MAMÁ, QUERO SER MAESTR@ CERVECER@
Pese a ser milenaria, la de maestro cervecero es una profesión con futuro, donde el respeto por las raíces y el descaro de hacer cosas distintas están muy presentes.
La cultura cervecera vive uno de sus mejores momentos, con un interés creciente acerca de todo lo que rodea a su elaboración, estilos, variedades, maridajes…
Acudimos a las microcervecerías de Cruzcampo para conocer cómo es hoy este trabajo. Nos acompañan los maestros Jorge Varela y Jorge Álvarez desde La Fábrica de Cruzcampo en
Málaga, e Irene Pascual y Juan Jiménez desde Factoría Cruzcampo (Sevilla). Estos cuatro jóvenes herederos de un oficio milenario nos dan la receta para crear cervezas únicas que sigan sorprendiendo al público.
LOS INGREDIENTES DEL MAESTRO CERVECERO: VOCACIÓN, FORMACIÓN Y CURIOSIDAD
Convertir una cerveza en algo más que la combinación de agua, malta, lúpulo y levadura requiere, a su vez, la mezcla entre vocación, formación y creatividad.
“Es una profesión vocacional –reconoce Irene Pascual–. No conozco a ningún cervecero que la considere una profesión sin más. A mí me gusta la cerveza en todos sus aspectos. Mi momento favorito es cuando la elaboro y la pruebo, pero también me gusta entender la parte de marketing e innovación, ver la respuesta de la gente a nuestras elaboraciones y que todo ello me sirva para aprender y hacer cosas distintas”.
Jorge Álvarez coincide en que la curiosidad es clave. “Se requiere formación en ciencias (ingeniería química, química, biología, ciencia y tecnología de los alimentos…), pero no se llega a cervecero desde la universidad. Hay más cosas: echar horas de lectura de artículos y libros, trabajar el networking o lo que viene siendo tomar unas cervezas con otros compañeros e intercambiar conocimientos, y sobre todo mantener la curiosidad por explorar todo el potencial que da la profesión”.
CON UN TOQUE FINAL DE CREATIVIDAD
Las profesiones con futuro siempre tienen la vista puesta en la creatividad y el oficio de maestro cervecero no es la excepción. “La ciencia es imprescindible, ya que estamos en un sector bioquímico-tecnológico. Sin ciencia, se acierta alguna vez. Poco más”, dice
Jorge Varela. “Cuanta más ciencia domine un cervecero, de más opciones dispondrá para responder ante cada situación. Es aquí donde entra, de forma determinante, la creatividad. Posiblemente, la “creatividad científica” es la responsable de las diferencias entre una buena cerveza y una cerveza espectacular”, añade Varela.
UNA PROFESIÓN ‘CON MUCHO ACENTO’ Y CON MUCHO FUTURO
“¿Te imaginas un mundo sin cerveza? – pregunta Jorge Álvarez–. Lleva elaborándose miles de años. La cerveza de entonces no es la de ahora, ha evolucionado al ritmo de las civilizaciones, desde la materias primas hasta la inclusión de nuevas tecnologías, hábitos de consumo… Sin duda es una profesión que continuará y evolucionará”.
Lo que seguramente no cambie es la admiración de la gente cuando descubre esta profesión. Cuenta Juan
Jiménez que las reacciones varían entre un: “Oh, ¿pero eso existe? ¿Y qué haces? ¿Probar nuevas recetas? ¿Qué guay, no? Si llego a saberlo… O simplemente te dicen que tienes el mejor trabajo del mundo y no lo discuto, porque me encanta”.