“Convertimos las debilidades en fortalezas empresariales”
Con las cocinas como protagonista, aunque también venden baños y vestidores, esta marca vallisoletana impulsa un enfoque innovador dentro del sector, con la rentabilidad del negocio del franquiciado en el centro del discurso.
“La idea era quitar de la ecuación aquel elemento que todo el mundo utiliza, que es el producto, para así centrarnos en la marca. La única manera entonces de relajarnos con el producto era saber que su fabricación era la mejor del mundo, de ahí que no tuvimos dudas de que tenía que poseer garantía alemana”. César Losada subraya que, en cuanto a las fabricaciones acordadas como marca, trabajan con el número uno a nivel mundial por volumen de unidades – y con varias fábricas alternativas–, que produce al día unas 4.000 cocinas en marca blanca.
Ésta es otra muestra de cómo la innovación es el gen dominante en el ADN de KüchenHouse. “Emprendimos en este segmento porque carecía de marcas nacionales representativas y, sobre todo, de procedimientos empresariales. Comparando el modelo de sector en España con otros europeos de alta rentabilidad y eficiencia, veíamos que aún estaba lejos de esa realidad”.
Hablamos, por otro lado, de un sector con una ventaja importante. “A raíz de la covid, hubo una mejora en cuanto a la calidad de cómo quieren vivir en España las personas, por lo que invertir en una casa se ha convertido en una decisión importante”. Y no olvidemos otra particularidad competitiva. “En el mercado de la cocina tenemos dos canales de venta muy nítidos (reforma y venta de obra nueva), que se van balanceando en función del estado de las economías”.
En el actual escenario, con incertidumbres económicas a la vista, la compañía ha buscado ampliar el volumen de clientes en ambos canales de venta.
EMPRENDEDORES: ¿Y qué iniciativas han adoptado en esa dirección?
CÉSAR LOSADA.: En gama alta incorporamos colecciones exclusivas con embajadores de marca de alto prestigio, como Martín Berasategui, mientras que en canales de gama media hemos luchado, por ejemplo, contra el problema actual de materias primas, lo que se ha traducido en acuerdos mediante stockage para entregas de cocinas en sólo siete días, cuando el mercado está en plazos estratosféricos. A nivel de desarrollos, por otro lado, hemos creado nuevas maneras de acercar a los clientes el producto con tecnología, desarrollando el primer metaverso KüchenHouse. Al final, hemos ido cubriendo todas las posibles debilidades del mercado y/o las oportunidades y darles una solución.
EMP.: La clave es anticiparse a las incertidumbres que pueda presentar el mercado, ¿no?
C.L.: Así es. El desarrollo de nuestro negocio siempre ha tenido lugar en escenarios de crisis [covid, crisis del ladrillo], de ahí que la filosofía sea optimizar tanto canales como productos para adelantarnos y ser rentables en cualquier situación. Siempre intentamos ver una debilidad y convertirla en una fortaleza empresarial. Y éste es nuestro negocio, el conseguir que sea rentable para el empresario.
EMP.: ¿Qué plan de expansión han diseñado?
C.L.: Tener al menos una tienda en cada provincia y en el largo plazo dotar a la marca de unos servicios que absolutamente nadie posee, que son los servicios de la excelencia orientados al montaje. El objetivo es convertirnos en una empresa referente en el punto de instalación final de la cocina en la casa del cliente, una de las grandes carencias que presenta el mercado.
“Vimos una oportunidad, aplicando fórmulas innovadoras utilizadas en otros países”
EMP.: ¿Alguna pista más sobre este proyecto?
C.L.: Vamos a crear nuestra propia escuela de instaladores, con lo que también daremos al asociado la atención al cliente final y la instalación de un modo centralizado. ¿Por qué hacemos esto? Se trata de cerrar el ciclo completo de un negocio, de modo que un inversor que no venga del canal cocinas pueda invertir sin tener conocimiento absoluto ni de logística, ni de instalación, ni de venta…