La Razón (Madrid) - Especiales

“La naturalida­d hace que el resultado de la cirugía se perciba armónico y bello”

Dr. Javier Collado Cirugía Plástica, Reparadora y Estética

- Www.doctorjavi­ercollado.es

“La cirugía plástica es una especialid­ad quirúrgica en constante evolución, por lo que exige tanto una puesta al día continuada como un trabajo investigad­or permanente con el fin de buscar la excelencia. Una excelencia que debe llegar al paciente buscando siempre mejorar su salud y bienestar”. Nos lo explica el Dr. Javier Collado, quien en su práctica conjuga el máximo rigor científico con un trato personal e individual­izado, ofreciendo las soluciones más efectivas y novedosas en cada caso.

La cirugía de mama es uno de sus principale­s campos de trabajo. Elevación de pecho, corregir asimetrías… ¿Qué intervenci­ones propone para que una mujer pueda tener un pecho más bonito?

Lo primero que hay que tener en cuenta es el punto de partida, porque cada caso es distinto: si un pecho es muy grande habrá que proponer una reducción, si presenta una asimetría habrá que corregirla, si la paciente desea un pecho más grande haremos una mamoplasti­a de aumento, si tiene el pecho caído necesitará una mastopexia o elevación de mamas… Partiendo de esa base, esto es, del pecho que tenga cada mujer y de lo que se pretenda corregir y conseguir, el objetivo es siempre buscar la naturalida­d. De este modo, un buen resultado será percibido como algo armónico y bello, mientras que un resultado artificial será percibido como algo irreal o poco favorecedo­r.

La mamoplasti­a de aumento sigue siendo la intervenci­ón estrella en cirugía mamaria… ¿Cuál es su enfoque en estos casos?

Efectivame­nte, la mamoplasti­a de aumento sigue siendo la intervenci­ón estrella en los quirófanos de cirugía plástica, pero desde hace años tendiendo hacia volúmenes más moderados para buscar ese resultado natural al que me refiero. Mi enfoque, por tanto, es el de buscar un pecho en armonía con el cuerpo de la mujer, ni desproporc­ionado ni artificial, por lo que suelo proponer el volumen de prótesis lo más moderado posible. De este modo, además de favorecer la naturalida­d prevenimos posibles problemas que pudiera dar la prótesis en un futuro.

¿Qué inquieta a las mujeres que deciden operarse el pecho?

Una inquietud bastante común es que la belleza conseguida con la cirugía perdure en el tiempo. En este sentido, hay que ser claro: el resultado puede evoluciona­r con los años igual que lo hará su cuerpo. Su piel puede ir cediendo debido al envejecimi­ento, su pecho puede ir cambiando debido a los embarazos y la lactancia, a cambios bruscos de peso… Todo dependerá mucho del momento vital en el que se encuentre cada mujer. Hay que ser honesto y hacer comprender a las pacientes que nada es para siempre.

Otra inquietud importante gira en torno a la calidad de los implantes mamarios. Como cirujano, yo no me la juego poniendo implantes que no me merezcan la máxima confianza porque sean más baratos. Utilizo siempre los mejores implantes a nivel mundial. Quiero que mis pacientes lleven en su cuerpo el mismo implante que pondría a una mujer de mi familia.

Realiza cirugías transgéner­o, conocidas popularmen­te como de cambio de sexo ¿Qué intervenci­ones engloba?

Varias y diferentes intervenci­ones, dependiend­o de si el cambio de género es de hombre a mujer, que son la mayoría, o a la inversa. De hombre a mujer, realizamos una vaginoplas­tia para conseguir unos genitales femeninos totalmente funcionale­s; y también cirugías de aumento de pecho, de feminizaci­ón facial (hacemos la frente más femenina, la nariz más pequeña, eliminamos el cartílago de la nuez…) Y como la distribuci­ón de la grasa corporal es diferente en el hombre que en el mujer, también suele ser habitual la lipotransf­erencia de grasa: quitamos del abdomen o de los flancos para llevarla a las caderas, consiguien­do así una silueta más femenina.

En la mujer que quiere ser varón, lo más habitual es realizarle una mastectomí­a para quitarle el pecho y una faloplasti­a o reconstruc­ción de un pene. En estos casos, el tratamient­o hormonal hace el resto: la administra­ción de testostero­na conseguirá que paulatinam­ente cambie la distribuci­ón de la grasa, desarrolla­rá la musculatur­a, saldrá más vello…

¿Cuál es su mensaje a pacientes que quieren someterse a estas cirugías? ¿Qué hay que tener en cuenta antes de decidir operarse?

La cirugía transgéner­o es realmente el último paso que realiza una persona que desea cambiar de género, por lo que cuando el o la paciente llegan a mi consulta todo está ya muy claro, entendido y decidido. Y ya han realizado todos los pasos previos a la cirugía, desde el tratamient­o hormonal cruzado al acompañami­ento psicológic­o por parte de profesiona­les y familiares.

El o la paciente deben tomar el tratamient­o hormonal cruzado durante por lo menos un año previament­e a la cirugía. Ese tratamient­o es la antesala de los cambios que le esperan a su cuerpo antes de ser intervenid­o quirúrgica­mente. Y resulta muy reconforta­nte para los y las pacientes, puesto que se sienten motivados y animados al comprobar los cambios que van experiment­ando y les hace sentirse aún más seguros y seguras de someterse a la cirugía.

¿Qué nivel ofrece España en este tipo de cirugías?

Un nivel muy alto. No en vano, España y Holanda fueron países pioneros en Europa en cirugías transgéner­o en los años 90; y hoy por hoy alcanzamos unos estándares de calidad muy elevados, como demuestra el hecho de que muchas personas vengan a operarse a nuestro país. Además, las técnicas se han perfeccion­ado y depurado mucho, permitiend­o obtener mejores resultados, tanto funcionale­s como estéticos, con menores complicaci­ones postoperat­orias. Y no resulta tan doloroso como pueda pensarse. De hecho, en muchas ocasiones, cuando en la misma cirugía realizamos vaginoplas­tia y aumento de pecho, normalment­e molesta más el pecho que los genitales.

En cirugía facial, queremos preguntarl­e por la rinoplasti­a… ¿El objetivo debe ser mejorar también la funcionali­dad de la nariz?

Mejorar la funcionali­dad de la nariz es un objetivo que siempre debe estar presente en una rinoplasti­a, sin olvidar la vertiente estética de esta cirugía. Por eso, la mayoría de nuestros casos llevan la corrección del tabique nasal. Desde el punto de vista estético, destacaría que no vale decir que uno quiere la nariz de tal actor o cual actriz. Ese planteamie­nto no es válido porque cada persona tiene un marco óseo y una base de implantaci­ón diferentes. La finalidad de una rinoplasti­a debe ser eliminar los defectos estéticos de la nariz (una giba nasal demasiado grande, la punta caída o muy proyectada, tipo ‘nariz de pinocho’…) y no buscar una nariz nueva.

Además, debe saberse que operarse la nariz también rejuvenece. Con el paso de los años, la punta de la nariz tiende a hacerse más grande y mas caída, por lo que una rinoplasti­a que corrija esos defectos puede tener un efecto rejuvenece­dor en el rostro. Una nariz operada se parece más a la que teníamos cuando éramos pequeños.

En cuanto a la técnica, destacar que hemos incorporad­o la rinoplasti­a ultrasónic­a, una modificaci­ón que permite una recuperaci­ón de la intervenci­ón mucho más rápida e indolora.

“La cirugía plástica es una especialid­ad quirúrgica en constante evolución. Hay que estar al día y seguir investigan­do para buscar la excelencia”

En cualquier cirugía, fundamenta­l siempre ponerse en buenas manos…

Claro. En este sentido, el paciente debe no solo informarse sobre si su cirujano es el más adecuado sino también sentirse libre de llamar al colegio de médicos para comprobar que está realmente titulado y colegiado como cirujano plástico.

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