Las centrales han trabajado para no dejar a los franquiciados a la intemperie de la pandemia
Y CRECERÁN EN EL 2022...
La hostelería ocupa aquí un lugar privilegiado, consecuencia del repunte de la actividad económica, como nos recordaba Santiago
Barbadillo, CEO y socio fundador de Barbadillo y Asociados. En la misma línea, Oroquieta estima que su crecimiento, “a ritmos elevados, se prolongará más allá del 2022”. La avalancha de nuevos proyectos y las constantes aperturas en este último tramo del año constatan la tendencia al alza. Fernández aporta otra clave. “La actividad está evolucionando hacia estructuras más pequeñas, locales más pequeños, con menos personal, menores alquileres y cuentas de resultados más comedidas. Hablamos de un sector en el que se podrá entrar en 2022, pero con cuidado”.
Los servicios a empresas y particulares también descollan. “Este segmento será el gran beneficiado en 2022”, confirma González. “No compite con las plataformas de envió de productos a domicilio y tampoco le afectan de forma significativa las restricciones de aforo y horarios derivadas de la pandemia, por lo que prevemos un crecimiento potencial considerable”. Mariano Alonso, director general de mundo Franquicia, atribuye su impulso al propio contexto. “Como suele ser habitual en un entorno económico no demasiado favorable aún, emergen los negocios de reducida inversión, un mínimo, cuando no nulo, requerimiento de superficie de venta, negocios de monoempleo y pensados en exclusiva para la subsistencia personal del propio franquiciado”.
Oroquieta destaca también la logística, salud y energías renovables. Barbadillo piensa que, en cualquier caso, aquellas actividades ya asentadas en el mercado serán las que guíen el camino y vayan más rápido. Así lo avala el empuje de protagonistas ya consolidados, como las agencias inmobiliarias, las cadenas de transporte–mensajería o unos gimnasios que, en algunos casos, ya trabajan a niveles precovid.