Blue Banana
La marca digital de moda que es omnicanal
Nacida en 2016 como una marca digital de sudaderas y camisetas dirigidas a un público joven, curioso y activo, Blue Banana ha ido ampliando su catálogo y se ha convertido en una marca omnicanal de moda desenfadada y minimalista. De la mano de Nacho Rivera y Juan Fernández Estrada, la marca se inició haciendo mucho ruido en las redes sociales y posicionándose en el segmento de la aventura para diferenciarse del resto de marcas.
ESTRATEGIA DIGITAL
“No somos una marca convencional de moda, sino que hemos sido capaces de desarrollar una marca sólida gracias a una estrategia digital basada en las redes sociales, en concreto
Instagram, que es el principal motor de crecimiento de nuestra marca”. Fans de marcas que estaban empezando a vender bien haciéndose valer del poder que estaban adquiriendo las redes sociales, “vimos una oportunidad, que, unida a nuestro deseo de emprender, el poco riesgo que asumíamos y la confianza en nuestro icono de marca –una X– y en nosotros mismos, nos hizo plantearnos: Si hay gente que está haciendo esto, ¿por qué no nosotros? Desde el principio, independientemente de que no fuésemos conscientes que años después fuésemos a llevar este recorrido –con una facturación superior a los 7,4 millones de euros en 2021 y con el objetivo de pasar de los 10 millones–, nos lo tomamos muy en serio y vimos cómo la marca tenía capacidad para seguir creciendo rápidamente”, recuerda Rivera.
En noviembre de 2020, la marca apostó por ampliar su mercado online y abrió tiendas físicas. Ya cuenta con establecimientos en Madrid (2), Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga y Bilbao, desde el pasado mes de noviembre. Además, cuenta con puntos de venta en El Corte Inglés Sanchinarro (Madrid) y Puerto Banús (Málaga). Su plan de expansión para 2023 incluye abrir otros centros en ciudades en las que no tienen tienda física, así como dar el salto a México, Chile, Portugal e Italia, entre otros mercados.
Los fundadores de Blue Banana consideran que parte del éxito se debe al compromiso y captación de talento. “Estamos muy orgullosos del equipo que hemos formado (80 personas), con una edad media que no llega a los 27 años y que no deja de pensar en cómo mejorar y sorprender continuamente”.
El año pasado, la marca, que está comprometida con el medio ambiente (sus prendas son de algodón 100 % orgánico, poliéster reciclado y otros materiales innovadores que implican un menor impacto) decidió negativizar sus emisiones de carbono, es decir, compensar el doble de su huella de CO2, financiando proyectos de purificación del aire de Naciones Unidas.
La misión de Banktrack es que el usuario tenga un mayor control sobre sus ingresos y gastos. “Esto lo queremos llevar a cabo ofreciendo los mejores informes y alertas financieras enviados por los canales que prefiera el usuario (email, WhatsApp, Telegram, Slack, etc.), sin necesidad de que tenga que conectarse a sus bancos para encontrar la información”, explica
Nacho González-Barros.
Durante la pandemia, en abril de 2020, González-Barros trabajaba en el desarrollo de un proyecto que consistía en enviar un reporte semanal por email y WhatsApp con las mejores películas y documentales. A partir de ahí, “se me ocurre la idea de enviar, en lugar de películas, las transacciones bancarias, ya que es algo que me resultaría útil tener en mi WhatsApp y/o email”.
Ya, junto a Carlos Pérez y David Álvarez, desarrollan un prototipo para testar con usuarios e ir refinando y mejorando esa primera versión. “Contamos con particulares y empresas testando el producto y dándonos feedback de mejora para adaptarlo a lo que el mercado necesita”. El plan que se han marcado es demostrar que el producto tiene retención. A medio plazo, en 2023, los objetivos son monetizar el producto (modelo freemium) y expandirnos a otros mercados. Para que, en el largo plazo, “podamos tener un modelo sostenible, ofreciendo una herramienta que permita a particulares y empresas utilizarnos como el conector inteligente de sus finanzas”.
La idea surge durante la pandemia, al ver el crecimiento que el delivery estaba viviendo e
identificando una necesidad que los restaurantes tendrían una vez se volviera a la normalidad: “Es más eficiente externalizar el servicio de delivery en la mayoría de los casos, que compatibilizarlo con el servicio en sala de un restaurante”, asegura
Jaime Martínez de Velasco, fundador
junto a Pablo Portillo y Ramón Servalls, de Cuyna.
Los inicios fueron duros, pero la propuesta que presentaba Cuyna era muy innovadora y pronto se encontraron restaurantes que entendían el valor añadido que aportaba. Cuyna es un operador de hostelería multimarca nativo digital. “Gestionamos más de 20 marcas (multinacionales y locales) desde 6 cocinas en toda España (3 en Madrid, 1 en Barcelona, 1 Valencia y 1 en Murcia). Desde nuestras cocinas, se cocinan las cartas de los restaurantes siguiendo sus instrucciones, usando exactamente sus mismos productos, proveedores y procesos, y se entregan a los repartidores de las apps de delivery para que lleven los pedidos hasta los hogares de los clientes. Para los restaurantes y marcas de restauración, es una excelente oportunidad de hacer crecer sus negocios externalizando su operación y creciendo así de manera sostenible y sin riesgo”.
Todo esto se complementa, añade Martínez de Velasco, “con una capa tecnológica que va al corazón de la operación, con todo el sistema con el que operan las cocinas, que contempla desarrollos específicos para cada uno de los puntos de la operación, garantizando una ejecución y calidad perfectas, siguiendo los estándares de la marca. Por ejemplo, Toro Burger Lounge fue la primera marca que apostó por incrementar sus ventas externalizando el delivery con Cuyna. Después llegarían otras de distintos tamaños, como Junk burger, El Círculo de Carlos Maldonado, o Wingstop con más de 2.000 puntos de venta en 9 países”.
Lo más inmediato para la compañía es su crecimiento en dos frentes: el geográfico, contando con 23 cocinas a finales de 2023, e incrementando el portfolio de marcas con las que trabajan. “En paralelo, nuestro equipo de tecnología está desarrollando todo el sistema operativo de las cocinas, que busca maximizar la eficiencia en cada uno de los puntos de la operación, desde la relación con proveedores, gestión de las recetas, stocks, formación, elaboraciones, cocinados, gestión de pedidos, ordenes en cocina, entrega a repartidores…”, señala.