PIVOTAR PUEDE SER LA CLAVE PARA TRIUNFAR.
Fundaron Cascajares con 19 años y la idea de criar y comercializar capones frescos para el canal HORECA. Pronto se dieron cuenta de que necesitaban darle valor añadido al producto y empezaron a venderlos ya cocinados dentro de una lata. Ese fue el germen de un grupo que factura 15 millones de euros, da trabajo a casi un centenar de personas y cuenta con dos centros de producción, uno en Dueñas (Palencia) y otro en Quebec (Canadá). El mejor consejo que les han dado: “Que no corramos, porque esto es una carrera de fondo. Cuando quieres subir en ascensor no valoras el esfuerzo de subir escalón a escalón”. Y de lo que más orgulloso se sienten es de su obra social: el primer empleado de Cascajares tenía discapacidad intelectual y desde entonces siempre han apostado por emplear personas con capacidades diferentes.