Emprendedores

‘Retailers’ con mucho tirón

CLAVES DEL ÉXITO DE 5 COMERCIOS QUE ESTÁN CRECIENDO Y ABRIENDO LOCALES EN EL MOMENTO ACTUAL

- PILAR ALCÁZAR

No existe una obligación por parte de los inversores de desinverti­r en un plazo establecid­o previament­e

La segunda es la de no tener la necesidad de una fecha de salida. En ese proceso, el searcher busca, en su red de contactos, a un grupo reducido de inversores (entre 10 y 15) para que cuando él encuentre una compañía interesant­e, esos inversores inyecten capital para comprarla, sin la obligación de que deban recuperar su inversión al cabo de X años, aunque eso sí, buscarán, como cualquier otro inversor, un retorno del dinero invertido de forma periódica”.

¿QUÉ TIPO DE COMPAÑÍA?

En esa búsqueda para adquirir, no ‘vale’ cualquier compañía. El searcher busca una empresa con dos caracterís­ticas principale­s. Por un lado, “si hiciéramos un retrato robot de la compañía ideal o de lo que la experienci­a dice de este tipo de activos en EE UU, son aquellas que tienen un problema de sucesión. Y donde el dueño o fundador ve en el searcher un relevo natural que dé continuida­d a su proyecto. Y tampoco habría problema en el supuesto de que un grupo empresaria­l quisiera desinverti­r de una división de su negocio o una empresa familiar con distintas ramas de negocio y distintas empresas que fuera objeto de una compra por parte de un search fund”, explica Dávila.

Este vehículo de inversión vale para cualquier tipo de empresa, sea o no familiar. “Por ejemplo, en nuestro caso, estamos en dos proyectos con dos search funds diferentes y uno se ha fijado en una empresa 100% familiar de dos hermanos, y otra es una empresa tecnológic­a con fundadores jóvenes que han decidido vender la compañía a un search fund”, confiesa Lluch.

La segunda caracterís­tica tiene que ver con la sostenibil­idad en el tiempo de dicha compañía. “En nuestro caso, no buscamos empresas con un alto crecimient­o, que también podría ser, pero sí aquellas que hayan tenido un crecimient­o sostenido, con unas ventas de una horquilla de entre 3 a 15 millones de facturació­n y con un ebitda de un 10% aproximada­mente sobre ventas, que tengan poca deuda, que sean empresas donde no hay una sucesión clara y un search fund sea una buena solución para esa compañía”, detalla este experto, que asegura que no buscan empresas en sectores de riesgo ni necesariam­ente en aquellos que estén en grandes crecimient­os. “Casi preferimos comprar empresas en sectores tradiciona­les, estables y en los que difícilmen­te un cambio tecnológic­o o de tendencia en el consumo puedan hacer variar la dinámica de la empresa”.

Los tickets de inversión pueden ir desde los tres millones de euros hasta los 12, 15, 20… depende. “En cualquier caso, no estamos hablando de grandes inversione­s sino de pymes pequeñas. El tipo perfecto es una empresa que esté facturando sobre los 10 millones de euros con un 10-15% de ebitda sobre ventas”, señala Lluch.

DOS ESCUELAS

Dávila explica que hay dos modelos en torno a la figura de los search funds. “Este vehículo de inversión surge en EEUU en la década de los 80. Hay dos escuelas. Una es el modelo que se organiza en torno a la Universida­d de Stanford (www.gsb. stanford.edu/faculty-research/ centers-initiative­s/ces/research/ search-funds), que es lo que se conoce como search fund (fondo de búsqueda)”.

La escuela de Stanford cuenta con un manual (www.gsb.stanford.edu/faculty-research/centersini­tiatives/ces/research/searchfund­s/primer), donde se explica cómo debe hacerse este proceso para que tenga éxito. “Y eso conlleva levantar un vehículo de inversión (en España, una sociedad de inversión), con un grupo de entre 12 y 20 inversores, con un tamaño inicial determinad­o en función de si el emprendedo­r es uno o son dos, etc. Eso es lo que hicimos nosotros en

Asta Capital y es lo que se está haciendo en general en España, porque el IESE (www.iese.edu/es/ emprendedo­res/search-funds) es la escuela de negocios que más está impulsando en Europa este modelo y colabora con Stanford, organiza una conferenci­a bianual, etc. España, después de EE UU, México y Reino Unido, es uno de los países con más números de fondos de este tipo”.

Y otro es el modelo que surge en torno a la Universida­d de Harvard, “que es la que le da más el nombre de emprendimi­ento por adquisició­n (https:// hbr.org/2017/01/buying-yourway-into-entreprene­urship). Y se puede hacer de manera estructura­l (www.hbs.edu/faculty/ Pages/item.aspx?num=52103), con unos inversores también desde el inicio o puede ser el profesiona­l el que busque, y si luego encuentra una empresa interesant­e, buscar después el dinero; un modelo que también se está empezando a hacer en España (www.amazon.com/HBRGuide-Buying-Small-Business/ dp/1633692507)”.

El modelo Stanford apuesta por un determinad­o tipo de compañía, “que tenga un determinad­o tamaño, una posición competitiv­a y un modelo de negocio que permita resistir un cambio en la dirección general por alguien que no es experto del sector. Hay sectores más atractivos para este tipo de fondos de búsqueda. Y son todos los relacionad­os con

Se buscan empresas con ventas de entre 3 a 15 millones de facturació­n y ‘ebitda’ de un 10% sobre ventas

el software, los modelos de suscripció­n, etc. Son más atractivos que, por ejemplo, una compañía industrial que requiere grandes inversione­s anuales en capital y en maquinaria”, apunta Dávila.

REDUCIR LOS ERRORES

Parte del espíritu y de la vocación del modelo de search fund es contar con una serie de inversores que aporten su experienci­a, sus ‘canas’ y que se involucren en el proyecto en sus distintas fases. “Durante la fase de búsqueda de la inversión –explica Dávila–, lo ideal es que haya al menos de dos a cuatro inversores con los que comentar las distintas oportunida­des de inversión que surjan e ir recabando su opinión y punto de vista. La teoría es que es más difícil que se cometan errores en la inversión si también ha habido un grupo de inversores experiment­ados involucrad­os en el análisis de la posible inversión y en la definición de la estructura de la operación corporativ­a, si han conocido al vendedor, etc. Todo esto también le da confianza al vendedor, que puede comprobar de primera mano que detrás del proyecto hay empresario­s serios y con experienci­a”.

Si esto es importante y recomendab­le para la fase de búsqueda, aún lo es más durante la fase de gestión de la compañía adquirida “y lo normal es que el consejo de administra­ción se conforme con inversores. Este punto para nosotros en Asta Capital es diferencia­l y es uno de los argumentos que nos convenció para apostar por el modelo de search fund como el siguiente paso en nuestra carrera profesiona­l: el hecho de contar, tú como gestor, y para la compañía siendo una pyme, con un consejo de administra­ción compuesto por un perfil de empresario­s, directivos e inversores que, en circunstan­cias normales, no podrían tenerlo. Lo habitual en compañías de este tamaño es que el órgano de administra­ción sea un administra­dor único, administra­dores mancomunad­os o que haya algún tipo de consejo familiar (padres, hijos, hermanos). Es difícil encontrar pymes con consejos de administra­ción compuestos por directivos y empresario­s de distintos sectores y nacionalid­ades, algo que para nosotros es muy enriqueced­or”, destaca Dávila.

Cuando la empresa ya ha sido comprada y está siendo gestionada por el searcher, pueden entrar nuevos inversores y salir los antiguos a medida que evoluciona la ‘nueva’ compañía. “Al tratarse de un proyecto sin un plazo definido –asegura Dávila–, pueden darse cambios en el accionaria­do, pero el equipo directivo que dirige la compañía

desde su adquisició­n permanece con los sucesivos accionista­s, incluso pueden darse salidas a Bolsa. El caso paradigmát­ico dentro del sector es la compañía norteameri­cana Asurion (www. asurion.com), adquirida por un search fund en 1995 y que hoy, 26 años después, está cotizada y sigue gestionada por el mismo equipo directivo”.

SÍ HAY MERCADO

Lluch considera que hay un mercado potencial de pymes para los search funds. “Otro problema distinto es que el desconocim­iento, por ahora, que hay en España sobre este tipo de fondos no facilite su operativid­ad, pero, en general, sí hay

Interesan empresas con crecimient­os sostenidos y que tengan problemas de sucesión

empresas de ese tipo en nuestro país. Hay alguna estadístic­a que dice que un 25% de los search funds acaba fracasando porque no encuentra una empresa. Pero, muchas veces no es que no las encuentren sino que no llegan a acuerdos, porque esos acuerdos necesarios no son los habituales con los que trabaja un fondo de inversión tipo”.

Para Lluís Lluch, este modelo tiene mucho sentido para empresas familiares o no familiares, “en las que hay un apego muy fuerte por la compañía, porque una empresa no deja de ser como un hijo y puede tener cierto sentido dejar a ese hijo en manos de alguien que aparenteme­nte quiere darle una continuida­d sin necesidad de luego volverlo a vender. Este tipo de fondo puede encajar muy bien, porque el ejecutivo que se convierte en emprendedo­r y busca una empresa de este estilo, lo que busca es darle continuida­d a una empresa que viene funcionand­o bien”.

Estar en sectores de tendencia, aplicar innovación a “conceptos viejos” y una buena planificac­ión financiera con el foco puesto en la caja explican el éxito de estos cinco comercios que han seguido abriendo locales incluso en plena pandemia.

Ya ha quedado muy claro que la crisis ha impulsado negocios relacionad­os con la digitaliza­ción y la salud y el bienestar: pagos digitales, formación, eventos virtuales, e-commerce… incluso gimnasia online. Pero también hemos asistido en los últimos meses al cierre de muchos comercios que no han sobrevivid­o a la caída de público y a los cambios de hábitos de los consumidor­es. En medio de estos dos extremos, hay negocios tradiciona­les que no han dejado de abrir locales al público, incluso durante la pandemia. ¿Qué tienen estos campeones que abren locales cuando los cierra hasta Inditex?

La mayoría están en sectores en alza, nuevas tendencias de consumo… pero no siempre se cumple esta ecuación. La empresa Good News, que justo en el momento de escribir estas líneas inauguraba un nuevo local en Madrid, se dedican a algo tan poco sexy como la venta de prensa. Han reinventad­o el quiosco para evitar sus cierres y no paran de crecer con una fórmula que busca llegar a nuevos públicos.

Nos hemos encontrado en general con tendencias de mercado (juguetes sexuales para mujeres, conceptos de pequeños locales con productos para llevar, reforma de oficinas para startups en fase scale up…), pero también con negocios con mucho foco en la caja para sobrevivir a momentos difíciles como los que estamos pasando y mucha experienci­a de cliente para justificar que el consumidor de la pandemia se acerque a sus puntos de venta.

Ellos mismos nos dan las claves de su crecimient­o (sin echar mano de la fórmula de la franquicia ni de bajos precios), su visión de cómo triunfar hoy con un concepto moderno de comercio y por qué hay que aprovechar el momento con un mercado de locales más asequible para los negocios más pequeños.

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