15 ALOHAS: PRODUCIR BAJO DEMANDA
Fabricar a pedido te posiciona como una marca sostenible
La producción bajo demanda ayuda a marcas como Alohas o la propia Laagam a tener una cuenta de resultados más saneada, ya que no generan stock. Pero es sobre todo un posicionamiento estratégico en el mercado, porque es una forma de producir menos contaminante.
“La fórmula de Alohas es un tándem de cosas: producción local, producimos todo en España y algo en Portugal, que es lo más lejos que nos vamos. Y tenemos un equipo en la fábrica que se dedica a vigilar toda la parte ética de la empresa, que el crecimiento tenga un componente muy humano. Y la capacidad de soportar el volumen de pedidos va en consonancia con tener un círculo de proveedores muy próximo y muy bien cuidado”, nos explicaba Alejandro Porras, su CEO y fundador en una reciente entrevista.
Eso a pesar de que el 92% de sus ventas van a parar fuera de nuestro país.
Las mismas premisas que tienen en Laagam para producir su ropa. Un modelo en el que solo hay un pero: que al producir bajo demanda, el consumidor tiene que acostumbrarse a esperar un tiempo más largo de lo habitual a recibir el producto.
“Es una fricción muy clara, porque el cliente de media tiene que esperar 20 días por nuestros productos. Y somos conscientes de que esa fricción hace que vendamos menos, pero es un coste que estamos dispuestos a asumir. También es cierto que estamos trabajando para que esa fricción desaparezca con el paso del tiempo. Cada vez somos más rápidos en la producción porque producimos todo en nuestros talleres de Barcelona y cada vez tenemos más integrada la cadena de suministro. Nuestro objetivo es bajar de veinte a cinco días”, apunta Diego Arroyo.
Que añade: “Al producir bajo demanda al final lo más importante es lo que no se ve, que es la cadena de suministro y los proveedores que tienes. Para que funcione es clave trabajar eso. Es una fórmula que ahorra el malgasto ecológico que supone la moda, que es un modelo basado en producir a saco y vender el máximo. Nosotros le damos la vuelta a ese modelo y lo que hacemos es diseñar muchos productos, los ponemos en la página web, y solo hacemos aquellos que se venden. Las unidades que se venden. No invertimos en stock, producimos aquello que hemos vendido por adelantado y a nivel de rentabilidad es genial. Es el modelo más óptimo para el planeta, pero también tiene una óptica financiera detrás”, añade Arroyo.