PRECUVIC, cubitos de hielo higiénicos y apilables
Albert Capdevila recuerda el día que su socio Joaquín Serrat y él decidieron poner en marcha la idea de Precuvic. “Estábamos en la barra de un bar y vimos cómo el camarero cogía los cubitos de hielo con la mano. Serrat, que repara máquinas en frío, me comentó la idea que tenía y me encantó. Precuvic es, básicamente, una bandeja sellada compartimentada llena de agua envasada sin congelar. ¿Las ventajas? Es más higiénica, más segura, más cómoda de transportar y apilar y representa un ahorro energético importante”, explica. En efecto, frente al hielo tradicional –que debe almacenarse siempre congelado– Precuvic puede guardarse en el almacén hasta su uso, tarda 4/5 horas en congelarse, no corre el riesgo de que se rompa la cadena de frío y aunque se descongelen no pasa nada, “porque es agua envasada”; se puede transportar a grandes distancias (“los fabricantes de hielo sólo pueden recorrer un máximo 100 km”,) y son completamente higiénicos (“se calcula que el 90% de los cubitos que consumimos están contaminados”). Además, las bandejas están troqueladas, “de manera que se pueden consumir y servir los hielos de forma individual y lo mejor es que se puede hacer la bandeja por el mismo precio que la bolsa de hielo tradicional”. Hoy están en fase de búsqueda de socios industriales para poner en marcha la fabricación en serie.