CADA VEZ MÁS SOLOS
España cuenta con un programa nacional, Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027, sin embargo, muchos autónomos y empresarios tienen la sensación de ser los grandes olvidados.
Para Abad, en buena medida, “los nuevos modelos de contratación de servicios de empresas a autónomos”, están detrás de esta situación: “Son cada vez más las personas que sufren estrés y ansiedad en un entorno altamente competitivo, que muchos abordan desde la soledad y el trabajo en espacios que se reducen. Es una situación que, en muchas ocasiones, se oculta, pero UPTA lo pone sobre la mesa porque es totalmente perversa y degenera en enfermedades de larga duración”.
Rosa González Muñoz,
fun“para dadora de Emoveris, firma de coaching ejecutivo y experta en mindfulness, que ha trabajado para empresas como IBM, Mercedes o instituciones como el Servicio Andaluz de Salud, advierte de que “si normalmente todos vivimos mucho en nuestros pensamientos anticipando consecuencias, en el caso de los autónomos, la soledad incrementa esa rumiación mental. No tener a nadie con quien compartir o hablar para aligerar esas preocupaciones, les ensimisma más en esa lectura negativa de la mente”.
Sin embargo, el riesgo sigue siendo el elefante en la habitación de la salud mental laboral, todos lo ven, pero nadie lo menciona. El de los autónomos es un colectivo heterogéneo y poco gregario, difícil de monitorizar y esquivo a la baja laboral, más cuando se habla de problemas mentales. Para avanzar, en UPTA aseguran trabajar junto al Ministerio de Trabajo
para evitar que los factores psicosociales afecten a nuestra salud mental. Si detectas que puedes tener alguna dificultad, lo más recomendable es pedir ayuda antes de que se agrave”, afirman desde la mutua.
IDENTIFICAR EL PROBLEMA
Preguntamos a Isabel Aranda, doctora experta en Psicología del trabajo y vocal del Colegio de Psicología de Madrid, qué señales de alarma advierten de que nuestra salud mental se resiente: “Cuando te resulta difícil levantarte por las mañanas, hacerte la comida, tienes salidas de tono o dificultades en el sueño. Estas circunstancias que impiden la vida armónica son el primer indicador de que algo está faltando”.
Aranda explica que cada uno reacciona de un modo diferente, “algunos con ira, otros con tristeza, pero siempre de un modo desbordado. Estas pueden afectar a factores conductuales como el consumo de alcohol, tabaco o azúcar, hacer deporte de forma descontrolada, la conducción extrema o las conductas sexuales de riesgo”.
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
Tampoco hay una recomendación fija cuando el nubarrón llega. “Hay gente con la fortaleza mental para corregir el rumbo por sí sola, pero hay otras que, por el momento que viven o su fortaleza, no van a poder hacerlo solas”, explica Aranda.
Lo que siempre es importante es la auto-observación: “Hay niveles bajos de estrés que muchas personas corrigen tomando una decisión que puede venir motivada, por ejemplo, por la lectura de un artículo como este. El problema es cuando ya afecta a tu vida, antes de que esto ocurra hay que buscar ayuda, porque estos cuadros depresivos y de ansiedad, si no reciben tratamiento, pueden cronificar en depresión”.
Aranda insiste, una y otra vez, en la importancia de buscar ayuda profesional si sientes que no puedes levantarte de la cama: “Cuanto antes se haga, antes sales. Y luego hay que esforzarse en salir. Cuando vamos al médico, nos dan ansiolíticos o antidepresivos, pero debemos saber que ese tratamiento no es la solución, reduce los síntomas, pero no quita el problema. La única manera de solucionarlo pasa por el cambio mental”.
AUTOCUIDADO, LA MEJOR PREVENCIÓN
“El autocuidado mental es un requisito de la salud del autónomo. Hay que cuidar de nuestro cuerpo y de nuestra mente, que son nuestras principales herramientas de trabajo”, continúa Aranda. Los expertos en psicosocial distinguen entre prevención primaria y secundaria.
Prevención primaria
Está asociada a las propias condiciones de trabajo: “Cuando emprendemos tenemos que ser conscientes de la carga y contenido del trabajo que podemos asumir, ser generosos con el tiempo que vamos a asignar a cada tarea y pensar en los recursos con los que contamos”.
Desde Fremap continúan insistiendo en que la buena planificación, la gestión y el respeto a los tiempos asignados son fundamentales para mantener el estrés a raya: “Un análisis realista de los requerimientos de las tareas nos permitirá conocer cuáles son los recursos a dedicar, y dónde poner el foco en cada caso”.
Ponerse un horario para ir a trabajar, otro para descansar y otro para socializar.
Trabajar por prioridades: “Los autónomos están muy vendidos
a las prioridades de otros”, explica Aranda, “pero cuando es él el que prioriza siente que toma el control de su trabajo y su vida”. Optimizar los biorritmos: La mayoría de las personas son más productivas en las primeras horas del día, cuando se deben abordar las tareas de más dificultad y concentración.
Prevención secundaria
Es la que nos hace más fuertes respecto a los riesgos que vamos a ir encontrando. Aquí la recomendación es “la adquisición de hábitos y, en consecuencia, de destrezas”, apuntan desde la mutualidad:
Cuidar la salud física: • Actividad física y deporte:
Es uno de los consejos estrella para todas las fuentes consultadas, mejor si es en compañía o se practica deportes en equipo.
• Alimentación saludable:
Variada, incluyendo todos los alimentos básicos y reforzando las frutas, las verduras y las hortalizas. Pero la alimentación sana también incluye dedicar un tiempo suficiente de calidad a la propia ingesta: “Nada de comer frente al ordenador, sea el tiempo que sea, hay que comer tomando plena conciencia de lo que estamos haciendo”, anima González a convertir ese momento en una práctica de mindfulness.
• Descansar:
También esencial. Aquí la recomendación son ocho horas de descanso.
Hay que cuidar de nuestro cuerpo y de nuestra mente, que son nuestras principales herramientas de trabajo
jo como una ventaja para poder realizar parte de la jornada de trabajo en lugares públicos. En resumen, desde Fremap se incide en la importancia de “detectar esas capacidades que debemos mejorar. Es importante, sobre todo, la gestión del tiempo y la utilización de herramientas como las TIC, que permiten liberar tiempo para dedicarnos a lo importante sin desgastarnos innecesariamente”.
Desde UPTA, Abad reflexiona: “Hemos pasado de compartir despachos y oficinas a aislarnos en domicilios. Esto requiere también que se avance sustancialmente en mecanismos de prevención que permitan a los que están en esta situación tener pautas de desconexión en el trabajo y alcanzar una óptima interacción entre la vida profesional y personal”. Y de momento el autocuidado es la gran opción.