Líderes que no son líderes: así actúan los 'ahuyenta-talentos'
¿QUÉ RASGOS SON LOS QUE DEFINEN A ESE DIRECTIVO INCAPAZ DE RETENER EL TALENTO DE SU EMPRESA?
Recientemente, The New York Times publicaba un interesante artículo “¡Ya no trabajamos para imbéciles!”, en el que se ponía de manifiesto cómo, con las personas trabajando desde el entorno conocido de su hogar, empezaban a reconsiderar qué es lo que estaban dispuestas a soportar de sus jefes. Relacionado a esto, se ha producido en EE.UU. lo que se llamado como llamado La Gran Dimisión. Solo en noviembre de 2021, el Departamento del Trabajo de EE.UU. estimó que más de cuatro millones de estadounidenses habían dejado sus empleos. Los profesionales están “despertando” y comenzando a reflexionar sobre qué es lo que realmente les satisface del trabajo y qué tipo de líderes son los que están dispuestos a seguir. ¿Qué define a los directivos que dejan escapar el talento? Setesca Talent, compañía especializada en identificación de talento profesional, muestra las aptitudes que hacen que un directivo sea un “ahuyenta talentos”:
Falta de adaptación. Sólo uno de cada tres españoles confía en las habilidades de sus líderes para gestionar equipos en remoto (Goodhabitz). La crisis sanitaria supuso una transformación total y rápida de las empresas y, por tanto, de sus directivos. La capacidad de adaptación ha sido esencial y los profesionales han valorado mucho a aquellos que han sabido adaptarse e incluso mejorar en las circunstancias actuales.
Suspenso en tecnología. Son personas tecnológicamente poco adaptadas y reacias a la innovación. Según el estudio de Setesca, las compañías con un modelo intuitivo o intervencionista no consideran que se han adaptado del todo bien a los cambios. Es un claro reflejo de que aquellos directivos que apuestas por la tecnología y la innovación avanzan y, esto, es visto con agrado por sus empleados.
La injusticia. Del mismo modo, otro de los aspectos que más valoran los empleados es que sus líderes sean justos. El 31% de los encuestados confiesa un deterioro de la relación con los líderes de equipo. Y es que, la falta de justicia es algo que no se tolera. Por ejemplo, promocionar a alguien de fuera de la organización cuando dentro de ella hay talento de sobra.
Peticiones arbitrarias. Algo que define a este tipo de profesionales es el realizar peticiones arbitrarias y sin sentido. El trabajador cualificado en un entorno de alta demanda de buenos profesionales cada vez acepta menos peticiones poco razonables respecto al resultado. Como, por ejemplo, obligar a hacer horas de desplazamiento al trabajo cuando se pueden ofrecer resultados sin tener que hacerlo.