La Razón (Madrid) - Especiales
El año de la Emergencia Climática
Pese a las múltiples cumbres y compromisos, los países siguen aumentando las emisiones. Urge actuar. La devastación de los desastres naturales hablan por sí solos
ElEl paso del huracán Dorian que asoló Bahamas, inundaciones extremas como las vividas en España, olas de calor e incendios forestales en enclaves inusitados. La naturaleza está mostrando su peor rostro y no solo en países en desarrollo. Este año se ha sabido que Japón fue en 2018 la nación más golpeada. Ya no se trata de ricos y pobres (más vulnerables pese a haber emitido menos). El cambio climático es una amenaza para todos. Para la economía de los estados también. Urge actuar, de ahí que este año la Unión Europea declarara la emergencia climática, convirtiéndose en el primer continente en hacerlo. En los próximos meses la comunidad internacional debatirá si hacer lo propio. El tiempo se agota. Aunque la Cumbre del Clima fue en Madrid, este año si destaca por algo es por el desolador número de informes científicos alertando del grave peligro que corre la humanidad si no se frenan ya las emisiones. Sin embargo, la previsión es que este año que acaba vuelvan a subir. Ya lo dijo el secretario general de Naciones Unidas en la COP25: «Hay que decir adiós a la adicción al carbono». Y el tiempo juega en nuestra contra. Según el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, las emisiones de CO2 deben bajar un 7,6% al año entre 2020 y 2030 para evitar los estragos del clima. Y cada día que transcurre sin tomar medidas juega en nuestra contra. El presupuesto de carbono para evitar que los peores prefacios se cumplan se está agotando. Nos quedan apenas diez años. Ya no hay tiempo para hablar. Hay que actuar. De ahí que sea tan importante que en 2020 los países presenten en Glasgow unos planes nacionales de reducción de emisiones revisados al alza, pese a que algunos se agarran a la letra pequeña del Acuerdo de París (el artículo 14 estipula que se tiene que hacer en 2023) para no hacerlo.