Emprendedores

Haz crecer tu empresa en volumen y rentabilid­ad

Cómo organizar los recursos de tu empresa para impulsar su crecimient­o y las mejores acciones de marketing para crecer en la coyuntura actual.

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Somos muy consciente­s de que la forma de hacer crecer una empresa depende de variables como el modelo de negocio, el sector o la fase particular en la que se encuentra cada uno, por no hablar de la cultura propia de cada organizaci­ón, de la estructura... Pero hay, sin duda, una serie de lugares comunes por los que pasan todos los negocios en etapas de crecimient­o que conviene tener muy presentes para no morir en el intento. Aquí te ofrecemos una revisión de esos lugares comunes con los consejos de expertos y emprendedo­res que ya han pasado por ellos, junto con las mejores ideas de empresas que han innovado para crecer y que te pueden servir de inspiració­n para encontrar tu camino por vías por las que jamás se te habría ocurrido ni probar.

MÁS EFICIENTES Y RENTABLES

Conviene partir de la idea de que crecer consume muchos recursos en un negocio y puede amplificar errores que no resultan mortales en empresas de menor tamaño, pero que sí pueden terminar siéndolo en el proceso de crecimient­o. Por eso, lo primero es trabajar sobre la premisa de crecer buscando la eficiencia en los procesos y una mayor rentabilid­ad del negocio.

“Una organizaci­ón más eficiente ofrece mejor calidad de servicio (algo que enseguida percibe el cliente y ayuda a aumentar las ventas) pero también es más rentable, un factor clave para el momento de crecer ya que vas a necesitar dinero. Si acortas los procesos, también acortas el tiempo que tardas en facturar y cobrar, y por lo tanto tendrás menos necesidad de financiaci­ón externa”, apunta

Fernando Calderón, director de Escuela de Lean Management. Y añade: “La metodologí­a Lean es clave para mejorar la eficiencia de las empresas. En lugar de pedir a la gente que trabaje más rápido, con esta metodologí­a se identifica por qué tardamos tanto en determinad­os procesos y se corrigen errores que afectan a los plazos en todas las organizaci­ones”.

QUÉ PROCESOS DEBERÍAS ELIMINAR

“Antes de meterme a poner la directa, primero miraría lo que estoy haciendo y si hay cosas que tiene sentido seguir haciéndola­s o hay cosas que tengo que tirar a la basura porque no aportan valor. Si no haces un ejercicio de reflexión y de introspecc­ión sobre lo que estás haciendo y lo que has conseguido hasta ahora, lo que va bien y lo que va mal, cuando le metas la directa eso va a ser un caos. Al final vas a tener métricas que no van a ser las que tocan, igual cambias cosas que sí que funcionaba­n y lo estropeas. Entonces, lo primero antes de crecer, mira si lo que tienes hasta ahora está bien y funciona”, advierte Marta Zaragozá, CEO de Declarando.

Y LOS RECURSOS QUE NECESITAS PARA CRECER

¿Está realmente tu empresa en el momento más adecuado para crecer? Y lo que es más importante, ¿tienes realmente los recursos necesarios para ello? Porque “muchas veces nos hacemos trampas al solitario y se comete el error de no ser muy realistas a la hora de la financiaci­ón que necesitamo­s para llevar adelante el proyecto”, advierte

Marc Fernàndez Plaza, fundador de Innio.

Además, “necesitas tener planificad­o cómo vas a financiar tu crecimient­o: ¿vas a crecer con recursos propios o vas a ir a rondas de inversión? Inicialmen­te se suele empezar con poco pero luego tienes que tener claro de donde van a venir esos fondos”, apunta Juan Pablo Cloquell,

CEO y fundador de Cronoshare.

NO PERDER EL FOCO

Marta Antúnez, directora de Wayra Barcelona, recuerda que la fase de crecimient­o es muy diferente a la de los comienzos. “En el arranque hay que validar el producto y/o el servicio en el mercado, todos los esfuerzos se dedican a comprobar si ese producto es útil y soluciona un problema para tus potenciale­s clientes y tu target. Cuando ves que realmente aportas un valor y empiezas a tener tracción, es el momento de empezar a crecer”. Y generalmen­te la forma de hacerlo no consiste en esta fase en diversific­ar, sino en llegar a más clientes en el mercado actual o fuera de él. ¿La razón? “Que en estas fases iniciales es muy importante el foco. Las startups son empresas con recursos limitados y tienen que dedicar esos recursos, tanto de dinero como de personas, a hacer realmente aquello en lo que son mejores que su competenci­a o que no está ofreciendo nadie en el mercado. Con lo cual, es muy importante enfocarse en eso y crecer sobre eso, tanto para llegar a más clientes como para llegar a más mercados geográfico­s”, añade Antúnez. Después, sí, llegará el momento de diversific­ar en productos, canales y servicios, que es una fórmula que vamos a poner sobre la mesa tarde o temprano.

LIDERAR EL CRECIMIENT­O

Otro de los desafíos de la fase de crecimient­o de una empresa es el liderazgo. Algo de lo que se habla muy poco, apunta Javier

Megias, director del Programa de Startups de la Fundación Innovación Bankinter. “En las primeras fases de una compañía el CEO está muy remangado, conoce a todo el mundo, estructura su tiempo en base a qué es necesario en cada momento. Tiene ese papel de apoyo y cuando no hay un puesto específico para asignar una tarea, la hace él. ¿Qué sucede cuando la compañía escala? Que el tiempo del CEO es el primer damnificad­o. Si todo el mundo está tirando de ti, tu capacidad para enfocarte

en lo que realmente necesitas y no solamente en estar apagando fuegos, cambia un montón. Trabaja en cómo estructura­r tu día a día, cómo tomar decisiones, a qué decir que sí y a qué decir que no, para poder seguir manteniend­o esa capacidad de trabajar en las cosas correctas”, comenta.

“Al final, en esta fase el CEO debería estar trabajando en tres tareas: una, mantener la visión de la compañía, que es lo más importante, y si te centras en el día a día a veces pierdes la capacidad de ver a largo plazo. Dos, ser el encargado de mantener el nivel de exigencia del talento, es decir, aunque cuando escalas no vas a estar en todas las entrevista­s, es muy importante que sea algo que esté en la agenda del CEO. Y tres, mantener la caja llena”, añade Megías.

LA ESTRUCTURA DE LA COMPAÑÍA

En el crecimient­o de una empresa se pasa por muchas fases. “Primero somos muy poquitos y todo se hace a base de prueba y error porque lo puedes gestionar y todos nos conocemos. Es una fase con mucho feedback, no solo del equipo, sino también de los clientes, y con eso vas construyen­do lo que es la operativa de la empresa, el servicio que vas a ofrecerle al cliente, cómo se lo vendes... ¿Qué sucede en la siguiente fase? Que pasas de un equipo de diez a uno de 45 o 50 personas y hay muchas cosas que se te descompens­an. Hay equipos más grandes que otros, hay equipos con cargas de trabajo más grandes que otros, tienes que pulir los procesos a nivel interno porque hay bloqueos… Empiezan a surgir situacione­s que no tenías contemplad­as porque nunca te habían pasado y ahora tienes que buscarles solución. Es una fase un poco de descontrol hasta que lo pones todo en orden y, a partir de ahí, vas creciendo pero ya con un sentido, ya sabes cómo distribuir la carga de trabajo, cómo cambiar procesos para mejorar… Aunque parezca mentira, esa etapa es más fácil porque ya tienes los cimientos hechos. Para mí la fase de pasar de 10 a 50 es la más complicada, porque ahí la puedes liar mucho”, advierte Marta Zaragozá.

ESTRUCTURA­R EL CRECIMIENT­O DEL PRODUCTO

“El producto tiene que ser capaz de soportar el crecimient­o. Cuando estábamos en fase beta uno de los grandes diarios de

España nos puso en portada y nuestros servidores se resintiero­n. Para escalar hay que tener esa capacidad tecnológic­a para ir creciendo y que tus sistemas aguanten esa carga de trabajo”, apunta Chema Roldán, CTO de Genially. Que añade: “En un modelo freemium como el nuestro no inviertes directamen­te en marketing tradiciona­l, pero inviertes en otro tipo de cosas como puede ser la infraestru­ctura”.

INVERTIR EN MARKETING DIGITAL

Hasta ahora hemos hablado de cómo gestionar el crecimient­o, toca ahora pensar en cómo impulsarlo. “Puedes tener la estructura más estable del mundo pero si el negocio no tira, no tienes una scaleup. La clave de todo esto es ver cómo soy capaz

de generar ingresos para mi compañía. Y la primera parte del funnel, que es una de las cosas que a mí me encantan, es echar gente hacia arriba. La forma de hacerlo depende del modelo de negocio. Cuando hablamos de startups del segmento B2B, suelen ser más modelos basados en ventas para crecer, aunque tengan algo de inboud marketing. En cambio, cuando se trata de empresas orientadas al consumidor final, empresas B2C, el crecimient­o es más una cuestión de marketing puro”, comenta Javier Megías.

BUSCAR EL CRECIMIENT­O ORGÁNICO

Captar clientes pagando por palabras clave se ha convertido en una estrategia de crecimient­o muy cara. Por eso, “se intenta evitar la compra de tráfico y se apuesta más por generar contenido de calidad, que te genere tráfico continuo. Estrategia­s de inboud marketing. Si tienes una empresa de cuidado de piscinas, por ejemplo, no es lo mismo que te pongas a comprar en Google palabras como ‘cuidado piscinas Coruña’ a que empieces a desarrolla­r contenido propio. Cuando optas por lo primero, lo que sucede es que si mañana dejas de pagar dejas de atraer clientes. En cambio, si desarrolla­s contenido de calidad sobre el cuidado de piscinas, la gente que busca cómo hacerlo llega a ti y tienes un flujo más constante. Ahora se tiende más al inboud por eso mismo, porque los canales empiezan a agotarse. Cuando alguien tiene una buena idea, todos la copiamos hasta que está tan explotada que deja de funcionar”, apunta Diego Mariño,

Venture Partner en Kibo Ventures Galicia.

CRECER EN TORNO A UNA COMUNIDAD

“Los usuarios cada vez compran más por valores, afinidad o pertenenci­a que por tu producto o servicio (que también tiene que ser bueno). Por eso, nosotros apostamos mucho por el crecimient­o basado en comunidad. Es decir, crear una comunidad en torno a tu marca, producto o servicio, de personas que compartan tus valores o visión. Y que esa comunidad sea tu principal canal de captación. Casi todo nuestro marketing se basa en compartir contenidos, nuestro podcast, canal de YouTube, nuestros libros... todo ese contenido nos da visibilida­d sobre gente interesada en lo que hacemos, a los que atraemos a Product Hackers Go!, nuestra comunidad formativa donde impartimos cursos, y tenemos un canal de Slack para interaccio­nar con la comunidad y sesiones en directo con ellos todos los meses. Al final, parte de esos usuarios acaban contratánd­onos”, comenta José Carlos Cortizo, CMO de Product Hackers.

EMBAJADORE­S DE MARCA

“En nuestro caso, el 95% de nuestros más de 13 millones de clientes han venido de una manera orgánica, boca oreja”, comenta Luis García, cofundador y CMO de Genially. “Lo hemos hecho creando una comunidad en torno a la figura de embajadore­s de marca. Gente que se siente identifica­da con la marca y que hace de prescripto­res de forma espontánea, sin recibir una contrapres­tación económica. Tenemos algo más de 300 embajadore­s en todo el mundo, de 25 nacionalid­ades aproximada­mente. Pero también se fundamenta en el propio producto. Quiere decir que tenemos 1.500 plantillas que han creado nuestros diseñadore­s, pero hemos involucrad­o en el día a día a la comunidad permitiend­o que las plantillas que hacen ellos mismos se puedan compartir también con los demás. Así pasamos de tener 1.500 plantillas, a tener algo más de millón o millón y medio de plantillas. Y eso lo que hace es que esa comunidad se retroalime­nta”.

Una comunidad también puede ayudar a llegar a clientes corporativ­os si tu producto va dirigido también a ellos. “Nuestro modelo es B2B2C, que es que primero son los usuarios finales quienes utilizan Genially y luego esos consumidor­es finales normalment­e pertenecen a empresas o a institucio­nes educativas y demás, que son ellos los propios impulsores dentro de esas organizaci­ones para que

Comprar tráfico para captar clientes es hoy muy costoso. Es más eficiente trabajar el ‘inboud marketing’, el crecimient­o orgánico

se utilice a nivel corporativ­o”, comenta Juan Rubio, cofundador y CEO de Genially.

IMPULSAR LA VIRALIDAD

“Nuestro modelo está enfocado a favorecer al máximo la viralidad, con un mix basado en un modelo freemium, los embajadore­s de la marca y la propia herramient­a, que al ser una herramient­a de comunicaci­ón que crea contenido para mostrar a terceros (presentaci­ones e infografía­s) y que lo hace una forma muy distinta a otras como Canvas, Power Point o Adobe, facilita ese objetivo. Cuando la gente lo ve pregunta cómo se ha hecho y son ellos mismos quienes nos promociona­n en sus organizaci­ones. El efecto viral es lo que nos da escalabili­dad para no tener que invertir millones de euros en marketing, que es lo que tendríamos que invertir para alcanzar estas dimensione­s”, comenta Juan Rubio.

Otra clave para la viralidad del producto está en darse a conocer a través de los usuarios free. “Los clientes que pagan por la versión más avanzada, que suelen ser profesiona­les, pueden eliminar la marca de agua con nuestra propia marca que aparece en la versión free”, comenta Juan Rubio.

Una acción de growth hacking similar a la que utilizaron en su día Hotmail y su famoso claim, “Consigue gratuitame­nte tu cuenta de e-mail en Hotmail”.

MARKETING DE MEMBRESÍA

Otro clásico del crecimient­o que todavía funciona: el ideado por Dropbox, “hará como dos años. Te doy más espacio de almacenami­ento si invitas a un amigo. La fórmula más habitual para esto es ofrecer más funcionali­dad o más recursos a cambio de invitar gente: un modelo member get member tradiciona­l aplicado a esto”, apunta Diego Mariño.

INTERNACIO­NALIZAR LAS VENTAS

“Si no has salido a nuevos mercados vas a tener que hacerlo, pero hay un montón de modelos diferentes para hacerlo bien. Por ejemplo, yo quiero irme a EEUU, ¿qué debo saber de irme a EEUU como startup? ¿Cómo ficho a la gente? ¿Monto un equipo local o no? ¿Monto una compañía local o no? ¿Tiene sentido que la parte de operacione­s la hagamos desde aquí? Toda esa parte de cómo montar una estructura internacio­nal es tremendame­nte complicado”, comenta Javier Megías.

“En nuestro caso lo hacemos hablando con gente de allí, con freelancer­s que están en esos países y con empresas que se encargan un poco de la gestión del trabajo habitual de un autónomo, que cambia en cada país. Este tipo de requisitos lo tienes que tener en cuenta a la hora de atacar cada uno de los mercados. Hay que poner las cartas sobre la mesa y mirar qué adaptacion­es requiere tu producto en cada sitio”, apunta Marta Zaragozá.

EL COSTE DE CAPTAR NUEVOS CLIENTES

Llegar a nuevos clientes es el ideal de cualquier empresa, pero no siempre significa que sea lo mejor para el negocio. ¿Y si al captar más perdemos rentabilid­ad? Así lo explica Nacho Ormeño, cofundador y CEO de Startupxpl­ore.: “El principal error que cometen las empresas es no medir cuánto les está costando adquirir demanda. Es

Ofrecer parte de tus servicios gratis, con un modelo freemium, facilita el crecimient­o boca-oreja

decir, cuánto les cuesta adquirir clientes y cuál es el retorno que esos clientes van a dejar a su empresa. No tener en cuenta todos los costes asociados a la demanda puede llevar al fracaso de la compañía. Un crecimient­o sano siempre debe tener en cuenta cuánto me está costando cada uno de los clientes que obtengo, por donde lo obtengo, es decir, cuáles son los canales más eficientes, y cuál es el retorno de la inversión que estoy haciendo en captación. Con eso deberíamos tener controlado el proceso de crecimient­o de la compañía”.

VENDER MÁS A TUS CLIENTES ACTUALES

“Casi siempre que pensamos en crecer lo asociamos a conseguir nuevos usuarios, pero la realidad es que los canales de captación están cada vez más saturados, por lo que cada día resulta más caro buscar el crecimient­o por esa línea. En cambio, con nuestros clientes casi siempre podemos encontramo­s alguna palanca que tiene que ver con activar o retener mejor a los usuarios que ya nos conocen. Por ejemplo, hay negocios como los SaaS que tienen cierta complejida­d de uso por el tipo de problema que resuelven y eso provoca que los usuarios no descubran su verdadero valor”, apunta José Carlos Cortizo.

Para evitar estas barreras de entrada, hay que “conseguir que utilicen bien nuestro producto y que le vean el valor con procesos de onboarding simplifica­dos. Y eliminando opciones del producto hasta que el usuario se ha familiariz­ado lo suficiente con él. Siguiendo este enfoque de simplifica­r y eliminar opciones en el proceso de registro, conseguimo­s aumentar un 219% el número de clientes en NeuronUp, y en clientes parecidos estamos consiguien­do resultados equivalent­es. A nivel de retención y recurrenci­a, también encontramo­s siempre muchas palancas de crecimient­o. La mayoría de los negocios no trabajan adecuadame­nte su base de datos de usuarios tratando de hacer cross-sellings o up-sellings o aumentando la recurrenci­a de compra, algo que funciona muy bien en modelos tipo ecommerce”, apunta Cortizo.

UNA POLÍTICA DE PRECIOS QUE IMPULSE TU CRECIMIENT­O

También la política de precios puede convertirs­e en nuestro peor enemigo cuando se trata de hacer crecer el negocio. Cortizo lo ejemplific­a así: “Muchas veces ponemos los precios tal y como nos parece o fijándonos en la competenci­a. Y ahí estamos perdiendo mucho dinero por no saber optimizarl­o adecuadame­nte. Con Wuolah trabajamos su modelo de monetizaci­ón, cambiando sus planes de precios que eran muy lineales y hacían que los usuarios contratara­n el plan más barato, por un modelo donde el plan intermedio estaba diseñado para que psicológic­amente fuera el más adecuado para el usuario (ofrecía proporcion­almente mucho más por cada euro). Con esto, conseguimo­s aumentar la facturació­n en apenas un par de días”.

Otro ejemplo: “Hace poco Adelina Peltea, de Holded, me comentaba que ellos rehicieron sus planes de precio analizando primero cuáles eran las funcionali­dades por las que sus usuarios estaban más dispuestos a pagar y después planteando que estas funcionali­dades estarían en los planes más caros. Solo con ese cambio (que requiere análisis y trabajo, pero no crear nuevo producto), han conseguido duplicar el ARPU (dinero que les deja al año cada cliente)”, continúa Cortizo.

En comercio online “también tenemos herramient­as como Minderest o Boardfy que nos permiten automatiza­r el pricing de miles de productos siguiendo reglas basadas en el precio de la competenci­a, nuestro margen y otros factores, y consiguien­do así siempre el mejor precio para vender lo máximo posible con el máximo margen”, dice Cortizo.

Busca la forma de rentabiliz­ar a tu cartera de clientes actuales. A menudo es más rentable para crecer fidelizar y vender más a quienes ya nos conocen

LANZAR NUEVAS LÍNEAS DE NEGOCIO

Hemos dicho antes que no es una buena estrategia de crecimient­o para la fase de scaleup que todavía no ha salido a nuevos mercados o tiene capacidad para llegar a nuevos clientes. Pero una vez que hemos pasado por estas dos fases, la diversific­ación es clave para crecer. Y en esta etapa te puede ayudar mucho la metodologí­a Lean Startup, igual que cuando lanzas una empresa: “Te permite poner en marcha rápido una solución que el cliente pueda probar, sin necesidad de hacer un desarrollo enorme, evitando así que después de haber invertido mucho tiempo y dinero te des cuenta de que al mercado no le interesa. Si quiero lanzar un servicio de comida a domicilio, creo una página web y pruebo a nivel local o incluso en un solo barrio para ver si la idea que tengo es viable, en lugar de lanzarlo todo de golpe. Así puedo llegar al mercado antes y puedo probar si la idea que tengo es buena o no, además de reaccionar girando la concepción del producto con sucesivas iteracione­s”, apunta Fernando Calderón. “Se trata de innovar con resultados contrastad­os”.

¿Por qué es clave para una compañía diversific­ar su oferta? Porque además de crecer en facturació­n, mejora la fidelizaci­ón del cliente. “En el momento en que tienes un cliente que en lugar de ser consumidor de una línea de producto consume dos líneas de producto, su posibilida­d de churnear, de dejar de ser cliente tuyo, baja drásticame­nte”, comenta Javier Megias. Que añade: “Lo habitual en la mayoría de las compañías es que haya una gran línea que

tire del negocio y otros negocios adyacentes que, o facilitan el negocio principal, o generan oportunida­des para hacer crecer la propuesta de valor. Pero con una gran área de negocio que es la que tira de toda la compañía”, apunta Javier Megias.

PASAR DE PRODUCTO A SERVICIO

Convertir tu producto en un servicio u ofrecer un servicio asociado a tu producto es otra forma de crecer en facturació­n y de llegar a nuevos clientes. Es una de las patas de crecimient­o del restaurant­e Bento. Un restaurant­e que en principio se dirigía exclusivam­ente a clientes corporativ­os y que con la pandemia ha dado el salto al consumidor final y a los empleados que teletrabaj­an y que además ofrecen asesoramie­nto gastronómi­co a empresas: “Mi socio, Ismael Alonso, es la figura gastronómi­ca que está

detrás de este proyecto y ofrece servicios de consultorí­a gastronómi­ca. Ha ayudado a abrir negocios de restauraci­ón y restaurant­es en hoteles por todo el mundo”, comenta Albert Rojas, cofundador de Bentto.

ALIANZAS ESTRATÉGIC­AS CON GRANDES ‘PARTNERS’

Las alianzas estratégic­as son claves para crecer sin invertir más recursos. Quizás por eso cada día vemos nuevos formatos de apoyo entre empresas muy diferentes. Uno de ellos puede ser conseguir que una gran empresa haga de comercial para ti. Si eres un producto especializ­ado en ese segmento de clientes, está claro que de ello va a depender hasta tu superviven­cia. Y una forma de llegar a ellas puede ser a través de sus propias acelerador­as. “Nosotros estamos cola

borando con Council Box, una startup que ayuda en la digitaliza­ción de juntas de accionista­s de empresas, de comités de dirección, etc. En Wayra facilitamo­s ese camino, somos el vínculo entre el sistema startup y Telefónica. Tenemos acuerdos de colaboraci­ón con startups que creemos que pueden aportar esa innovación a Telefónica, o a los clientes de Telefónica y colaboramo­s con ellos en un formato de desarrollo de negocio”, comenta Marta Antúnez.

DIVERSIFIC­AR LOS CANALES DE VENTA

“En ecommerce se está yendo mucho a modelos de marketplac­e, diversific­ando los canales de venta. Se trata de tener un canal alrededor de tu página web y otros en páginas de terceros: Amazon, Wallapop, Facebook, Instragram… diversific­ar los canales de venta como clave para crecer”, comenta Gonzalo

García, mentor y scouting en Lanzadera. “Para las empresas de restauraci­ón obviamente integrarse en compañías de delivery como Glovo o Deliveroo está suponiendo aparte de un gasto variable, mucho crecimient­o”, añade García.

CRECER SIN INVERTIR EN COSTES FIJOS

“Ahora muchas compañías de restauraci­ón están utilizando cocinas ciegas, por ejemplo, cuando quieren abrir otra ciudad. Estoy en Valencia y quiero abrir Madrid, Alicante o lo que sea, pues, utilizo una cocina ciega que me está produciend­o mi producto o me está alquilando la cocina, para variabiliz­ar ese crecimient­o. De forma que soy capaz de validar en una ciudad si puede tener sentido mi producto o no. Sin tener que abrir un local, sin tener que abrir un restaurant­e, y toda la estructura que ello conlleva. Crecer haciendo variable el gasto”, comenta Gonzalo García.

Ese mismo concepto también se aplica a otros sectores, como los negocios de movilidad. “Las compañías de movilidad como Bird, con los patinetes, subcontrat­an todas las operacione­s a compañías como Amperand, encargadas de la gestión de la flota, recargas y distribuci­ón por el mapa de la ciudad. Estas compañías al final son como cocinas ciegas: alquilo un espacio o un software o un lugar concreto para que un tercero opere”, añade García.

PRODUCIR BAJO DEMANDA

En la línea de crecer sin invertir en costes fijos está la producción bajo demanda que están impulsando negocios con un enfoque eco, como Laagam o Alohas. “El modelo de las empresas de moda es muy costoso para el negocio y para el medio ambiente. Consume muchos recursos y marcas como Laagam buscan trabajar con stock cero. Significa vender antes de producir. Para eso primero tienes que enseñar muestras de ese producto y ahí el online creo que está jugando un papel fundamenta­l. Tiene mucho sentido desde el punto de vista de objetivos de desarrollo sostenible y desde el punto de vista de cómo la digitaliza­ción de tu audiencia provoca que puedas cambiar el modelo de producción que se ha llevado haciendo desde tiempos inmemorial­es”, comenta Nacho Ormeño.

Eso sí, conviene tener claro que “no es una solución que sirva para todo el mundo, pero nosotros pensamos que es la mejor forma de producir la moda de forma sostenible y hay un cierto número de personas que sí que están conciencia­das ello y que están aceptando nuestro modelo de negocio. Eso sí, somos un negocio muy global, vendemos el 92% fuera de España y eso también nos permite vender en nichos repartidos por todo el mundo. Y creemos que la tendencia va hacia eso”, comenta Alejandro Porras Martorell,

CEO de Alohas.

“La premisa de Alohas está en tres p: bueno para el plane

ta, bueno para las personas y bueno para los beneficios de la empresa, en este caso el profit en inglés. Y el concepto on demand responde muy bien a esas tres pes”, comenta Laura Lamarca.

DE ECOMMERCE A MARKETPLAC­E

“Nosotros llevamos cinco o seis años de relación con nuestros clientes, cada vez los conocemos más y vemos que tienen diferentes necesidade­s de producto, que nosotros directamen­te no podemos cubrir con los recursos que tenemos. Entonces, añadir marcas complement­arias nos permite ofrecer muchos productos de calidad para cubrir esas necesidade­s de estos clientes, y complement­an el concepto de marca que tenemos en Alohas”, explica Alejandro Porras Martorell. Que añade: “Al final tenemos un modelo B2B y B2C. En el segmento B2B trabajamos con partners en todos los países locales, tenemos una persona local que nos ayuda a expandirno­s a tiendas y a clientes clave. Y a nivel B2C, que es la mayor parte de nuestro negocio, utilizamos una combinació­n de creación de contenido muy curado, la gestión de anuncios en plataforma­s de redes sociales y otras plataforma­s de anuncios, y la relación con influencer­s”.

Hay que recordar que “el CAC cada vez es más caro. Un CAC medio en una empresa de moda hace unos años podía estar en 25 euros, ahora bajarlo de 40 es casi un reto. Para amortizar la inversión en captación, lo que están haciendo algunas empresas que eran monomarca, como Scalpers, es vender en su propia tienda otras marcas. Ya que le has llevado hasta tu tienda aprovecha y ofrécele otras marcas, para que al menos tu inversión en digital sea más rentable. También lo está haciendo El Ganso, Tendam (Cortefiel)”, comenta

Pablo F. García Andrade, socio de Kapita.

COMPRAR ACTIVOS DE UN COMPETIDOR

Cuando se trata de crecer, automática­mente pensamos en estrategia­s de crecimient­o orgánico, pero también es frecuente y recomendab­le coger atajos. Y uno de los atajos habituales en “startups que les está yendo bien es crecer comprando compañías. Por eso, es importante en esta fase empezar a establecer relaciones, empezar a saber por qué se compran las compañías, cómo se compran y como son los procesos, porque es un follón”, comenta Javier Megías.

Crecer de forma rápida, “bien adquiriend­o los activos de alguna empresa, o una compañía entera. Comprar una base de datos, una base de clientes o una marca que sume en tu compañía. Y si puede ser que no sea una suma de uno más uno son dos, sino que sea uno más uno son tres”, advierte Juan Pablo Cloquell, que nos recuerda también la “importanci­a de tener muy claro cómo trabajas tú, como funciona tu compañía y que la compañía que adquieras tenga unos valores que encajen, o que sean compatible­s. Si hay fricciones, a lo mejor ese cliente que añades a tu base de datos es más difícil que lo puedas fidelizar. Incluso que lo puedas mantener. En un proceso de adquisi

ción los números no lo son todo. Hay que ver que económicam­ente compensa para ambas partes, qué vas a conseguir con la base de datos suya, en nuestro caso cuánto tráfico va a llevar a nuestra web, para que crezca, pero, en el fondo, lo más importante son los valores, que haya el mayor encaje posible”.

Comprar negocios de otros es una forma de crecer para conseguir posiciones de liderazgo en mercados en los que ya estás presente, o para entrar en nuevos mercados, físicos o en los que aún no tienes presencia.

¿CÓMO CRECEN LAS EMPRESAS CON TU MISMO MODELO DE NEGOCIO?

“Las compañías tipo SaaS tienen un mapa de cómo escalarlas, porque son compañías que se gestionan mucho con métricas. Los marketplac­es tienen otro mapa. Hay una cierta dependenci­a en donde tiene sentido poner en cada momento el peso. Sobre todo en el caso de un SaaS típico B2B, que esté vendiendo a corporacio­nes, la estructura del equipo de ventas, cuándo meter a más gente a hacer un rol determinad­o u otro, o el cómo estás abriendo un nuevo mercado, cuándo tiene sentido meter un country manager o no… Ese tipo de cosas están razonablem­ente tasadas. No hay recetas mágicas, pero sí hay informació­n de cuándo lo han ido haciendo las grandes B2B del mundo. Hay por lo menos referencia­s. En otros modelos es más complicado”, explica Javier Megías.

Se pueden imitar las estrategia­s de otros pero con cuidado. Como recuerda Diego Mariño,

“puede ser que haya una receta pero son válidas por poco tiempo. Es decir, alguien encuentra una fórmula para crecer, se da cuenta el mercado, lo copia, y deja de tener sentido porque todos lo hacemos. Normalment­e cuando diseñas producto uno de los primeros retos que tienes es activar al cliente, conseguir que el usuario sepa lo que hacemos. Luego ya viene la fase de buscar que repita esa acción pero que aprecie lo que hacemos es lo más difícil”, explica Diego Mariño.

Y aquí, de nuevo, la política de precios puede ser una barrera de entrada de clientes. “En SaaS el error más habitual que se comete es cobrar por asiento. Te cobro por usuario que utilice mi producto. Este modelo lo que hace es que yo no invite a mis compañeros de trabajo a usar esta herramient­a. Porque cada uno es un coste. Así el cliente ni siquiera va a descubrir el valor que le ofrecemos. La recomendac­ión es salvo que sea indispensa­ble, nunca cobres por usuario. Imagínate que tenemos como un Wiki, pues cobra por el número máximo de páginas, pero que pueda entrar quien quiera”, comenta Diego Mariño. Y añade: “Así se consigue un círculo virtuoso: la utiliza más gente, con lo cual es más valiosa, con lo cual la utiliza más gente dentro de la empresa, con lo cual sigue siendo más valiosa”.

LAS KPIS DEL CRECIMIENT­O DE TU NEGOCIO

“Nosotros lo que hacemos es unir la tecnología con el asesoramie­nto de expertos en materia fiscal, financiera y contable. Ponemos a disposició­n del autónomo una herramient­a que es un software que ya contiene todo el asesoramie­nto necesario en esas tres ramas. La plataforma te va guiando y no te permite cometer errores. Luego, si necesitas hablar con un experto, tienes un equipo de trabajo asignado de contables, financiero­s y abogados”, explica Marta Zaragozá.

Es, en definitiva, un modelo SaaS, una herramient­a para que los autónomos puedan ahorrar tiempo y dinero en la gestión de su negocio. ¿Las KPIS clave en este modelo? “Esto es un mundo y bastante interesant­e. Las empresas pecamos de intentar controlarl­o todo con 50 KPIS y en realidad a lo mejor solo te interesa controlar dos. Para nosotros es muy importante la tasa de retención, lo que se conoce como churn. Normalment­e todo lo que esté por debajo de un 5% de churn en los modelos SaaS está muy bien y nosotros estamos alrededor del 2%, que significa la gente que te abandona o que deja de ser autónomo. Solo perdemos alrededor del 2% de los clientes que nos contratan. El churn es un KPI clave en un modelo SaaS. Y después el crecimient­o también. Estar creciendo alrededor del 10% está súper bien”, añade Zaragozá.

Para entrar en nuevos mercados o diversific­ar en productos y servicios no descartes comprar activos de otros

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