FOSSA Systems
Comunicaciones IoT aeroespaciales
C on solo 16 años y mientras estudiaba 1º de bachillerato, Julián Fernández ya había desarrollado y
lanzado el primer picosatélite de España, el FOSSASat-1. Un hito que consiguió gracias a la ayuda financiera que logró con un crowdfunding y a varias entidades, entre las que estaba Everis (ahora NTT Data), en la que trabajaba en la división de Espacio Vicente González.
El lanzamiento del FOSSASat-1 fue un éxito. Llegó a su órbita sin complicaciones y Fernández pudo recibir datos IoT de él. Este éxito hizo que varias empresas se interesasen por su plataforma y por la compra de satélites para comunicaciones
IoT. En febrero de 2020, Fernández se encontró de nuevo con González en el Spanish Small Satellites International Forum, en Málaga. Ahí hablaron del futuro del proyecto y de la proyección que podía tener y decidieron fundar FOSSA Systems. El primero ya estudiaba ingeniería de telecomunicaciones en la Universidad Rey Juan Carlos y el segundo, ingeniería aeroespacial (especialidad en vehículos aeroespaciales) en la Universidad Politécnica de Madrid y acaba de finalizar un máster en ingeniería aeroespacial en la Universidad Carlos III de Madrid.
FOSSA Systems brinda comunicaciones IoT dedicadas y seguras a empresas y redes de Defensa, con activos en zonas remotas, mediante plataformas de satélites. “Combinamos la miniaturización tecnológica con técnicas de producción en masa, reduciendo el coste de desarrollo de las plataformas y, en consecuencia, el coste de las comunicaciones. Nuestro objetivo es ofrecer comunicaciones IoT a nivel global, hasta en zonas donde no hay cobertura móvil. Proporcionamos soluciones de conectividad a empresas y profesionales en sectores como el agrícola, industrial, energético, de infraestructuras, comunicaciones o defensa y ciberseguridad. Esta conectividad IoT permite monitorear los activos y controlar procesos, pudiendo tomar las mejores decisiones para optimizar resultados”, detallan.
La principal ventaja competitiva de FOSSA Systems es el tamaño de sus satélites. “El hecho de trabajar con tecnología miniaturizada nos permite abaratar mucho los costes de desarrollo y de lanzamiento. Esto nos beneficia de dos formas. Primero, ofrecemos una conectividad IoT mucho más económica que otros operadores del mercado. Y segundo, tenemos una agilidad a la hora de desarrollar las plataformas que otras empresas aeroespaciales no tienen (tardamos no más de nueve meses en desarrollar y lanzar un satélite)”.