CASTILLA LA MANCHA
Castilla La Mancha está dando un fuerte impulso a la I+D+i en agroalimentación, como sector estratégico para su crecimiento económico y para garantizar el suministro de alimentos en el mundo. “El esfuerzo más importante para cubrir la demanda debe venir desde la I+D+i, mejorando rendimientos, reduciendo pérdidas en el proceso de producción por factores naturales (clima, plagas, enfermedades) y aumentando la eficiencia de la cadena agroalimentaria, desde la producción hasta la comercialización, especialmente reduciendo el despilfarro y promoviendo la economía circular”, apunta Esteban García Romero, director del IRIAF- Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Foresta.
INNOVACIÓN AGROALIMENTARIA
“En torno a este gran reto hay otros muchos como producir alimentos más sanos, de mayor calidad y diferenciados”, comenta el director de IRIAF, que especifica como principales oportunidades la “agricultura de precisión; el desarrollo de sistemas de riego más eficientes; el desarrollo de productos fitosanitarios que cumplan la normativa ecológica; las explotaciones agrícolas y ganaderas que abarquen el ciclo completo basadas en la calidad, diversificación y diferenciación del producto; la agricultura y ganadería circular; los cultivos leñosos con buena adaptación al cambio climático y más rentables como el pistacho; la ingeniería de sistemas que compatibilicen la producción agrícola con la producción de energías renovables; el aprovechamiento de subproductos para obtención de compuestos de alto valor añadido, abonos, productos fitosanitarios de origen natural, bio-combustibles…; la diferenciación de la oferta con variedades y razas autóctonas; la mejora genética para la adaptación al cambio climático, la resistencia a las plagas y enfermedades y para la mejora de las características cualitativas y cuantitativas de la producción y el fomento de la trazabilidad y la seguridad alimentaria, entre otras”.
Además, hay oportunidades en torno a las líneas de investigación en las que trabaja IRIAF entre las que destaca: “En la industria agroalimentaria, la conservación y vida útil de los alimentos, con el aumento de fechas de caducidad para ampliar el periodo de comercialización y evitar despilfarros o la introducción de nuevos envases y presentaciones adaptados a cada mercado. Y para impulsar el turismo cinegético, uno de los sectores prioritarios destacados en el RIS3 de la región, la cría de especies cinegéticas, como la liebre ibérica, entre otros proyectos que ayuden en la coexistencia de caza y agricultura”, añade Esteban García.
TECNOLOGÍA Y EFICIENCIA ENERGÉTICA
En lo que se refiere a la innovación tecnológica, en Castilla-La Mancha destacan sectores como la aeronáutica, la agrotecnología, las energías renovables, la robótica, la biotecnología, la biosalud o las tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), que son los que mayor presencia tienen en el Parque Científico y Tecnológico de Castilla-La Mancha, apunta Agustín
Moreno, su director. Que añade: “Tienen especial peso las TIC, sector transversal que aporta soluciones para la modernización y aumento de la competitividad del tejido productivo y las energías renovables y eficiencia energética, apoyando y promoviendo proyectos de energía verde y autoconsumo energético”. Hay también oportunidades para proyectos relacionados con “la Agenda España Digital 2025, que pretende conseguir una conectividad digital adecuada para toda la población y hacer que desaparezca la brecha digital entre zonas rurales y urbanas. Y proyectos vinculados con el ahorro y la eficiencia energética, como la ejecución de instalaciones de autoconsumo con fuentes de energía renovable”, apunta Agustín Moreno.
Moreno destaca también el foco de oportunidades que supone el plan de Estrategias de Especialización Inteligente de Castilla-La Mancha para el periodo 2021-2027. Y la futura participación de empresas de la zona en los PERTES que vaya aprobando el gobierno, entre los que hoy por hoy destaca el VEC (Vehículo Eléctrico Conectado), ya que la región cuenta con proyectos de inversión identificados tanto en el ámbito de las baterías como en el impulso a los puntos de recarga y la producción de vehículos eléctricos.