Emprendedores

MAD Lions, el primer club de esports español que sale a Bolsa

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El club madrileño de esports se ha convertido en el primer club de esports cotizado de España, a través de la salida a bolsa de su matriz Overactive Media. OAM ha debutado en el parqué, en la Bolsa de Valores de Toronto, TSX Venture Exchange, TSXV. Con oficinas en Madrid, Toronto y Berlín, OverActive cuenta con cinco equipos de esports en cuatro de las principale­s ligas mundiales, además de una división de producción de eventos de gaming e esports, OAM Live. En menos de tres años, la compañía ha recaudado más de 100 millones de dólares de Inversores y marcas reconocida­s, atletas profesiona­les y artistas, incluidos los primeros inversores Bell, Westdale Properties, Ov2 Capital, The Weeknd, Mitch Marner (National Hockey League o NHL), Phil Kessel. (NHL), Carl Hagelin (NHL) y The Montreal Canadiens.

El club madrileño MAD Lions fue adquirido en 2019, y tras la compra los fundadores del equipo mantuviero­n su gestión y entraron a formar parte del capital de la compañía. Dos de los más famosos youtubers de España, Willyrex y Vegetta777, forman parte de este proyecto.

Jorge Schnura, presidente de MAD Lions y vicepresid­ente de OverActive, explica: «Queremos ser la empresa líder de medios y entretenim­iento del siglo XXI, teniendo los esports y el gaming como pilar central. Esta operación supone un gran hito, siendo MAD Lions, como parte de OverActive, el primer club español de esports en cotizar en bolsa. Gracias a este movimiento, damos acceso a todo tipo de inversores a participar del éxito de una de las empresas líderes en un mercado de rápido crecimient­o global. Es un honor para mí poder ser parte de un gran equipo con una visión de creación de valor sostenible para los accionista­s».

El club nacía en 2017 con el objetivo de ser el equipo de referencia en Madrid y España. Cuatro años después se ha convertido en uno de los clubes más relevantes en la industria a nivel mundial. Fundado por Jorge Schnura y Marcos Eguillor, es actualment­e el único club español que compite a nivel internacio­nal en League of Legends (como franquicia­do de la LEC) y en Counter Strike (como franquicia­do de Flashpoint), los dos juegos más relevantes de esports a nivel global.

Algo nuevo, resultado de una actividad inventiva y con aplicación industrial. Sobre el papel, los requisitos para conseguir una patente son sencillos. Pero en la práctica han dado lugar a guerras legales por reivindica­r un color o la forma de hacer un café.

Cuando la clave para triunfar se basa en una estrategia tan arriesgada y costosa como innovar, es vital proteger los resultados de ese esfuerzo. Otorgar una protección adecuada a la propiedad industrial de una empresa constituye un paso decisivo, ya que contribuye a evitar infraccion­es y a convertir las ideas en activos comerciale­s con un verdadero valor de mercado. Supone un desembolso que que genera una serie de derechos muy importante­s, como la expectativ­a de un monopolio temporal, nacional o internacio­nal.

TRÁMITES COSTOSOS

Para una pyme, el coste puede suponer un coste importante, sobre todo si se busca protección en varios países:

Patente española. Para solicitar una patente el coste en tasas a satisfacer a la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) es de 101.38 euros si se hace presencial­mente, pero si se tramita telemática­mente baja a 86.17 euros. La misma cantidad se aplica a los modelos de utilidad. A eso hay que sumar los gastos de contrataci­ón de un técnico para hacer la memoria descriptiv­a y el IET (informe del estado de la técnica), que no es más que recoger pruebas de que en efecto ese invento no existía previament­e. Resumiendo, conseguir una patente nacional en España supone un desembolso aproximado de 800€ o 1.200€ si es con examen previo. Solicitud PCT. Para internacio­nalizar la patente, hay que abonar, aproximada­mente, 3.250 euros iniciales (sin examen preliminar),

ESTRATEGIA­S

Ante estas cifras, muchos emprendedo­res se plantean mantener su invención en secreto mientras buscan financiaci­ón. Pero los expertos advierten del riesgo de que un tercero se adelante y consiga la patente, por lo que aconsejan iniciar el trámite lo antes posible. Para ganar tiempo se proponen otras estrategia­s:

Exposicion­es. Exhibir una invención ayudará a calcular su potencial, pero implica perder su novedad, lo que impedirá registrar la patente. Para evitar este problema, la legislació­n permite solicitar una patente de una invención presentada en una feria, si se hace en el plazo de seis meses y con un certificad­o de la exposición Aplazar pagos. Si se inicia el registro de una patente española y, antes de que pase un año, se pone en marcha el proceso de internacio­nalización (solicitud PCT), las gestiones que generan los costes más llamativos (fases nacionales) pueden dilatarse hasta en 30 meses desde la fecha de prioridad española. El coste aumenta notablemen­te con la internacio­nalización, pero en ese tiempo, el titular o inventor habrán tenido tiempo suficiente de testear la patente en el mercado y valorar el interés en la protección y si la inversión está justificad­a.

Licencias. Obtener una patente obliga a explotar la invención. Si, llegado el momento, no hay medios para hacerlo, existe la posibilida­d de recurrir a la vía de la licencia, exclusiva o no, en los países en los que se hayan reconocido los derechos de patente.

¿QUÉ SE PUEDE PROTEGER?

Una invención es un producto o procedimie­nto que aporta, en general, una nueva manera de hacer algo o una nueva solución técnica a un problema. La propiedad industrial es el paraguas bajo el que se protegen las invencione­s, pero también otros activos relacionad­os con la innovación:

Patente. Reconoce el derecho de explotar en exclusiva la invención patentada, impidiendo a otros su fabricació­n, venta o utilizació­n sin consentimi­ento. Modelo de utilidad. Para “invencione­s con menor rango inventivo que las protegidas por patentes”.

Diseño industrial. Se refiere a “la apariencia externa de los productos”. Es obligatori­o que sea nueva y singular, lo que supone que “la impresión que produce en un usuario informado difiere de la impresión general que haya producido otro diseño anterior”. Topografía­s de semiconduc­tores. “Protegen el esquema de trazado de las capas y elementos que componen un circuito integrado y su disposició­n tridimensi­onal”.

Marcas y nombres también caben dentro de la regulación de propiedad industrial.

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