. Y debemos introducir la ética como un requisito más en un diseño técnico. Otro ejemplo puede ser la realidad aumentada. Esta será una de las principales formas de interacción con el mundo de los más jóvenes.
Hoy, la tecnología no es una materia más, sino el propio mundo para el que educamos y del que la educación forma parte.
RAFAEL CONDE
Director del grado en Artes Digitales en la UCJC
Las nuevas generaciones accederán a un mercado laboral drásticamente transformado por la utilización masiva de la IA. Esto se traduce en la necesidad de que las políticas educativas hagan posible que los alumnos adquieran un conjunto de habilidades nuevas relacionadas con el pensamiento lógico y crítico o personales. Para ello, el profesorado debe de estar debidamente habilitado y formado para atender a estas exigencias. Asimismo, el uso de algoritmos de IA pueden ser de gran utilidad a nivel de administración de la comunidad educativa, así como para la identificación de patrones o tendencias en el alumnado y en la institución puede ayudar a mejorar la calidad de la enseñanza.
En la Educación Especial la eficacia de la IA y la robótica están ya muy demostradas. Se ha demostrado cómo niños y niñas con autismo, que normalmente tienden a sentirse más cómodas en entornos predecibles, disfrutan interactuando con los robots, convirtiéndose en los instrumentos ideales para distintos tipos de terapias asociadas con el aprendizaje.
JUAN IGNACIO SANZ FUENTES
CEU-ODISEIA LAB en Inteligencia Artifical. Universidad CEU San Pablo