La Razón (Madrid) - Especiales
Rebeca yAlexia no son cifras
FueFue un gran éxito de nuestro Estado de Derecho. El 15 de noviembre de 2016, el Congreso aprobó un Pacto de Estado contra la violencia de género. El número de mujeres asesinadas a manos de sus parejas, por fin, pesaban más que las siglas. El clamor social contra el feminicidio fue escuchado y se aprobó por unanimidad una ley a la que le sigue faltando concreción. Nos siguen matando. Las cifras muestran un claro fracaso en nuestro sistema a todos los niveles. El educativo el primero. En 2019 han sido 55 las víctimas mortales por violencia de género, cuatro más que en el 2018. La primera asesinada de este año fue Rebeca Alexandra Cadete, en Laredo (Cantabria). La última, Alexia Carralero, en Vicálvaro (Madrid). Ojalá lo fuera.
Solo en 11 casos había denuncias previas. Este es uno de los grandes retos: las mujeres tardan una media de 8 años y 8 meses en denunciar a su agresor, aunque en el caso de las casadas este periodo supera de media los 12 años. Quizá les falte apoyo. Aunque miles de ciudadanos salieron a las calles el 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, para mostrarles que no están solas, ha emergido un discurso negacionista que debilita lo construido hasta la fecha. A la violencia de género no se la puede llamar violencia intrafamiliar porque supone una deslegitimación del consenso político entorno a esta lacra, que ha dejado 1.033 mujeres muertas desde que se empezaron a contabilizar en 2013 y 275 huérfanos.
25 - 11 - 19 miles de personas se manifiestan en diferentes ciudadaes españolas contra la violencia de género