Ser emprendedor y buena persona
Uno de los elementos más apasionantes del trabajo de dirigir esta publicación es la ocasión de hablar con muchos emprendedores y emprendedoras diferentes. Son personas que comparten sus experiencias con gran generosidad. Que además tienen un profundo conocimiento sobre la actividad que desarrollan y, al mismo tiempo, escuchan con muchísima atención a los demás en todas las cuestiones.
La clave es la avidez de conocimiento. La pasión por saber qué están haciendo los demás y cómo abordan los mismos problemas. Por eso, todas las acciones que realizamos en nuestra comunidad para reunir emprendedores para charlar son tan estimulantes, para ellos... y para nosotros.
Es casi imposible que en una reunión con varios emprendedores no surja algún comentario sobre la cultura de la empresa. La cultura preocupa e interesa a los emprendedores porque es ese factor invisible decisivo para el éxito de sus negocios. Es un foco muy relevante en especial para las empresas en crecimiento, pero también muy fácil de encontrar como referencia de éxito en empresas nacientes.
Otro elemento esencial e invisible que no se menciona mucho es la confianza. Es la base indiscutible de los negocios. Igual de invisible e igual de difícil de medir y de digitalizar.
De cultura habla expresamente y de confianza veladamente nuestro protagonista de portada de este mes: David Martín, el CEO y fundador de Tradeinn, el ecommerce de deportes que está revolucionando el sector con más de 500 millones de euros de facturación desde Girona.
La entrevista no tiene desperdicio y se centra en la utilización de la innovación y del dato al servicio del sentido común. De las decisiones rápidas para medir y mejorar la satisfacción y la confianza de los clientes.
Una de sus frases podría convertirse en mantra para cualquier creador de empresas: “Ser ambicioso está en la propia esencia del emprendedor”.
Y sobre los límites de esa ambición también encontramos una referencia interesante en este número de la revista. Ana Delgado entrevista a Uri Levine, el fundador de Waze, de Moovit y de otros grandes proyectos internacionales. Ana pregunta a Levine si se puede ser mala persona y buen emprendedor. Y este gran referente del emprendimiento mundial, contesta que sí; que es fácil crear valor para uno mismo aprovechándose de la debilidad de los demás...
Nosotros creemos que es posible ser mala persona y que tu negocio funcione. Pero también que no es nada fácil: la confianza equilibra todo a la larga. Los que abusan tienen un recorrido menos sostenible, siempre.
Lo remata David Martín: “Como emprendedor hay que ser humilde y ambicioso al mismo tiempo”. Lo suscribo. Y añado que siendo mala persona se puede ganar mucho dinero, pero no se puede ser buen emprendedor. Ser generoso y resolver problemas a los demás es también la esencia de los emprendedores.
Es posible abusar de la debilidad de los demás y ganar mucho dinero. A la larga es mucho más difícil retener la confianza y el negocio