ENORMES FIGURAS… PARA SER VISTAS DESDE EL CIELO
Pero el hallazgo arqueológico más extraño de todos los descubiertos en la Amazonía son una serie de gigantescos diseños grabados en el suelo de un vasto territorio de la selva brasileña. De momento, los especialistas nada saben sobre el pueblo amazónico que los creó. Que únicamente puedan ser contemplados en toda su magnitud desde el aire y la perfección en sus trazos, son únicamente dos de los muchos enigmas que plantean estos “dibujos”. Mi buen amigo Diego Cortijo, joven explorador español que ha viajado por medio mundo investigando civilizaciones desaparecidas, llegó hasta el estado brasileño de Acre para ver “in situ” estos diseños. Al final de uno de sus largos viajes por zonas de la Amazonía que nadie ha pisado todavía, en busca de ruinas de antiguos pueblos, se acercó al territorio de los grabados, manteniendo largas conversaciones y compartiendo descubrimientos con la principal investigadora de los mismos, la arqueóloga Sanna Saunaluoma. Juntos sobrevolaron la región en avioneta, para contemplar y fotografiar desde el aire los fantásticos y gigantescos diseños. En un magnífico reportaje sobre este enigma, publicado por Diego Cortijo en AÑO/CERO, el aventurero hizo un somero repaso a los principales enigmas que rodean a estos “dibujos”. Cortijo escribió:
–Son más de doscientas marcas grabadas en el terreno, de cuyos constructores nada se sabe. Muchas de ellas han podido ser catalogadas gracias a programas por satélite. –Nadie conoce hasta dónde llegó esta desconocida civilización, pues los geoglifos se extienden por debajo de la intacta selva, perdiéndose hacia el este sin que podamos imaginar en qué zona terminan. –No se tiene ni idea de cuál es el significado de estas enormes formas geométricas, muchas de las cuales miden más de 250 metros de longitud. Se ha demostrado que la extensión que ocupan no fue habitada. –Las formaciones geométricas están constituidas por zanjas excavadas en la tierra, de entre 2 y 8 metros de profundidad y casi 5 de anchura. –No se ha encontrado ni un solo resto arqueológico asociado a las figuras. ¿Dónde están las casas o los lugares de trabajo de aquella población? Tantos habitantes debieron dejar algún vestigio… –Los arqueólogos creen que tenían una finalidad ritual, aunque no poseen ninguna evidencia concreta para justificar esta hipótesis. Pero el mayor enigma que rodea a los geoglifos es que sus constructores sólo podían ver estas formaciones desde lo alto, aunque no existe en todo el área que ocupan cerro alguno al que encaramarse, para tener una visión completa de las mismas. El bueno de Diego Cortijo continúa enumerando misterios en torno a estos diseños en el citado trabajo. Si alguien quiere profundizar en la cuestión le recomiendo que lea su reportaje, publicado en el número 274 de la revista AÑO/CERO. Son gentes como el explorador Diego Cortijo, no me cabe duda, los que arrojarán luz sobre muchos enigmas de nuestro pasado, pues únicamente los mueve el afán de búsqueda y conocimiento y no la obtención cátedras ni reconocimientos académicos. Costeándose sus expediciones y jugándose literalmente la vida, Cortijo y otros como él tirarán muchos dogmas históricos y arqueológicos. Tiempo al tiempo…