La Razón (Madrid) - Especiales
Precisión milimétrica para mejorar la neurocirugía
Este centro médico barcelonés destaca por la aplicación de la robótica en cirugía cerebral y de la columna. También por introducir nuevas tecnologías para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y las intervenciones quirúrgicas
NNeuroinstitutNNeuroinstitut ha logrado introducir en Europa la cirugía de escoliosis juvenil, un problema que afecta a entre el 3% y el 4% de los jóvenes, sin necesidad de fusionar la columna, es decir, manteniendo su movilidad. También ha hallado una relación entre la inestabilidad craneocervical y los pacientes de fatiga crónica, lo que permite mejorar el tratamiento.
En este centro médico de Barcelona cada problema del cerebro y de columna vertebral puede tratarse con los más altos estándares mundiales. Comenzó a utilizar la robótica en la cirugía hace ya cuatro años. Fue una decisión sencilla pero costosa por la importante inversión que requiere. No obstante, lo que prima es la calidad de la asistencia médica y para ello es necesario «mantenerse en la frontera del avance tecnológico», explica el Dr. Bartolomé Oliver, su director, y cuya experiencia se extiende a más de 15.000 procedimientos neuroquirúrgicos importantes. «La robótica ofrece más precisión, más seguridad y la posibilidad de hacer algún tipo de cirugía que antes no se podría realizar», comenta. Entre sus aplicaciones se incluyen la mejora en el estudio de la epilepsia, la posibilidad de tratar a los pacientes con Parkinson sin necesidad de que estén despiertos durante la cirugía o aumentar la garantía en el tratamiento de deformidades complejas de la columna.
En ese sentido, la última incorporación del equipo es la aplicación del «big data» y de la inteligencia artificial para el diseño del tipo de intervención que se debe realizar para la corrección de la deformidad. Gracias a esta ayuda, el equipo planifica un tipo de intervención para la escoliosis y se introduce en un banco de datos de más de 3.000 pacientes y se correlaciona con los resultados que se han obtenido para saber si la propuesta es viable. La amplia base permite a la inteligencia artificial recomendar alguna variación si fuera precisa, de manera que el médico tiene más información y puede tomar la decisión de cambiar su planificación inicial. Una vez se realiza la intervención se introduce el resultado en esa «data base» para que la IA ayude cada vez más al cirujano. «Ésta es la tecnología de vanguardia que se está utilizando en los mejores centros del mundo para hacer mejor diseño del tipo de corrección», añade. Pero los avances no se detienen, ya que Neuroinstitut está en constante «colaboración con empresas para desarrollar la nueva generación de robots que se aplicarán en cirugía de columna».
El avance de la tecnología es imparable y ya están pensando en el siguiente paso. Actualmente están muy cerca de aplicar la inteligencia artificial para lograr que cada prótesis que se implante esté hecha a medida de cada paciente.
En medicina, la confianza es fundamental. En este centro han conseguido que los pacientes comprendan que «la cirugía robótica ayuda al cirujano, no le sustituye». Los médicos tienen a su disposición las mejores herramientas para poder hacer su trabajo, ya que lo que la máquina hace es dar mayor seguridad y precisión, pero la herramienta siempre está en manos de un hombre. «A nivel internacional ya hay muchos pacientes que tienen el conocimiento de la existencia de esta ayuda quirúrgica y lo que hacen es solicitar o recurrir a los centros que tienen esta tecnología», indica, por lo que siempre es útil una labor pedagógica para explicar cosas que el paciente no tiene por qué saber.
El equipo de Neuroinstitut también está integrado por ciun rujanos ortopédicos, de tal forma que hay un trabajo conjunto para ofrecer las mejores soluciones para cada paciente. El centro da prioridad a la seguridad y el control para disminuir el riesgo de complicaciones. Además, presta una atención integral a cada paciente que va desde el contacto inicial hasta el periodo de seguimiento. De esta forma, la relación médico-paciente es muy cercana y está asentada en «la confianza mutua, la empatía, el fácil acceso y la buena retroalimentación», comentan desde el centro. Esto los ha llevado a lograr una excelente reputación internacional en varias áreas neurocirúgica.
«Hemos conseguido que los pacientes comprendan que la cirugía robótica ayuda al médico, no le sustituye»